Durante 2022, Zona Militar tuvo la posibilidad de cubrir y publicar en contadas ocasiones diversas notas referidas a las aerocooperaciones que el Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina llevaron a cabo en la provincia de Córdoba y Mendoza. En estas publicaciones abordamos los diversos aspectos generales que demandan este tipo de actividad: desde las operaciones preparatorias y el alistamiento en la zona de embarque, pasando por los distintos elementos que participan de las mismas.
Sin embargo, detrás de las imágenes y videos en las que habitualmente se aprecian decenas de paracaidistas descendiendo en la zona de lanzamiento, existe un extenso proceso de planificación y preparación que usualmente mantiene un bajo perfil. A los fines de brindar a nuestros lectores un completo panorama de como son las actividades previas a una aerocooperación, y los esfuerzos que la misma demanda, visitamos a la Compañía de Apoyo de Lanzamientos Aéreos Paracaidista 4, subunidad dependiente de la IVta Brigada Aerotransportada que tiene a su cargo la guarda, acondicionamiento, mantenimiento, preparación y recuperación de todo el material asociado a los paracaídas de personal (automáticos y de apertura manual) y lanzamiento de cargas.
Tal como mencionamos, la Compañía cumple una función esencial durante cada aerocooperación así como durante todo el año, ya que la actividad de la subunidad es constante debido a las particularidades del material de dotación. Actualmente, la Compañía está constituida por una Plana Mayor, una Sección Comando y Servicios, una Sección Cargas Aéreas Pesadas y la Sección Paracaídas Personal, cada una de ellas con un rol específico.
Algunas consideraciones sobre aeroabastecimiento
Previo a avanzar en las tareas que cumple la Compañía de Apoyo de Lanzamiento Aéreo Paracaidista 4, abordaremos algunos conceptos generales referidos al aeroabastecimiento. Esta actividad consiste en ejecutar el lanzamiento de diversos tipos de cargas (usualmente acondicionadas sobre superficie de maderas o plataformas de duro aluminio) desde un avión de carga o helicóptero.
A los fines de realizar un aeroabastecimiento se tiene en consideración el tipo de lanzamiento y el método a utilizar. Los tipos se categorizan según la velocidad de descenso de la carga y son los siguientes:
Lanzamientos de bultos: No requiere sustentación ya que la carga que se entrega no se puede romper o resultar dañada algunos ejemplos pueden ser correspondencia o efectos como ropa, mantas , etc.
Lanzamiento de cargas de alta velocidad: Se utiliza cuando las condiciones en tierra exigen que la aeronave permanezca a gran altura para evitar amenazas. Este tipo de entrega requiere un paracaídas de extracción (este tipo de paracaídas no sustenta la carga, pero permite una velocidad de descenso controlada) será necesario una mayor cantidad de amortiguación debido a la velocidad que trae la carga en su descenso.
Lanzamiento de cargas de baja velocidad: Se utilizan paracaídas de sustentación. Estos paracaídas permiten una velocidad de descenso controlada similar a la que emplea un paracaidista y la elección del paracaídas dependerá del peso total a sustentar, algunos ejemplos podrían: el lanzamientos de suministros , agua combustible o vehículos livianos . La velocidad de descenso ideal ronda los 28 pies por segundo.
En cuanto a los métodos de lanzamiento, son:
Por extracción: Requiere un paracaídas de extracción (es un tipo de paracaídas ranurado. Estas ranuras evitan que el paracaídas explote en el proceso de apertura, permitiendo que el aire se disipe por dichas ranuras) para sacar la carga de la parte trasera del compartimento de carga del avión. Se utiliza para casi todas las cargas grandes de baja velocidad, como vehículos y contenedores.
Por gravedad: Requiere que el avión eleve la nariz entre 5 y 10 grados en la trayectoria previa al lanzamiento y, una vez alcanzado el punto de impacto, por medio de una acción mecánica realizada por los operadores de rampa, esto permite que las plataformas o contenedores se deslicen por los rodillos con que cuenta el piso del avión.
Por lanzamiento de puerta: Implica la salida de los suministros por cualquiera de las puertas (o por ambas) de la aeronave. Normalmente la carga está configurada en contenedores ligeros, aptos para el manejo del personal.
La Compañía de Apoyo de Lanzamientos Aéreos Paracaidista 4: Sección Cargas Aéreas Pesadas
La Sección Cargas Aéreas Pesadas mantiene un sinnúmero de responsabilidades. Su rol central es acondicionar la carga que abastecerá a la tropa en el terreno, una vez que es elevado el requerimiento. Esto implica la activación de un proceso de planificación a los fines de determinar el tipo de carga a lanzar y el método a emplear (extracción o gravedad) , de acuerdo con parámetros requeridos. El aeroabastecimiento no se limita al apoyo de las unidades de la IV Brigada Aerotransportada, sino que se realiza con cualquier unidad o elemento terrestre, utilizando los diversos medios aéreos de transporte actualmente a disposición.
En el caso del Ejército Argentino, se emplean los C/KC-130H Hércules de la Fuerza Aérea, así como los C-212 de la Aviación de Ejército. La Sección también ha implementado el aeroabastecimiento desde helicópteros UH-1H, por lo que su personal cuenta con el adiestramiento y experiencia que le permite adaptarse a las particularidades de cada aeronave de ala fija (aviones) o ala rotativa(helicópteros).
La Sección está conformada por cuatro grupos: Pelotón Comando, Grupo Sustentación, Grupo Amortiguación y Amarre y el Grupo Extracción y Liberación.
El grupo sustentación se encarga de acondicionar los paracaídas del plegado, almacenamiento por manual, evaluación de condiciones y realizar los cálculos de cantidad de paracaídas a emplear en una plataforma tipo V. El trabajo del personal se respalda por medio de una lista de comprobación, donde jefe va controlando que los plegadores vayan realizando paso por paso. Una vez que paracaídas está acondicionado, se toman los datos por número de serie y se agrega en carpeta donde quedan asentados todos los detalles.
Una vez que se realiza la aerocooperación y se recupera el material y realiza un chequeo a los fines de dar con novedades. En caso positivo, las mismas se dejan asentadas en las planillas de control, pasando el material al taller (elemento a parte perteneciente a la Sección Servicios) para su reparación. Si los daños son de consideración, se realiza la actuación correspondiente y se da de baja al mismo.
En cuanto a las novedades más recurrentes, las mismas suelen darse por acción del terreno: daño por arrastre, enganches con ramas (desgarros). A los fines de evitar el deterioro del material, gana una importante relevancia el proceso adecuado por check list. Un mal plegado puede generar novedades, como por ejemplo quemaduras por rozamiento.
El Grupo Amortiguación y Amarre realizará los cálculos de cantidad de amortiguación (Honey Comb o telgopor) y será los responsables del amarre de la carga.
Para finalizar, el Grupo Extracción y Liberación tendrá la misión de la vinculación de los sistemas de extracción necesarios en una plataforma tipo V como también los sistemas de liberación de paracaídas.
Cargas de acompañamientos y contenedores
Uno de los elementos básicos que acondiciona la Sección son las cargas de acompañamiento por medio de un contenedor de nombre A 7, las cuales sirven para abastecer a los paracaidistas con provisiones adicionales a las que llevan en sus mochilas: munición, raciones secas, etc. Se denominan “de acompañamiento” porque su lanzamiento se realiza previo al salto del personal.
El proceso de lanzamiento es similar al de los paracaidistas, ya que se engancha el paracaídas del contenedor A7 a la línea estática del C-130 Hércules, para luego ser empujado por los Jefes de Lanzamiento. Cuando se utilizan helicópteros, la operatoria es similar solo que el enganche es reemplazado por un paracaídas de extracción. El jefe de lanzamiento no solo está atento al lanzamiento de la carga a través de un patín implementado para facilitar el trabajo (rodillos), sino que también debe lanzar el pilotín, el cual abre el paracaídas que sustenta la carga.
El siguiente paso, en lo que a volumen de carga se refiere, lo constituye el contenedor A22, el cual tiene una capacidad de hasta 1000kg. Este sistema de entrega es uno de los más populares ya que puede emplearse y adaptarse a todo tipo de carga. El proceso incluye el ajuste y centrado de la carga, cerrándose con las hebillas de fricción (3 de cada lado). Posteriormente, se vincula con bandas de extensión y con banda de 3 pies/ 3 vuelta, a la cual se vincula el raiser del paracaídas G12. De acuerdo con la explicación que nos brindó el encargado de la Sección, el sargento primero Matías Alanís, el contenedor A22 resulta práctico para cargas como: motocicletas, bidones de agua, tanques de combustible, efectos de intendencia, alimentos, etc.
Otro elemento que integrar el A22 es el patín de madera (fenólico, de 1,2m x 1,2m), el cual es acondicionado por el personal de la Sección. Su función es la deslizar el contenedor, operando en conjunto con los rodillos de la aeronave.
El A22 también se acondiciona con material de amortiguación, disponiéndose entre el patín y la carga. Pese a que lo recomendado es el cartón honey comb ya que este material permite disipar la fuerza del impacto en su llegada a tierra, debido a su baja disponibilidad y difícil adquisición, llevó a emplear otros métodos para la disipación del impacto, como es el empleo de poliestireno expandido (mejor conocido como Telgopor) de densidad 12, material que logra atender requerimientos propios de la actividad y que además resulta reutilizable. Conforme los requerimientos elevados para el aeroabastecimiento, un Hércules puede acomodar hasta 16 contenedores A22, cada uno con una carga de hasta 1000 kilogramos.
Cargas Pesadas
Una de las razones de ser de la Sección corresponde al acondicionamiento y preparación de cargas pesadas, trabajo que demanda el uso de plataformas de duro aluminio conformadas por paneles acoplables. Esta característica particular permite lograr diversas configuraciones de longitud según el tipo de carga que se requiera lanzar. La de menor dimensión es la de 8(FT) pies, mientras que la más grande (compatible con C-130 Hércules) es la de 32(FT) pies. Para su adiestramiento en el lanzamiento de cargas en plataforma, la Sección actualmente dispone de un todoterreno MB230, un Lohr Fardier, un cañón Oto Melara M-56 y motos.
Al igual que con los contendores, el uso de plataforma guarda sus complejidades. Uno de los primeros pasos es considerar si la carga se encuentra dentro de los parámetros de una plataforma tipo V en cuanto al peso Min y Max para las plataformas (8,12,16,24,32FT). El siguiente paso será realizar los cálculos de centro de gravedad de la plataforma, a los fines de evitar una caída inclinada. Una vez obtenida, se hace coincidir con el centro de gravedad de la carga. Para el caso de los vehículos, el cálculo debe tener en cuenta factores adicionales, por lo que resulta más complicado que cajones de munición, por mencionar un ejemplo.
Una vez acondicionada la carga, se procede a realizar la prueba con la grúa y el gancho para apreciar coincidencia de los centros de gravedad En paralelo, se efectúa otro cálculo para establecer la cantidad de amarres necesarios, teniendo en cuenta que la plataforma, una vez que sale del avión, lo primero que liberará será el paracaídas de extracción.
La deducción para los conjuntos de amarre se realiza teniendo en cuenta la fuerza G que recibe la carga a la salida del avión (recibe 4G iniciales hacia adelante, 2 hacia atrás y uno hacia arriba). El cálculo se hace dependiendo del peso de carga dividiendo capacidad de conjunto de amarre. El resultado da la cantidad de amarres necesarios. Como medida de seguridad, siempre se trabaja con amarres adicionales.
Uno de los componentes que juega un rol vital para la extracción de las plataformas es el conjunto denominado Extraction Force Transfer Coupling (EFTC), el cual está diseñado para transferir la fuerza de tracción del paracaídas de extracción de la plataforma al despliegue del paracaídas de carga principal.
Básicamente, el trabajo del EFTC es liberar el paracaídas extracción por medio de la tracción de la plataforma cuando esta se desliza por los rodillos del piso de la aeronave. El EFTC cuenta con un pie mecánico, el cual se arrastra con la plataforma hasta que se queda superficie de apoyo. Cuando esto sucede, se libera el link de tres puntos, el paracaídas de extracción sigue trabajando y empieza a abrir los paracaídas de sustentación. Una vez que estos últimos salen de su empaque, el paracaídas de extracción se va para un lado con bolsas mientras que los de sustentación se mantienen con la plataforma.
Uno de los puntos más importantes para lanzamiento de cargas desde plataformas es el correcto chequeo del EFTC, controlar que las vinculaciones y que el material no presente novedades. También hay que tener en cuenta que todo el trabajo con cargas es coordinado con personal de la Fuerza Aérea Argentina. Cuando se llevan los contenedores o plataformas a la zona de embarque, integrantes de la Sección realizan un nuevo control por medio de check list, proceso que es replicado por la FAA cuando se hace entrega de la carga. Toda esta información es trasladada a documentos, quedando asentados en sus respectivas planillas. En cuanto al desplazamiento de las contenedores y plataformas, las mismas son movilizadas desde las instalaciones de la Sección hasta la zona de embarque por medio de tráileres y camiones. La carga en los C/KC-130 Hércules se efectúa de manera directa, sin mayor asistencia que la del personal presente.
Sección Paracaídas de Personal
La Sección Paracaídas de Personal concentra todo el material de ese tipo, tanto de apertura manual como automática, que es utilizado por la Brigada Aerotransportada, así como por otros elementos, tales como la Fuerza de Operaciones Especiales. A cargo del teniente primero Fernando Rey Bravo, la Sección tiene como rol específico plegar y disponer el equipamiento para cada aerocooperacion. La Sección cuenta un edificio dividido en diferentes salas: Sala de Plagado, Sala de Aireado, Sala de Desenredado y Sala de Almacenamiento. En la primera se disponen los paracaídas que han sido utilizados en saltos a espejos de agua por haber adquirido humedad o haberse mojado. A los fines de evitar daños en el material por acción de la humedad, se debe airear entre 15 a 20 días, tiempo que demanda el secado de los arneses y cuerdas, según nos cuenta su Encargado el sargento primero Walter Duarte.
Leyendo estas líneas y a simple vista, puede resultar una carga de trabajo normal. Sin embargo, el trajín de la Sala no termina acá ya que no solo se trata del plegado de los paracaídas, sino que también se suma hacer la carga, traslado, recuperar, desenredar y volver a plegar el material, lo que se traduce en un esfuerzo constante cuando hay aerocooperación ya que, por disponibilidad del material, el mismo debe estar alistado para el siguiente día de actividades. Vale recordar que las aerocooperaciones suelen tener una duración de 3 a 4 días, mientras que, en mejores años, la actividad se extendía por una semana.
También hay que tener en cuenta que la Sala de Paracaídas de Personal no solo se aboca en el plegado para atender la demanda de una aerocooperación, sino que también mantiene un ciclo continúo debido a que los plegados de los paracaídas principales y de reserva tienen vencimiento: 60 y 90 días respectivamente. Una vez vencidos, el material se tiene que desplegar, airear por un lapso no menos a 24 hs y volver a plegar. A los fines de evitar vencimientos conjuntos, el material se separa por lotes, permitiendo una rotación constante, cabe destacar que cada sistema de paracaídas posee una trazabilidad que es el registro de procedimientos que permiten seguir el proceso logístico de un paracaídas y consecuentemente la evolución del mismo desde su puesta en servicio hasta su baja. Como dato, podemos agregar que cada material de paracaídas posee su libreta de registro donde se asienta la vida útil del material, así mismo el personal de plegadores para cada año militar son comprobados y certificados para plegar cada uno de los sistemas.
El recurso más importante: el personal
Uno de los elementos de mayor valor que integran la Sala es su personal, ya que la formación de recursos humanos capacitados demanda una considerable inversión de tiempo para alcanzar estándares requeridos. Si bien el curso de plegador es corto, formar una pareja de plegadores lleva tiempo ya que se busca un perfil particular, el cual se ve fortalecido una vez que completan el curso de paracaidista.
Actualmente, la Sala Paracaídas Personal cuenta con el apoyo de agentes civiles, los cuales gracias a su experiencia de décadas en la métier ofician como supervisores, además de transmitir conocimientos a las nuevas generaciones. Su presencia también forma parte de otra instancia de control, la cual tiene un supervisor en cada sección de la Sala.
El personal de la Sala también brinda los servicios para aerocooperación, los cuales se realizan en la zona de embarque y de lanzamiento. En la primera, se dispone de un oficial fiscalizador, un encargado de material y un soldado de cómputos. Este último toma los datos en la línea equipamiento. En la zona de embarque también se recuperan las bolsas de los paracaídas que quedan en la línea estática del Hércules.
Por su parte, en la zona de lanzamiento se establecen tres puntos de recuperación, con un Jefe y un auxiliar por cada puesto. En estas posiciones se hace entrega de los paracaídas, se asientan los datos y se cierra circuito.
Material
Actualmente, la Sala Paracaídas Personal cuenta con los paracaídas de apertura automática MC1- 1D de origen estadounidense y brasilero. Para el caso de los de apertura manual, se dispone de los modelos MC5, JANUS 300 y los recientemente incorporados JANUS 400 multimisión dual tándem.
Vale destacar que los paracaídas de apertura manual tienen sus particularidades, no solo por su funcionamiento. Por ejemplo, el plegado de la vela principal lo realiza el propio paracaidista mientras que la reserva solo está a cargo de personal certificado.
El nuevo material multi-misión permitirá mejorar algunos aspectos relacionados con la capacidad de carga (205kg) máxima para los sistemas 300 y (260 kg) para los 400, así como planeo gracias a su tela en intra-dos F111, mientras el extra-dos es cero permeabilidad. Estas condiciones lo transforman en un material hibrido. También mejoran las condiciones para saltos en sistema automático dado a sus accesorios, facilitando el escalonamiento de los paracaidistas. Para una sección de exploración que se lanza a unos 25.000 pies, se cuenta con una capacidad de planeo de unos 45/50 km con condiciones climáticas acordes, incrementando uno de los medios de infiltración por excelencia.
Organización:
- Grupo Desenredado: está organizado por un jefe de pelotón que como tal desempeñara un agente civil o cuadro perteneciente a la sección con experiencia el cual controlara el proceso de desenredado y verificará que se registre debidamente las novedades e identifique dichas novedades para ser remitidos al taller de reparaciones.
- Grupo Plegado: está organizado por un jefe de grupo plegado y un supervisor cada dos mesas y dos o tres plegadores por mesas según el método de plegado a utilizar. Actualmente, la Sala de Plegado cuenta con 5 mesas. Durante el plegado de los paracaídas se mantienen los estándares establecidos por el fabricante, por lo que no hay mayores variaciones en el trabajo. En una jornada normal, una pareja de plegadores puede plegar hasta 30 y eventualmente hasta 35 paracaídas.
- Grupo registro: controla la confección, compaginación y archivo de la documentación; el registro del proceso de trazabilidad de los paracaídas en el sistema digital, a fin de mantenerlo permanentemente actualizado.
- Grupo paracaídas de apertura manual: tiene a cargo los sistemas de apertura manual anteriormente mencionados en sus diferentes modelos, MC5 origen EEUU, JANUS 300 Y 400 de origen español, guarda, custodia y mantenimiento de los equipos del Batallón de inteligencia DR, este grupo realiza los mantenimientos replegados de los paracaídas de uso no intencional (reservas) inspección, registró y asesoramiento para las diferentes actividades de aerocoperacion de alta infiltración.
En cuanto al material de la Sección Cargas Pesadas, se cuenta con:
Paracaídas T-10 RCA (Reserva Carga Acompañamiento): Una vez que Sala de Personal lo da de baja por haber llegado al límite de su vida útil establecido por manual, pasa a ser material de dotación destinado al lanzamiento de cargas. Recibe una modificación menor con el cambio de manija de apertura, lo que permite su apertura por línea estática. Tiene una capacidad de 140kg de carga máxima.
Pilotín de Extracción 68¨: Asiste a la extracción de paracaídas.
Paracaídas de Extracción G-15: Actúa en el momento de extracción de la plataforma y de los paracaídas de sustentación. Su carga máxima es de 227kg.
Paracaídas de Extracción G-22: Asiste en el lanzamiento de cargas grandes. Tiene una capacidad de 997 kilogramos.
Paracaídas de Sustentación G-14: Asiste en el descenso de la carga. Su capacidad máxima es de 227kg.
Paracaídas de Sustentación G-15: Asiste en el descenso de la carga. Su capacidad máxima es de 1000kg (contenedor A22).
Los paracaídas de sustentación se pueden combinar en lo que se denomina racimo. Para su utilización se realiza un cálculo donde se resta un 25% de la capacidad por pérdida de sustentación, ya que los paracaídas no trabajan de manera completa.
Agradecimientos: Al Ejército Argentino y a la IV Brigada Aerotransportada. Una especial mención para el Teniente Coronel Alejandro Ojeda y todo el personal que integra la Compañía de Apoyo de Lanzamientos Aéreos Paracaidista 4.