Desde inicios de la década de 2000, la Fuerzas Armadas de Estados Unidos ha impulsado diversos programas para el desarrollo de armas y misiles hipersónicos como parte de la iniciativa denominada Ataque Global Rápido Convencional (CPGS). Sin embargo, el creciente avance en este tipo de tecnología por parte de adversarios como Rusia y China derivó en una mayor atención por parte de los EE.UU. para plasmar soluciones en el mediano plazo.
En la última década, EE.UU. centralizó sus esfuerzos en el desarrollo de vehículos de planeo hipersónicos y misiles de crucero hipersónicos. Aunque la financiación de estos programas inicialmente fue limitada, la amenaza proveniente de los sistemas rusos y chinos no solo derivó en un mayor interés por parte del Pentágono, sino que este interés también impulsó la materialización de contramedidas.
Con este contexto, el Departamento de Defensa mantiene en curso diversos programas para el desarrollo de armas hipersónicas convencionales con la intención de dotar a las Fuerzas Armadas estadounidense con la capacidad de atacar objetivos protegidos o donde el factor tiempo juega un rol importante. Algunos factores a favor de las armas y misiles hipersónicos es que los mismos se presentan como una solución para sobrepasar los sistemas avanzados de defensa aérea y antimisiles que forman la base de las estrategias antiacceso/negación de área de algunos adversarios de EE.UU.
Desde hace algunos años, las FFAA, industria y organismos de investigación de Estados Unidos han emprendido tareas de investigación, desarrollo, ensayo y evaluación (RDT&E) para llevar a efecto una serie de armas y misiles hipersónicos, así como programas de tecnología asociada.
Proyectos de la USAF:
Uno de los proyectos de la USAF es el misil hipersónico AGM-183 Air-Launched Rapid Response Weapon (ARRW), el cual debía aprovechar la tecnología obtenida con el Tactical Boost Glide desarrollado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) con el fin de materializar un prototipo de vehículo de planeo hipersónico lanzado desde el aire capaz alcanzar velocidades medias de entre Mach 6,5 y Mach 8, y batir un objetivo a más de 1.600 kilómetros.
Las evaluaciones realizadas en los últimos años con un bombardero B-52H Stratofortress no habrían tenido los resultados esperados, por lo que la Fuerza Aérea de EE.UU. habría optado por poner una pausa en el programa, decisión que fue anunciada oficialmente en el pasado mes de marzo. Posteriormente, la medida fue ratificada al informarse que el proyecto podría mantener su curso hasta que se finalicen las evaluaciones.
Otro de los programas para el desarrollo de un misil hipersónico es el denominado Hypersonic Attack Cruise Missile (HACM). Iniciado en 2022, el proyecto apunta a obtener un misil de crucero hipersónico que integre tecnologías de la Fuerza Aérea y de la DARPA. Algunos informes preliminares indicaron que el HACM será una solución flexible, contando con la capacidad de ser desplegado tanto desde cazabombarderos como desde bombarderos. Un B-52 podría desplegar hasta 20 HACM, por ejemplo.
Una de las últimas novedades respecto al HACM se dio en septiembre de 2022, cuando la Fuerza Aérea de EE.UU. adjudicó a Raytheon Missiles & Defense un contrato de U$D 985,3 millones de dólares para desarrollar y construir el HACM, imponiéndose ante las propuestas de Lockheed Martin y Boeing. La proyección de la USAF fue que el programa produzca un misil operativo en 2027.
El HACM será un misil hipersónico lanzado desde el aire, propulsado por motor scramjet diseñado por Northrop Grumman y concebido para mantener la capacidad de ataque stand-off contra objetivos de alto valor y fuertemente defendidos.
La Fuerza Aérea, en colaboración con la industria especializada, también emprendió el Programa de Demostrador Multimisión de Propulsión Atmosférica Hipersónica Expendible, también conocido como Proyecto Mayhem. “El proyecto Mayhem pretende dar el siguiente paso en lo que respecta a las oportunidades que ofrecen los sistemas de misiles hipersónicos de crucero”. Uno de los objetivos planteados es que la plataforma sea capaz de volar “a distancias significativamente mayores que las actuales”. Mayhem será de mayores dimensiones que el AGM-183 ARRW, contando además con la capacidad de transportar múltiples cargas útiles para diferentes misiones.
Imágenes de portada: Kratos, LM.
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