En el día de ayer, desde Zona Militar publicamos la primera parte de la entrevista a Roberto Adaro y Martin Novella, donde nos brindaron un panorama del estado y desarrollo de los actuales Proyectos Industriales de Defensa para las Fuerzas Armadas Argentinas. Buscando no solamente la incorporación de nuevos medios y sistemas a través de su mera compra, sino que estos tengan un necesario impacto en la industria nacional para la Defensa, a través de la inclusión de opciones de transferencia de tecnología, offset y producción local.
A lo largo de sus respuestas, nos permitieron tener una apreciación de lo que este sector puede contribuir al desarrollo productivo y tecnológico de la República Argentina. Aportándonos una visión macro de la actualidad de los principales proyectos, como particularidades, que se están llevando adelante desde el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas.
A continuación, compartimos a nuestra comunicada de lectores la segunda y última parte de la entrevista realizada al Subsecretario de Investigación Científica y Política Industrial para la Defensa, Licenciado Roberto Adaro, y al Director Nacional de Política Industrial para la Defensa, Licenciado Martín Novella. En la cual tendremos una visión micro de los proyectos impulsados durante los últimos meses y años.
ZM: Hay tres proyectos de batalla que tiene el Ministerio de Defensa con las fuerzas que implican inversiones importantes: el proyecto VCBR, los submarinos, y el caza multirol. ¿Cómo se trabajaría en esos casos para generar un offset?
Roberto Adaro: Estamos hablando de tres proyectos que están en estadios distintos, algunos con negociaciones más avanzadas, y otros que están aún en etapa de evaluación.
Cada proyecto está liderado por la Fuerza correspondiente, y liderado también por distintas áreas del Ministerio. Esta Subsecretaría sólo toma intervención en lo relativo a la exigencia de offsets y a las posibilidades de transferencia de tecnología o co-producción asociadas.
Martin Novella: En ese sentido hay dos modalidades de trabajo. Una es que el contrato principal mismo implique algún tipo de offset. Por ejemplo, en el caso de VCBR, todas las ofertas presentadas y analizadas incluyen algún tipo de ensamble local, algunas con mayor nivel de integración local que otras.
La otra posibilidad es suscribir el contrato principal y establecer en el mismo que en un plazo determinado se suscriba un acuerdo de offset subsidiario, bajo ciertos criterios. El caso del contrato del TAM 2C suscrito en 2015, por ejemplo, tuvo esas características. Otro proyecto de offset con estas características es el RBS-70, del cual esperamos tener novedades para anunciar muy pronto.
La selección de una u otra modalidad depende de cuestiones de oportunidad, según el estado y características de cada negociación, así como del sistema a adquirir. En todos los casos se inicia un proceso que, en primer lugar, implica relevar áreas de interés dentro de las FFAA, ya que lo más importante es satisfacer algún requerimiento particular. Y, en segundo lugar, implica un proceso de interacción y negociación con los contratistas posibles, a fin de solicitar propuestas y evaluar qué están dispuestos a ofrecer, ya que el costo asociado al offset debe estar contemplado en el precio final de adquisición.
ZM: Mencionaron también otra iniciativa, de una Resolución para un Programa de desarrollo de proveedores. ¿Qué características tiene?
Roberto Adaro: El Programa de desarrollo de proveedores para la defensa está basado sobre cuatro ejes: identificar, calificar, certificar, y promover.
Hoy no tenemos una base de proveedores de la defensa consolidada, por lo que lo primero es construir un “mapa”, una base de datos, que nos permita conocer cuáles son esos proveedores efectivos, cuáles son sus capacidades, y también conocer a quiénes quizás aún no son proveedores, pero por contar con capacidades estratégicas pueden serlo.
En segundo lugar, se trata de construir un Registro de empresas de la defensa, un catálogo que nos permita visibilizar nuestra base de proveedores calificados, y a partir de ellos promoverlos tanto entre las propias FFAA, las empresas de la Jurisdicción, así como para el exterior.
En tercer lugar, queremos tener una Certificación de empresa de defensa, un sello que permita generar una distinción adicional para aquellas empresas estratégicas, y que también les permita acceder a beneficios adicionales.
Y, por último, buscamos promover. En ese sentido, además de la posibilidad de acceder a los offsets, también buscamos canalizar recursos para nuestros proveedores. A tal fin estamos trabajando en estrecha colaboración con otras reparticiones, como los Ministerios de Economía y de Ciencia y Tecnología, en la coordinación de la asignación de líneas de financiamiento para proyectos vinculados a la defensa.
Pregunta: ¿Qué proyectos de tecnología y desarrollo consideran que este año podrían llegar a arrojar resultados?
Roberto Adaro: Sin ninguna duda va a haber noticias con respecto al proyecto TAM. El mecanizado del prototipo está finalizado y se está avanzando con la integración de los sistemas. El próximo mes debería empezar la Evaluación Técnico Operacional (ETO). Mientras tanto el mecanizado de las dos unidades siguientes ya empezó. Una vez concluida la ETO del prototipo se empezaría con la modernización en serie.
Para este año esperamos tener terminados, completamente modernizados y testados, una primera serie de varios tanques. Listos, operativos y distribuidos a las unidades de combate.
El tema crítico es la ETO porque una vez que se concreta, se congela la ingeniería del proyecto y se puede avanzar en la producción seriada.
Por otra parte, este contrato contempla un offset, con algunas particularidades, y cuya definición está en proceso. Este año no solamente queremos culminar ya con una tirada de tanques TAM 2C2A seriados, sino también con la negociación del offset concluida y en ejecución.
ZM: Además del TAM, ¿Qué otras expectativas hay en materia de proyectos para este año?
Roberto Adaro: Un punto elemental es garantizar la continuidad de todos los proyectos en curso, lo cual es desafiante en un año electoral..
En particular estamos trabajando en temas de simulación. Hoy no se compra un sistema sin su capacidad de simulación asociada. Las FFAA tienen importantes activos en ese sentido, diseminados en múltiples áreas y organizaciones. Por otra parte, existe en Argentina capacidades tanto en el sector privado como en el sistema científico-tecnológico en materia de simulación. Por ende, resulta factible que las FFAA cuenten con un nutrido entramado industrial capaz de resolver sus necesidades en materia de simulación.
El año pasado organizamos una exhibición interna de diversos proyectos en curso del Ejército en este sentido, a la cual asistieron el Sr. Ministro y los Jefes de Estado Mayor de las FFAA. También participaron representantes de las Fuerzas de Seguridad y agregados militares que hay en el país (porque son productos con potencial de exportación), y empresas privadas vinculadas a la defensa.
Allí se presentó el desarrollo de un simulador de camiones, montado ya en la escuela de suboficiales del Ejército para ser entrenen en la práctica antes de subirse un vehículo. Se encuentran desarrollados simuladores de armas portátiles, uno de pistolas y otro de FAL, que se desarrolla en conjunto con el Ejército adaptado a su reglamento de tiro. La particularidad que tienen estos estos desarrollos es que el soldado, cuando va a tirar, lo hace con su propia arma, se le adapta un kit que simula el retroceso y la cadencia del arma a disparar, y se le agrega un puntero láser que es la interfaz entre aquélla y el sistema de simulación.
A partir de esa presentación, las empresas e instituciones participantes empezaron a vincularse como en rondas de negocios y ya se están gestando convenios entre ellas, para escalar los desarrollos a una fabricación seriada y con potencial de comercialización dual en el mercado civil y de seguridad.
Otros proyectos de simulación en curso involucran a FADEA, con el desarrollo del simulador de Pampa, y el proyecto para iniciar el simulador del IA 100. Por su parte, la Fuerza Aérea también tiene varios proyectos de simulación en curso, por ejemplo, diversos proyectos del Centro de Entrenadores y Simuladores (CES) dependiente de la Dirección de Investigación y Desarrollo (DIGID), así como del puesto de comando de defensa aérea. Y también los tiene la Armada, que hace tiempo viene desarrollando mediante la DIGID varios proyectos, tales como simuladores de tiro, de observador adelantado, y de submarinos, entre otros. Todos ellos se tratan de grandes esfuerzos, realizados por personal altamente calificado y muy comprometido, que han arrojado resultados muy valiosos, y que permiten dotar a las FFAA de capacidades difíciles de obtener por otros medios.
El programa de desarrollo de proveedores contempla la conformación de mesas de trabajo sectoriales. Estamos analizando algunas de las primeras que nos gustaría institucionalizar y dejar instaladas. El objetivo es generar proyectos concretos, que den respuesta a demandas de la jurisdicción y tengan potencial escalabilidad.
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Me extraña que mencionen el FAL todavía, que ya deberían empezar a pensar en su reemplazo por algún tipo de fusil de asalto más moderno, algo que me pareció haber leído antes en ZM.
Triste porque todavía no hay resolución para los aviones supersónicos, la FAA pierde un gran porcentaje de su sentido sin una definición en éste tema.
Un area integrada a la vez… El que mucho abarca poco aprieta… Todo se puede comprar y todo se podria fabricar… Un proyecto chiquito pero completo…
Cesar, los FAL los están modernizando con los kits DSA de Sudáfrica
DS Arms es una compañía estadounidense.
Si no me equivoco, están usando el Fal en Ucrania. Parece que no está tan fuera de moda.
La modernización del FAL podría aceptarse, seguir usando el mismo fusil de hace 50 años ya no.