En el día de ayer, fuentes oficiales comunicaron que buques de combate de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) de CHina, perteneciente al Mando del Teatro Sur, retornaron al puerto de Sanya tras haber completado una serie de ejercitaciones en alta en la zona del Mar de la China Meridional y el Pacifico Occidental.
Estas unidades de la Armada, que zarparon en el mes de abril, se conformaron por el destructor Tipo 055 de misiles guiados Dalian (105), la fragata Tipo 054A Huangshan (570), más los helicópteros embarcados, entre otros sistemas. A lo largo de las jornadas, los efectivos de los buques realizaron ejercicios conjuntos que involucró la participación de varios servicios y armas, incluyendo actividades de reabastecimiento de combustible, defensa antiaérea y antimisiles, y guerra antisubmarina. Como bien menciona el medio oficial, todas estas prácticas tuvieron como objetivo el poner a prueba el rendimiento de los equipos, y la mejora de las tácticas y métodos de entrenamiento.
Pero el gigante asiático no fue el único en dejar marcada su presencia en alta mar. Debido a la reunion del G-7 que se encuentra llevándose a cabo en Japón, algunos países como los Estados Unidos han posicionado sus activos de manera estratégica. En ese sentido se puede mencionar la posición de dos grandes Grupos de Tareas encabezadas por los respectivos portaaviones de la Marina de los EE.UU: el Nimitz Carrier Strike y el Ronal Reagan.
A su vez a principios de mayo Taiwán ha llevado a cabo una serie de movimientos como el despliegue de misiles Patriot en tres islas de la cercanía. Por otro lado, a finales de abril, Corea del Sur recibió al submarino de misiles balísticos USS Maine como parte de un nuevo acuerdo con el país americano. De esta manera, y junto a los buques de las Marina de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, la región indo-pacifico se ha convertido en una de las zonas con mayor actividad militar.
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