La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) está analizando y considerando un plan para desplegar regularmente sus bombarderos estratégicos en la península en Corea del Sur. Así lo mencionó el comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico, el General Kenneth Wilsbach, en una entrevista realizada por el medio Nikkei Asia.
Este hecho se combinaría con las visitas a Corea del Sur de un submarino nuclear con capacidad de lanzamiento de misiles balísticos, con lo cual la medida reforzaría la disuasión ampliada al proporcionar una demostración visible de la capacidad de contraatacar en el caso de una agresión de Corea del Norte.
La decisión por tomarse se da en un contexto donde Corea del Norte continúa demostrando sus capacidades intercontinentales, amenazando a su par surcoreano, situación que además genera una cierta inestabilidad en la región Asia-Pacifico, lugar en el que Estados Unidos se hace presente con muchos de sus medios navales bajo el Mando Indo-Pacífico. En ese sentido, a mediados de abril, la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte informó que el país había probado un misil balístico intercontinental de combustible sólido, el Hwasong-18. Wilsbach señaló que el desarrollo de Corea del Norte se ha alejado de los misiles balísticos de corto alcance de combustible líquido, y señaló que esto significa “un avance en capacidad y tecnología. Sin duda lo estamos viendo”, afirmó.
Como contramedida por parte de las fuerzas armadas estadounidenses, Wilsbach dijo: “Es posible que en el futuro y con regularidad veamos nuestras operaciones de bombardeo operando en la península y sus alrededores, y quizá incluso aterrizando en la península”. Refiriéndose a la intensificación de los ejercicios de las fuerzas aéreas de EE.UU. y Corea del Sur, dijo: “Esas son algunas opciones que tenemos en curso”.
Si los bombarderos B-52 Stratofortress y B-2 Spirit aterrizaran en Corea del Sur, se demostraría claramente la capacidad de la Fuerza Aérea de Estados Unidos al pueblo surcoreano, explica el medio Nikkei Asia.
La llamada Declaración de Washington, adoptada el miércoles por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, afirmaba que ambos países “aumentarán la visibilidad regular de los activos estratégicos en la península coreana” y “ampliarán y profundizarán la coordinación entre nuestros ejércitos”. De acuerdo con la declaración, la Armada estadounidense enviará a Corea del Sur un submarino de clase Ohio capaz de transportar misiles nucleares.
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