Durante el día de ayer, 4 de abril, el Ministerio de Defensa de la República Argentina dio a conocer la visita y reunión con una comitiva de Senadores del Congreso de los Estados Unidos. El encuentro sostenido con el titular de la cartera, Jorge Taiana, apuntó a profundizar el intercambio y cooperación en diversos temas de agenda bilateral en materia de defensa.
La comitiva del Congreso de los Estados Unidos estuvo encabezada por el Senador del Partido Republicano por el Estado de Texas John Corny. Siendo acompañados también por el Embajador de los EE. UU. en la Argentina, Marc R. Stanley. Esta no es la primera oportunidad que el representante del gobierno estadounidense visita el Edificio Libertador, reportándose reuniones oficiales previas a mediados del pasados mes de marzo.
Al día de la fecha, el Ministerio de Defensa de la República Argentina no ha emitido un comunicado oficial. Reduciendo a un breve tweet en las redes oficiales del titular de la cartera en el día de ayer. No obstante, en las reuniones sostenidas ayer es posible que diversos temas de cooperación, traducidos en cuestiones relativas al equipamiento para las Fuerzas Armadas Argentina hayan sido mencionadas.
Como sea ha reportado, las Fuerzas Armadas Argentina poseen múltiples requerimientos para la adquisición de material. Siendo los principales la adquisición de cazas supersónicos para la Fuerza Aérea Argentina, de Hércules C-130H adicionales, como de aviones de patrullaje y vigilancia P-3C Orion. De los cuales se han recibidos ofrecimientos y propuestas por parte del gobierno de los Estados Unidos durante los últimos años.
No obstante, en caso de avanzar las gestiones a través de los canales burocráticos, uno de los necesarios pasos será recibir en primer lugar la autorización del Departamento de Estado para la posterior aprobación del Congreso de los Estados Unidos. Proceso usual dentro del programas conocidos como Foreign Military Sales (FMS) y Excess Defense Articles (EDA), los cuales tiene como uno de sus últimos pasos la aprobación legislativa.
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Otra vez comienza el contubernio que, al final, no nos lleva más que a perder tiempo, hay armamento que ya hace más de 10 años que podría haberse comprado sin todas estas vueltas y sin que EEUU metiera sus narices.
Csar. Las venta de sistemas de armas de carácter militar desde USA se realizan siempre con autorización del Congreso. No se mala la visita, al contrario, en la medida en que Argentina tenga realmente el deseo de adquirir equipamiento norteamericano. Ahora, si vamos a seguir flirteando con diversos novios, claramente es una pérdida de tiempo.
Como solución coyuntural al vacío de equipamiento existente, no esta mal como solución de ocasión, pero personalmente estoy cansado de que nuestros gobiernos solo realicen parches anárquicos en un tema tan importante como es la defensa nacional.
Vienen a apretar y estorcionar cómo siempre. Con Tatiana no van a joder pero con Alberto… Ya sabemos
EEUU apoyó la renegociacion de la deuda con el FMI. Y se oferece colaboración en varios campos, no sólo en defensa. Pero haga lo que haga el Tío Sam siempre será criticado…
El embole, Proindustria, es que aparezcan a mostrar su sonrisa ahora, después de décadas buscando “el” equipamiento militar por excelencia, como si quisieran (seguro) tratando de impedir que seamos clientes de otra potencia como único fin..
De las decisiones gubernamentales nuestras no hablemos porque sería una pérdida de tiempo.
Lo que sucede Csar es que el mundo cambia en forma dinámica y lo que antes no hacían porque su asociación con UK no les permitía entregarnos equipos, hoy su necesidad de contrarrestar el ascenso de China como primera potencia les obliga a reemplazar su discurso. Es un proceso irreversible que Estados Unidos hoy puede enfrentar gracias a su potencial tecnológico, pero lo que suceda mañana nadie lo puede hoy prever.
Lo irónico es que lo que hoy es China en gran medida la culpabilidad recae en las industrias norteamericanas y europeas que hicieron crecer el monstruo, pensando que siempre podrían aprovechar la mano de obra barata en un país subdesarrollado como era China en el inicio del proceso. Deng Xiaoping les hizo pegar un tiro en el pie y los gobiernos norteamericanos y europeos no supieron ponerle límites a sus propias industrias, a punto tal que generaron pérdidas enormes de empleos en sus respectivos países, lo que fue aprovechado con gran inteligencia por los gobiernos chinos. Hoy China está desarrollando su propia ciencia y tecnología con diseños primeros copiados pero luego mejorados en una evolución increíble. Y esto lo sabe la inteligencia norteamericana.
Por otro lado, el conflicto Ruso-Ucraniano ha demostrado que solo con tecnología un país no gana una guerra, si no sustenta su esfuerzo en una sólida industria nacional para la defensa.
El tema con el armamento de EEUU es que nos ponen en el peligro de sufrir vetos y embargos, como en décadas anteriores, dependiendo de la política interna y externa del pa{is. En forma indirecta, nos ponemos en manos de UK, ya que es bien sabido de qué parte se pone EEUU en un conflicto potencial con nuestro país. Podremos usar esos armamentos, sobre todo los aviones y helicópteros, siempre y cuando no signifiquen un peligro para los intereses de EEUU, esto comprende a Malvinas. Ojo, hasta los repuestos de los camiones estarían en peligro.
Proindustria, lo que sucede, según lo que decís, es que nuestro país está en una debilidad económica e institucional tan grande que no tiene capacidad de autodeterminación como para elegir, libremente, el armamento para su defensa.
Conclusión: somos un botín de guerra disputado por China y EEUU, nosotros no decidimos nada. Corremos el riesgo, día a día, de transformarnos en país satélite?
Csar, quizás nuestro país no llegue a ser un país “satélite” con lo que peyorativamente se solía designar a algunos países, pero indudablemente nuestro país ha sido “influído” desde principios del siglo XIX por las potencias que dominaban el comercio internacional.
Ni aún siendo principales acreedores de dichas potencias hemos podido hacer uso de decisiones soberanas. Estas circunstancias geopolíticas son aprovechadas tanto por la izquierda como la extrema derecha para decir que la culpa la tienen “el o los imperios”, cuando en realidad la culpa la hemos tenido siempre los habitantes de las Provincias del Rio de la Plata primero y luego de la República Argentina cuando se institucionalizó en el año 1853. Los imperios simplemente se aprovecharon de nuestras falencias, principalmente de la moral corrupta de alguno de nuestros representantes.
Es un problema cultural de nuestra gente. Tenemos un “sistema político” razonablemente adecuado para gobernar en forma idónea, pero casi siempre hemos caído en “regímenes políticos” que fueron verdaderos desastres que coadyuvaron a la degradación por décadas de nuestro país. Y ello claramente es un problema cultural: básicamente no sabemos elegir a nuestros representantes a través del voto y esto es lo primero que tenemos que cambiar.