Días atrás el Ministerio de Defensa anunció que el Astillero Río Santiago (ARS) y TANDANOR emprenderán la construcción y modernización de buques para la Armada Argentina. En marco de este acuerdo, se destaca que las partes intervinientes continúan la etapa de análisis para la construcción de un buque de desembarco multipropósito, sin definirse aun el modelo elegido.
Contar con buque que permita la proyección de las distintas unidades de la Infantería de Marina resulta fundamental a la hora de dotar a la Armada de medios adecuados para cumplir con su misión sobre el extenso litoral marítimo. Durante 50 años, la Armada conto con buques especializados para las tareas de desembarco, destacándose en la primera etapa los Buques de desembarco de Tanques (LST- Landing Ship Tank), Buques de Desembarco de Infantería (LCI – Landing Craft Infantry), Buques de Desembarco de Materiales (LSM – Landing Ship Medium) adquiridos a los Estados Unidos una vez concluida la II guerra mundial.
La doctrina generada por estos buques en la Armada concluye con la construcción en el Astillero Rio Santiago (en su momento AFNE – Astilleros y Fabricas Navales del Estado) del buque de desembarco de tanques ARA “Cabo San Antonio” (Q-42), de destacada participación en la movilización frente al ligio limítrofe con Chile a finales de 1978, y en la Operación Rosario en 1982. Cabe destacar que la Armada Argentina contó entre 1970 y 1981 con el buque de desembarco dique (LSD – Landing Ship Dock) ARA “Cándido de Lasala” (Q-43)
Hoy en día, los cambios en la doctrina naval implicaron cambios maniobras de desembarco, dejando en evidencia la importancia de contar con buques con dique inundable que permitan desembarcar a una mayor distancia de la cabecera de playa, evitando ser fácil blanco del accionar enemigo.
Recientemente, ha trascendido que el buque a construir correspondería a un Buque de Desembarco de Tanques, específicamente el diseño LST 100 del astillero DAMEN. Si bien las características del mismo (el buque tendrá unos 100 metros de eslora, 16 metros de manga y de puntal 7,75 metros, velocidad 16 nudos y una autonomía de 4000 millas náuticas o bien 15 días de operación) coincide con los requerimientos informados oportunamente en reuniones entre el Ministerio de Defensa, la Armada Argentina, y los astilleros Rio Santiago y Tandanor, la decisión por este tipo de buque no estaría aun definida.
En ese sentido y tras consultas realizadas por Zona Militar, se ha mencionado que todavía se están analizando las distintas opciones de buque, los costos de cada uno y las posibilidades de construcción local. Estos y otros puntos específicos del análisis son los que concluirá la Armada Argentina en los próximos días para luego girar la solicitud formal hacia el Ministerio de Defensa con sus consideraciones.
Posteriormente, con el analisis realizado por la Armada Argentina y las distintas opciones, entra las cuales se encuentra tanto el LPD clase Makassar como el LST clase 100 de Damen, será la institución civil la que determine y asigne los recursos necesarios para avanzar con el proyecto. Sin embargo se descarta que es un proyecto que se quiere ver definido en el corto plazo.
Las capacidades anfibias en la región:
Los buques del tipo LPD/LPH pasaron a formar parte en la ultima década de las Armadas de Brasil, Chile y Perú. La Marina de Brasil, actualmente opera al NAM “Atlântico” (A140) (ex HMS Ocean – L12), un buque portahelicópteros con capacidades de desembarco, que resulta del buque de mayor tamaño y capacidad en la región. También cuenta con un buque clase Foudre renombrado NDM “Bahia” (G40) (ex Siroco – L 9012) y el LST Clase Newport “Mattoso Maia” (G-28) ex USS Cayuga (LST-1186).
La Armada de Chile, por su parte, opera al LPD clase Foudre “Sargento Aldea” (LSDH-91), complementándose con dos buques clase Batral “Rancagua” (LST-92) y “Chacabuco” (LST-95).
El caso del Perú resulta particularmente atractivo, teniendo en cuenta que fue el único país que opto por la construcción de sus propios buques de desembarco. El astillero SIMA, en conjunto con Daewoo han construido dos buques para la Marina de Guerra del Perú. Pertenecientes a la clase Makassar, el BAP Pisco ya ese encuentra en servicio, mientras que el BAP Paita ya ha sido botado, esperándose su entrada en servicio en el corto plazo.
La clase Makassar, por tratarse de un LPD, posee un mayor numero de ventajas operativas, teniendo en cuenta que, además de su capacidad para realizar misiones de proyección de fuerzas anfibias hacia las costas, pueden realizar operaciones de helitransporte, carga de suministros, buque hospital, de apoyo, entre otras mas. Este tipo de buques desplazan unas 12 mil toneladas a plena carga, con la posibilidad de portar en sus 122 metros de eslora unos 13 vehículos y hangarar a 2 helicópteros u operar con 3. Tiene una autonomía de unos 45 días, pudiendo transportar a unos 400 soldados.
La capacidad de operar entre 2 y 3 helicópteros medianos del tipo Sea King, permitiría realizar operaciones de helidesembarco, o bien operar en misiones antisuperficie (ASW) con el despliegue de helicópteros PH-3 Sea King. Además, frente al LST-100, la capacidad de tropas es superior: la clase Makassar puede transportar hasta 400 infantes, mientras que la propuesta de Damen solo a 234.
Los LST, de menor desplazamiento, parecen tener su ventaja respecto a su coste de construcción y operativo, además de ser una plataforma apta para operar en zonas de escaso calado, gracias a su diseño que permite la varadura controlada del mismo, pudiendo brindar apoyo a misiones subsidiarias de las fuerzas armadas, como ser apoyo a la comunidad.
Durante un breve lapso de tiempo a fines de la década del 70´, la Armada opero tanto un LST como un LPD. Esto demuestra que ambas opciones no solapan su función, como tampoco resultaría, en un principio, una propuesta superadora a la otra. Ejemplo de esto son las Armadas de Brasil y Chile que operan buques de ambos modelos.
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Otra vez van a dar la vuelta a la calesita como hicieron con el avión, que esto si que esto no se van de viaje a holanda después a corea para al final no comprar nada.
Sino fuera por que creo que todos los argentinos vivimos en un LOOP constante, seria una buena noticia. Sin embargo todas estas noticias terminan en la nada ya que con cada gobierno nuevo, se vuelve todo a foja cero.
En un principio, cuando se empezó a hablar de un LPD o similar, la Armada se fijó en un modelo italiano parecido al San Marco o San Giorgio destacando que podían tener un dique interno para lanchas de desembarco; lamentablemente los deseos de las FFAA nunca se toman en consideración, como sucedió con los aviones. Ahora se puso de manifiesto la intención de fabricar un modelo “Makassar” en contrato con Corea, pero hay una verdad, entre el drama económico y la inoperancia política que hay en Argentina, lo más probable es que no suceda nada. Inglaterra no necesita bloquearnos, basta con los dirigentes y funcionarios que tenemos.
Los dirigentes y funcionarios son títeres.. y fáciles de comprar …
Siempre fue un problema la chapa naval porque es mas ancha que la que se usa en la industria .hay que licitarla en el exterior y la entrega puede tardar un tiempo considerable. Otra problema es la entrega del dinero para la construcción ya que se entrega en cuotas y al no cumplir con la misma no se puede avanzar con la construcción. Esto último paso con los barcos para Venezuela que dejó de pagar.
Venezuela los pagó al contado. Se comieron el dinero.
Sin un programa serio de equipamiento, la forma de hacerlo y la obtención del dinero disponible para ello, todos estos proyectos normalmente terminan en la nada. Es simplemente anarquía. Al final y frente a los hechos consumados de extrema necesidad, compran a las apuradas cualquier cosa usada que consigan.
Sin planes es difícil avanzar.
Por que no se ponen a modernizar la MEKO ARA Heroina y dejan de esperar la rueda lenta que tiene Inglaterra. Es un buque de guerra tirado el el puerto , con tripulación activa.
Con la delicada situación económica del país, creo que se están queriendo afrontar más proyectos de los que podemos pagar. No digo que no sean necesarios, lo son y vaya que lo son, pero desgraciadamente el presupuesto no parece dar para todo lo que se quiere hacer. Esperemos que un buque de este tipo se fabrique y nuestra aguerrida IMARA tenga los medios para poder proyectarse desde el mar. El tiempo dirá.
De nada sirve fabricar buques sin un presupuesto sustentable. Argentina hoy sufre de fuerzas de defensa y ataque. Difícilmente se pueda hacer algo lógico sin dinero para consumar las necesidades vitales de las 5 fuerzas (Armada, Ejercito, Aviación, Prefectura y Gendarmería). Los tiempos cambian y Argentina debería estar preocupada por la defensa con materiales propios que puedan copiar tal como lo hicieron los Chinos. No podemos mover grandes cantidades de dólares al exterior, pero si hacer que entidades estatales como FADEA, ARS, FM y otras se reconviertan y fabriquen elementos para la defensa de nuestro territorio tan extenso.
Coincido totalmente Domingo, pero lo más importante en estos programas es la I&D y eso lleva dinero y tiempo. Por ello es importante asociarse con terceros en aquellos programas ya definidos desde lo tecnológico, aportando Argentina capacidad industrial y aporte científico para la evolución de los sistemas de armas, que te permitan autonomía en la parte “sensible” de dichos sistemas evitando vetos indeseables.
Sin embargo para ello hace falta primero la decisión política de hacerlo, fijar por ley los correspondientes programas de equipamiento, cómo y con qué lo haremos y por supuesto lo obvio: poner la plata en los presupuestos anuales y obligar al funcionario a su cumplimiento, evitando desvíos o distorsiones de las partidas asignadas. Por supuesto asociarse implica incorporar el sistema para el uso de nuestras FFAA y si es posible, con visión exportadora.
Lo mencionado precedentemente es una parte de la política industrial de cualquier país, integra su PBI cómo industria para la Defensa. Pero parece que esto nuestros políticos lo desconocen. O lo disimulan muy bien.
Como las OPV, que estuvieron 15 años analizándolas…