El 9 de marzo la Armada Argentina brindó asistencia médica en la cercanías de las Islas Georgias, frente a un pedido de búsqueda y rescate proveniente del buque de investigación pesquera BIPO Víctor Angelescu perteneciente al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero.
En base a lo informado recientemente, el BIPO Víctor Angelescu se encontraba navegando a aproximadamente 90 millas de las Islas Georgias, cuando reportó que un tripulante de 55 años había sufrido heridas de diversa consideración, producidas por un accidente que provocó el aplastamiento en su pierna derecha.
Esta situación generada a bordo del buque de investigación científica activo los necesarios protocolos y el alistamiento para la realización de tareas de asistencia y evacuación medicada del tripulante herido, asumiendo el mando y coordinación de la operación el Centro Coordinador de Búsqueda y Salvamento Marítimo, Fluvial y Lacustre (MRCC) Ushuaia.
Las tareas de apoyo al BIPO Víctor Angelescu fueron llevadas a cabo por el Rompehielos ARA Almirante Irizar de la Armada Argentina, el cual se encontraban ubicado en el Pasaje Drake, con rumbo a la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, luego de completar la segunda etapa de la Campaña Antártica de Verano.
Con el aviso del caso SAR y en coordinación con las autoridades, el rompehielos cambió su rumbo para dirigirse en dirección al buque de investigación y brindar con todos su personal y medios abordo el apoyo a las operaciones. Mientras tanto, en la ciudad de Ushuaia personal del Hospital Naval monitoreaba la situación del paciente del Víctor Angelescu, brindado asesoramiento para la atención clínica a recibir abordo.
Siguiendo lo reportado por la Armada Argentina, el encuentro entre los dos buques fue realizado en horas de la noche del día de ayer, 10 de marzo, a una distancia de 350 millas náuticas (640 kilómetros aproximadamente) en una localización registrada al este de la Isla de los Estados. Las tareas de evacuación médica fueron realizados por un helicópteros Sea King del Comando de Aviación Naval, el cual traslado al herido a bordo del rompehielos Almirante Irizar, donde recibió una atención medica de mayor complejidad.
En lo referido al parte de salud, indicaron que el “se constató que presenta una fractura de peroné, se encuentra estable hemodinámicamente y fue inmovilizado con un yeso, para finalmente iniciar su traslado hacia un centro hospitalario en la ciudad de Ushuaia”.
Desde la Armada Argentina han destacado que “como Autoridad Nacional de Aplicación del Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Marítimo, Fluvial y Lacustre, designado por la Ley Nacional N° 22.445 es el organismo responsable que entiende en la salvaguarda de la vida en el mar, su asistencia y salvamento en la Región de Responsabilidad SAR de la República Argentina (RASRR) establecida por la Organización Marítima Internacional, trabajando de manera coordinada con los Subcentros Coordinadores de Búsqueda y Salvamento Marítimo, Fluvial y Lacustre de la Prefectura Naval Argentina”.
*Fotografías Armada Argentina.
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A esto se le dice hacer patria y marcar soberanía.
Así es Carlos, pero además Argentina podría también participar activamente en la inspección de la flota de pesqueros extranjeros existentes también fuera de la milla 201, área sobre la que nuestro país no ejerce soberanía, haciendo cumplir el Acuerdo sobre la Aplicación de las Disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo del Mar del 10 de diciembre de 1982 relativas a la Conservación y Ordenación de las Poblaciones de Peces Transzonales y las Poblaciones de Peces Altamente Migratorios, adoptado en Nueva York. y que nuestro país se incorporó oficialmente mediante la Ley nacional 25.290.
La ubicación de nuestros buques de control en la zona cercana a las Islas Malvinas y fuera de la milla 201 no debería ser motivo de conflicto si aplicamos lo convenido con los ingleses en los Acuerdos I y II de Madrid (tan vilipendiados por algunos) que conforme lo acordado, dando aviso a las autoridades militares británicas existentes en las islas y dando razón del ingreso, la base militar británica no debería formalizar ninguna oposición, ya que es parte de concretar la mejora de relaciones entre ambos países. Al menos ese fue el espíritu de los acuerdos de Madrid. Claro está que hasta ahora Inglaterra ha cumplido con poco de lo acordado y es hora de que Argentina exija de su par que honre la palabra comprometida.
Suelo dar como ejemplo del incumplimiento de Gran Bretaña a lo acordado los reiterados vetos en la compra de armamento con componentes británicos por parte de nuestro país o la no autorización de realiza vuelos de líneas aéreas desde nuestro país hacia las islas, sin intermediación. Es aquí donde se le da la razón a algunos opinólogos que los acuerdos de Madrid son denigrantes para Argentina.
Pero en lo personal lo peyorativo no está en la letra del acuerdo, sino en su mala aplicación, fruto de la debilidad de nuestros funcionarios.
Y cuando hablo de debilidad no me refiero que ante una violación al acuerdo por parte de Inglaterra le declaremos la guerra: existen infinidad de instrumentos de presión – principalmente económicos – que mostrarían en los hechos nuestro desagrado.
Por último y volviendo al tema control del Atlántico sur, Argentina necesita mayor equipamiento para poder cumplir con el mandato constitucional, pero este ya es un tema demasiado conocido para no agotar en su análisis.
La vigilancia de la zona marítima está limitada por el veto del imperio Británico, el cuál, pretende que no tengamos control aeronaval sobre la zona del Atlántico Sur por razones estratégicas más que conocidas.
Estimado, la responsabilidad también es nuestra. Sobretodo en la falta de medios. Ofrecimientos no han faltado, al contrario.
Argentina debe de cancelar todo Tratado con el Reino Unido y no debe de pedir permiso para entrar en aguas cercanas a las Malvinas.
Acaso el General San Martin hubiese pedido permiso.
La flojedad no conseguirá defender Soberanía.
David, un país en crisis económicas de años como el nuestro, completamente desarmado, si desistes de lo firmado te quedas sin nada en absoluto.
Lo que Argentina tiene que hacer es precisamente usar sus derechos que surgen del ordenamiento internacional y de lo firmado con los británicos, pero por supuesto debe contar con los medios físicos para hacerlo y por sobre todo, tener la decisión política de hacerlo.
Los ingleses han sido históricamente inteligentes a través de varios siglos y nosotros hemos siempre actuado – por ignorancia, corrupción o como le quieras llamar- con torpeza y es hora de aplicar decisiones inteligentes.
Tienes acuerdos firmados y nosotros tenemos el derecho de defender el eco sistema del Atlántico Sur más allá de la milla 200, de manera que solo estamos informando – no pidiendo permiso- que enviaremos buques de mínimo poder de fuego – suficientes para controlar buques pesqueros – por lo que no puede considerarse en modo algo intento de agresión, mucho menos violación a lo acordado.
Hoy defendemos nuestro interés económico en la zona. El día de mañana, si es que logramos tener un país respetado económica y militarmente tendremos mayores recursos para lograr una mejor posición. Ni China hoy puede imponer su poder de las armas para recuperar el territorio que considera suyo.