Este autor ha mencionado su opinión en múltiples artículos sobre la compra de vehículos blindados para el Ejército de Colombia, por lo que no es sorpresa la aparición de una publicación en la Revista Semana que, con documentos en mano, denuncio sobre costos y además presiones extralegales y censura por parte de un Viceministro y varios Generales a los periodistas que encontraron las irregularidades en la compra de LAV III.
Tan serias son las denuncias que el Ministerio de Defensa tuvo que presentar un comunicado a la opinión publica el día 23 de abril de 2023 donde entre otros aspectos se “ha solicitado a la Contraloría General de la República una auditoría especial relacionada con toda la contratación efectuada el pasado mes de diciembre en ejecución del Conpes 4078, a la que se hizo referencia en un comunicado del ministerio, publicado el pasado 6 de febrero de 2023.” El estudio fundamental sobre lo que se hará hincapié en la investigación serán los ítems relacionados con el contrato de Almacenamiento y ejercicios de prueba, Administración de ingeniería y gestión del programa, Ingeniería no recurrente y Actualización de manuales, costos que no son claros y generan dudas serias sobre el contrato en general.
Así, el contrato para la compra de vehículos 8×8 para el ejército colombiano por un valor de 305 millones de dólares por 55 unidades, a un valor por unidad de 5.6 millones de dólares, ha sufrido un tropiezo cuando la Revista Semana informo de sobre costos dentro del mismo, que disparan los valores de compra por unidad. La firma del contrato se realizó en completo secretismo el día 30 de diciembre de 2022 con la empresa canadiense General Dynamics Land Systems, que fue confirmado posteriormente en un comunicado del ministerio de defensa de Colombia analizado en el artículo “Adquisición de nuevo armamento para las fuerzas armadas de Colombia: dudas y aciertos” publicado en esta revista Zona Militar.
Ahora que los entes de control están el frente y revisando los contratos del ministerio de Defensa, se deben avaluar otros aspectos de la compra, como es el excesivo costo de los LAV III comparados a otros medios con las mismas capacidades
Si revisamos los casos de Suramérica y la adquisición de blindados en la región podemos constatar que para ser un vehículo de trasporte, el LAV III es excesivamente caro y otras naciones han tomado decisiones sobre adquisición, más acomodadas a la realidad, citare tres ejemplos:
- Perú. En fechas recientes se anunció que se adquirirán 30 vehículos 8×8 siendo el elegido el coreano Hyundai Rotem K808 White Tiger, por un costo de 60 millones de dólares, lo que nos da un valor por unidad de 2 millones de dólares. Se debe aclarar que el diseño coreano es más reciente, siendo además mejor protegido contra artefactos explosivos improvisados, el LAV III se basa en el Mowag Piranha Suizo diseño original de la década de los 90, lo anterior fue analizado en el artículo Perú avalúa la compra de VCBR surcoreanos K808 White Tiger de Zona Militar.
- Ecuador. Se anunció a finales de diciembre de 2022 la compra de 137 vehículos 4×4 MDT Armor Tiger MKII y 6×6 Paramonth Group MBombe, el costo total de la transacción fue de 65 millones de dólares. Es claro que las plataformas 4×4 y 6×6 son más baratas que las 8×8, pero para el caso particular el MBombe tiene la misma resistencia frete a municiones y explosivos que el LAVIII con menos de un tercio del precio.
- Brasil. El país ha desarrollado toda una gama de vehículos Guaraní 6×6 que cuenta con todas las capacidades del LAVIII pero con un costo mucho menor, por ejemplo Filipinas adquirió 28 por un costo de 46 millones de dólares, que lastimosamente no se pudo cumplir por un veto Alemán a algunas piezas producidas en ese país (Alemania paraliza la exportación de los VCBR Guarani Filipinos). Brasil es el principal usuario con una orden de 1580 vehículos con un costo de 1745 millones de dólares, el valor por unidad se acerca a los dos millones de dólares, dependiendo del armamento que se instale, ya que tiene gran versatilidad en cuento al equipamiento que lo puede operar.
Como podemos observar existen alternativas no tan costosas y aun siendo vehículos 8×8 mucho más baratas que el LAV III, sin tomar en cuenta los sobrecostos que fueron denunciados. Esperamos que los entes de control realicen a conciencia las investigaciones y analicen todas variantes y posibles irregularidades de este contrato.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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Y el tío Sam no debe ser ajeno a los sobrecostos tampoco, alguna manito por debajo de la mesa debe haber metido también…