Como parte de los ensayos para incrementar las capacidades de su flota de drones, el 556º Escuadrón de Pruebas y Evaluación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos completó los primeros ensayos en tierra y en vuelo con un drone MQ-9 Reaper y un pod de contramedidas electrónicas AN/ALQ-167 Angry Kitten.

En relación a las pruebas y los requerimientos actuales, el mayor Aaron Aguilar, director adjunto de operaciones del 556º Escruadrón expresó que “…el objetivo es ampliar los conjuntos de misiones que el MQ-9 puede llevar a cabo…La proliferación y persistencia de los MQ-9 en el teatro de operaciones nos permite llenar las lagunas de capacidad de las plataformas tradicionales. Nuestro objetivo es incrementar los medios que ya desempeñan este papel para que puedan centrarse y priorizar los esfuerzos en las áreas para las que son más adecuados…”

Según Georgia Tech, el responsable del desarrollo del pod AN/ALQ-167 “Angry Kitten”, el mismo fue concebido para ser utilizado dentro de un enfoque de guerra electrónica cognitiva, esto es que el software del equipo emplea el aprendizaje automático para elegir una técnica de interferencia, evaluar su eficacia y responder al propio uso de técnicas de ataque electrónico por parte de la amenaza. Pensado inicialmente para ser utilizado por aeronaves que integran los escuadrones de Agresores, el Mando de Combate Aéreo de la USAF pronto descubrió la eficacia del pod, ordenando algunos ejemplares para sus unidades operativas.

El Angry Kitten proporciona al drone MQ-9 una elevada capacidad de Ataque Electrónico (EA) contra amenazas terrestres y aéreas relevantes. De acuerdo con la gacetilla del 53rd Wing, “…esta capacidad mejora la supervivencia del Reaper y de otras fuerzas amigas, y complica los esfuerzos de planificación del adversario…”. Parte de los ensayos realizados en el mes de abril incluyeron pruebas del concepto de llevar a cabo ataques electrónicos desde un MQ-9 Reaper con el objetivo de brindar nuevas opciones de aplicación de fuerzas.

“El ataque electrónico en el MQ-9 es una capacidad convincente”, dijo el teniente coronel Michael Chmielewski, comandante del 556º TES. “15 horas de interferencia persistente integrado con un gran paquete de fuerzas afectará a un adversario, les obligará a tomar algún tipo de acción escalable, y llega al corazón de la disuasión estratégica”.

El pod Angry Kitten representa el inicio de lo que el 556º Escuadrón de Pruebas y Evaluación espera alcanzar con el drone MQ-9 Reaper en el ámbito de la guerra electrónica. Esto incluye la futura participación en escenarios complejos como son el ejercicio combinado Red Flag 23-3 y la integración con la Escuela de Armamento de la Fuerza Aérea de los EE.UU.. El objetivo del escuadrón también apuesta a seguir desarrollando Tácticas, Técnicas y Procedimientos (TTPs) contra conjuntos de objetivos complejos.

Imagen de portada ilustrativa. Créditos: USAF.

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