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¿Cómo están? ¡Tanto tiempo! Soy Mariano, y desde hace bastante no escribía en Zona Militar a sabiendas de mi reciente paternidad (la capacidad de abstracción y el tiempo disponible son condiciones necesarias para estar en la trinchera de un equipo de redacción). Sin embargo, continuo desde siempre en la administración del medio y atendiendo que nada falle a medida que el caudal de audiencia crece (ya saben a donde tirar las piedras ante cualquier problema sistémico de ZM).

Pero vamos a lo importante: el segundo Newsletter de Zona Militar llamado “ZM en Off”. ¿Por qué en off? Porque es una regla importantísima en el periodismo, que frecuentemente se contempla como una exclusión de información suministrada, pero que en realidad funciona como una regla de no atribución del dato o, como mínimo, de contextualización. Salvo reserva expresa por una fuente, los datos que se reciben se conjugan con otros y sirven para dar líneas de opinión futuras. Volviendo: la idea de estos newsletters mensuales son justamente contarle un poco a nuestra audiencia algunas consideraciones que tenemos luego de un buen tiempo de hablar con distintos actores y así visibilizar el contexto en el que estamos en materia de defensa y seguridad internacional. Después queda en el lector sacar sus conclusiones, festejar, deprimirse o adaptarse.

No voy a extenderme demasiado, sino que voy a apuntar a algunos temas picantes que seguramente ahondaremos durante todo este año tan particular que se viene. ¿Cuáles son? El contexto internacional en que surfea la Argentina en materia militar, la archi atendida (y requeté odiada) novela de la Fuerza Aérea Argentina y el cocktail defensa-elecciones, que abordaremos con atención durante 2023.

Disociados de la realidad

Hay analistas que se animan a decir que el contexto actual en materia de (in) seguridad internacional es el peor desde la Segunda Guerra Mundial. La Guerra Fría, con sus dinámicas de equilibrio, brindaban cierto colchón para no llegar a esa hecatombe distópica típica que vemos en series de ciencia ficción (que estallaron durante la pandemia de COVID). Por otro lado, lo que se ve actualmente es una suerte de paz caliente entre potencias, que con el acontecer del tiempo comienza a dinamitar cualquier puente que pueda servir como hilo de negociaciones e implique llegar a generar ciertos equilibrios perdurables. Estamos viendo nacer el comienzo de una era en materia internacional que voltea las ganancias relativas a la hora de sumar acuerdos y convierte el contexto de gran competencia entre potencias en prácticamente un juego de suma cero. Sobrevivir como Estado (con mi modelo de organización) implica tumbar al otro con cualquier medio que disponga. No vamos a extendernos demasiado en esta idea, para no escaparnos de la Argentina. Sin embargo, es importante mencionar que la Guerra en Ucrania (si, guerra… por mas eufemismos que se le quieran atribuir a la acción militar), esta al borde de convertirse en una guerra proxy entre los EE.UU. y China. ¿Por qué? Porque se esta midiendo la supervivencia de nociones que van mucho mas allá de las cuestiones territoriales (que son frecuentemente debatidos y analizados). Estamos hablando de un conflicto en el plano militar de visiones y ordenes a nivel internacional. Una suerte de mundo liberal (con sus pro y contra) versus un nuevo mundo u orden con valores más corporativistas. El sistema que gane tendrá la potestad de levantar toda la ganancia de la mesa… 

  • ¡Pero para Mariano! Íbamos a hablar de tanques, aviones y barcos. acá debatimos si el FONDEF funciona o no, y si el Pampa III con pod de ametralladoras desplegado en el sur es parámetro de soberanía en la Patagonia. 
  • Bueno, ahí vamos, porque todo tiene que ver con todo.

La Republica Popular China ha mutado su estrategia de inserción internacional de una tiempista y pacifica (las comillas quedan a criterio o sesgo personal) a una de intensa coacción y competencia. Mientras el campo de batalla ucraniano se llena de muertos, heridos y toneladas de sistemas de armas que combaten en terrenos que no se alejan demasiado de los combates de la Primera Guerra Mundial, la Republica Popular China espera dos cuestiones: el desgaste de las potencias occidentales en el plano político, económico y social (si, el hastío social influencia sobradamente el resultado de una campaña militar) y un resultado final del conflicto que sirva como incentivo para llevar a cabo sus propias campañas de expansión de influencia (los medios a emplear también a criterio del lector). 

Por el otro lado, EE.UU., la otra superpotencia, comienza a redoblar despacito sus tambores mientras observa que se pone en jaque su hegemonía universal y sus excepcionalísimos a la hora de interpretar el orden internacional. Y lógico si hablamos de intereses nacionales, cosa a lo que no estamos acostumbrados por estos lares.

La Argentina se encuentra ahora entre esta dinámica mucho mas complicada que hace tres años, cuando asumió el actual gobierno y comenzó sus nuevos planes militares. Para entonces era muy fácil escuchar o leer a miembros de las Fuerzas Armadas (con soles, estrellas o anclas en sus hombros) que la Argentina tenia que comenzar a mirar hacia oriente, dar vuelta la hoja sobre algunos ejes a la hora de planificar su Instrumento Militar o su gran estrategia. Lo mismo, y con mas facilidad, en personal de rango dentro del Ministerio de Defensa, que ataban el concepto de soberanía nacional a “dejar de mirar a EE.UU. o Europa” y mirar para cualquier otro lado. Más allá de si esto es sensato y con sentido para la Argentina, el problema no es que este tipo de enfoques todavía se mantenga pétreo al día de hoy, sino que lo hagan dentro de un contexto internacional intensamente candente y donde el proceso de toma de decisiones en materia de Defensa Nacional este cruzado por un panorama bastante mas complejo que entonces. 

El enfoque en materia de Defensa de hace tres años se miraba en gran medida como un cambio de eje de la (pésima) gestión anterior, buscando salir de la posición automática en alineamiento internacional existente. Ok, entendible para entonces si lo que se pretendía era abordar la Defensa Nacional desde el interés propio. Ahora bien, el tiempo pasó y el contexto internacional se ha puesto más áspero, y muchas de esas visiones no se adaptaron a la realidad imperante. Se encuentran disociadas o mas bien atadas a nociones de baja política… justo cuando más equilibrio y prudencia necesitamos. El capricho de hoy en materia internacional puede tener impacto en el largo plazo para el país, y no solamente en el ámbito de la Defensa Nacional, sino incluso atentar contra su propio estilo de vida. No podemos pensar a nuestra defensa como un compartimiento estanco de espalda a nuestros valores, estilos de vida, gustos y principios. La toma de decisiones ahora en materia militar lamentablemente se ata a un contexto donde ir hacia un lado fomentará ciertos beneficios relativos y, también, costos que pueden ser incluso de largo plazo. Y a esto vamos con el próximo punto del newsletters. ¿aburro? ¡Espero que no! 

La Novelita de 4 estrellas

Mientras come una hamburguesa, lee ZM y escucha rock clásico en una cadena de comida rápida, un joven, vamos a ponerle Pedro, piensa lo bueno que seria que la Fuerza Aérea Argentina compre ya dos docenas de Mig-35 porque serian un posible terror para el Atlántico Sur. Luego con su última papafrita en la mano, se despacha con un comentario acido en algún canal de YouTube. Una alta funcionaria del Ministerio de Defensa, vamos a ponerle Irina, debate con un Brigadier, vamos a ponerle Carlos, como hacer para que se firme el expediente por el JF-17 ya que cumple con todas las exigencias técnicas que requiere la Fuerza Aérea Argentina. En algún lugar del microcentro, un tipo trajeado, vamos a ponerle Marcos, mira una consola con los valores de los bonos argentinos mientras responde un mensaje antes de una reunión de revisión de la deuda ante el FMI. Mientras todo pasa, en Bajmut, Oblast de Donetsk, sigue la carnicería por dos visiones del mundo que hoy por hoy, parecen irreconciliables.

  • Che, muy poético el newsletter (en tono sarcástico)

Tomando como parámetro el punto anterior de esta misiva mensual, que intenta abrir un poco la ventana para que entre la luz del exterior, la Argentina continua con su proceso de “relevamiento” del próximo caza supersónico para la Fuerza Aérea Argentina. Ese proceso, en palabras de altas autoridades, iba a terminar el año pasado, pero pasaron cosas y la decisión se tomará este año. Dentro de este proceso de toma de decisiones se cortan o se cortaron distintos enfoques: el caprichoso, el técnico, el pragmático y el raro, cada uno con sus auspiciantes y detractores.

La Fuerza Aérea Argentina necesita su caza, es su razón de ser, pese a que algún Brigadier, vamos a ponerle Marcelo, trate de desviar la atención y ponderar la incorporación de impresoras, la pintura de la fachada de alguna que otra unidad, o incluso armar algún acto pomposo para mostrar una aeronave de enlace. Después un nuevo sequito de nuevos comunicadores se encargarán de analizar qué tipo de impresora se compró o el RGB del color empleado para corresponder el café o alguna galletita.

Volviendo, la Fuerza Aérea Argentina necesita su caza, pero no a cualquier precio. Se necesita una definición entendiendo el actual contexto internacional y fomentando una decisión que comulgue con el interés nacional detrás de ese contexto internacional. No todo es capricho, no todo es técnico, no todo es pragmático y no todo es raro (Dato de color: cada uno de estos términos corresponde a uno de los aviones ofrecidos… a criterio del lector cual es cual). Lo que es importante es que la decisión que se tome sobre el que venga, se haga de manera amplia, pensando en el largo plazo no a nivel estrictamente militar, sino a nivel político, social y económico, sino nos vamos a estar comprando un problema que lo vamos a estar sintiendo en el corto plazo y se puede transferir hasta a nuestros hijos.

Algo cortito: el péndulo

¡Se vienen las elecciones! ¿Se vienen los recortes? Existen algunas caras largas entre altos oficiales por que se asume que la torta no necesariamente irá hacia las Fuerzas Armadas, llevando a que la cantidad de ejercicios, horas de vuelo o días de navegación merme aún más. Ni que hablar de planes de incorporación de material: la atención está puesta en como este año el presupuesto impactará en el adiestramiento y en mayor importancia ahora, en la archi prometida equiparación salarial, que todavía se insinúa pero sin definiciones concretas. 

Por fuera del ámbito militar, los equipos de campaña de los partidos políticos, al menos los opositores, comienzan a moverse en busca de rosca para ocupar espacios, uno de ellos defensa. Por el lado del principal colectivo opositor, pese a que haya instituciones que nucleen a los partidos de la coalición, existen visiones tan pero tan distantes (en materia de Defensa) que incluso posiciones opositoras parecen mas cercanas al enfoque oficialista.

Con una oposición atomizada, también hay equipos específicos atomizados. Por el lado oficialista podemos esperar que exista una continuidad de equipos y líneas de trabajo similares a las que se vienen mostrando en estos años.

Del otro lado de la medianera, la militar, esta el siempre miedo a lo que vendrá y si el péndulo político tan reaccionario y desequilibrado al que los argentinos estamos acostumbrados, volverá a impactar en las estructuras castrenses. ¿Se mantendrá lo bueno? ¿Se cambiará lo malo? ¿Volveremos a replantear misiones? ¿Volvemos al concepto de académicos sin mucho contacto militar de que “los tanques y los cañones no van más”? (¡miremos a Ucrania!)

¡Ah! Antes de cerrar la pestaña

La semana pasada se cumplió un año de la guerra en Ucrania y en función de eso hicimos nuestro primer cross de equipos editoriales. Entre Zona Militar y Escenario Mundial desarrollamos algunas aristas del conflicto, cruzando cuestiones militares con cuestiones de dinámica internacional. Nos salió este primer trabajo que compartimos con ustedes al link que figura al pie. No va a ser el primero, sino que apuntamos a trabajar mas en conjunto con algunos objetivos muy ambiciosos para 2023 y 2024. Ojalá tengamos buena respuesta de nuestra(s) audiencia(s). Como dato: estos trabajos conjuntos también son una excusa para reunir la decena de personas de los equipos y disfrutar de unas cervezas mientras hacemos nuestra planificación. Detrás de las formalidades que se ven en las páginas, hay gente que también se divierte. Al grano: abajo esta el hilo para descargar el primer dossier conjunto entre ZM y EM.

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