En el marco de la denominada Operación Miaplácidus III, adiestramiento aeronaval realizado frente a las costas en el sur de la provincia de Buenos Aires, el Comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante Carlos María Allievi, no solo brindó precisiones sobre las actividades realizadas durante las ejercitaciones sino que también realizó un repaso sobre los principales proyectos de la Armada Argentina para el mediano y largo plazo.
Dentro de los proyectos abordados, Allievi mencionó la adquisición de nuevas fragatas que reemplacen a los destructores ARA ‘Hércules’ y ARA ‘Santísima Trinidad’, así como el proceso “…para poder modernizar las MEKO 360 para recuperar capacidades de estos buques, que imponen un cambio tecnológico, al igual que las MEKO 140…”. Esto último no resulta llamativo, ya que se trata de las dos plataformas de mayor importancia para la Flota de Mar, sumada a una necesidad que se viene arrastrando desde hace años para encarar lo que debería ser una actualización de media vida de los buques mencionados.
Desde Zona Militar hemos abordado en innumerables ocasiones los desafíos que enfrentan los destructores MEKO 360 y las corbetas MEKO 140 de la Armada, impulsados principalmente por las perennes limitaciones presupuestarias y por la consiguiente falta de inversión que se arrastra desde hace décadas. Esta situación no solo ha impactado en lo operativo, como por ejemplo menos días de navegación, sino que también ha tenido incidencia directa en los buques, imposibilitando en algunos casos sostener las capacidades de las unidades. Ni hablar de encarar proyectos de mediano y gran alcance, como sería una actualización de media vida.
En ese sentido, las palabras del Contraalmirante Allievi describen claramente el presente y la proyección para la Flota de Mar. “…Estamos gestionando lo que tenemos, pero con la vista puesta hacia el futuro, con proyectos firmes y concretos…”, en lo que se puede interpretar como una alusión a la administración de los limitados recursos de la Armada, y a la planificación vigente para remediar esta situación en el mediano/largo plazo.
Modernización de los destructores MEKO 360
Los destructores MEKO 360 de la Armada Argentina no solo se han visto afectados por la ya mencionada falta de recursos para sostener y mantener actualizadas sus capacidades, sino que también han sufrido limitaciones asociadas a cuestiones de política exterior. Resulta conocida la situación en torno a un componente crítico que oportunamente fue enviado al Reino Unido para su reparación, el cual fue retenido por la compañía que brindó el servicio. Las razones giran en torno al veto británico o a la falta de pago, dependiendo de quien sea el interlocutor.
Esta situación implicó que el destructor ARA Heroína no haya podido retornar al servicio desde entonces, siendo el talón de Aquiles de los MEKO 360: El ARA Almirante Brown también presentó una novedad similar, pero la tarea de reparación de la “rueda lenta” del destructor fue prevista para realizarse por el personal del Arsenal Naval de Puerto Belgrano. “…A los fines de iniciar los trabajos, desde la Armada Argentina ya han solicitado y encargado los repuestos y componentes necesarios para la reparación. No obstante, al no estar dentro de la planificación del año 2021, al reparación de la rueda lenta, de no mediar novedades, comenzarán en el mes de febrero del próximo año 2022…” informamos en octubre de 2021.
A esta altura, es posible que más de un lector se pregunte por que abordamos el tema de la “rueda lenta”. La explicación es simple: sin alcanzar una solución a esta cuestión, cualquier proyecto de modernización será de un alcance limitado si el mismo no logra atender todos los puntos críticos de los destructores. Este contexto nos lleva a especular con una resolución del diferendo (llegado el caso que solo se requiera un pago) o, como un recurso drástico, una remotorización. Lógicamente, esta última opción resultaría la más compleja en lo técnico y económico.
En cuanto a un proyecto de actualización de media vida, la Armada Argentina podría adoptar soluciones similares a las materializadas por algunos usuarios de la familia MEKO, particularmente las fragatas MEKO 200. Estos buques tuvieron un mayor éxito comercial que los MEKO 360, operando actualmente con las armadas de Australia, Nueva Zelanda, Turquía, Portugal y Grecia. Su versión mas actual fue adquirida por Sudáfrica, Argelia y Egipto.
Haciendo un repaso de los distintos proyectos de modernización o actualización de media vida ejecutados o en proceso, los alcances de trabajos en las MEKO 200 han variado según el presupuesto. A nivel general, se han centrado en los sistemas de detección y dirección de tiro, sistemas integrados de comando y control, guerra electrónica, contramedidas, sonar, integración de sistemas electro-ópticos, sistemas de navegación y comunicación, mejoras en planta propulsora y armamento. Australia y Nueva Zelanda modernizaron sus fragatas clase ANZAC (sometiéndolos también a un programa de remoción de obsolescencia para mejorar su fiabilidad y mantenimiento), mientras que Turquía y Grecia están en proceso para sus clase Barbaros e Hydra, respectivamente. Portugal encaró una actualización más limitada para sus fragatas Vasco da Gama.
Lógicamente, una modernización de los MEKO 360 estará directamente relacionada a la disponibilidad de fondos, particularmente para sistemas que no puedan ser desarrollados localmente. Traemos esto a colación debido a que INVAP supo trabajar en la fase inicial de un programa para la actualización de los destructores de la Armada Argentina, mostrando algunas similitudes con proyectos internacionales. Una de las últimas novedades (2015) sobre la iniciativa fue que se habían finalizado los contratos que contemplaban la ingeniería de requerimientos e ingeniería conceptual para la modernización de los sistemas de comando y control. Los puntos a encarar en el proyecto general eran los siguientes:
- Desarrollo de un radar de vigilancia, radar de control de tiro y MAE
- Sistema integrado de Comando y Control de sensores, armas y comunicaciones
- Modernización del Centro de Información de Combate
- Diseño de puesto de operador y consolas
Vale recordar que a inicios de marzo de 2023 trascendió que la Armada Argentina e INVAP acordaron la construcción de un radar naval de vigilancia aérea y de superficie basado en tecnología de barrido vertical electrónico activo (AESA), para incrementar y mejorar la capacidad operativa de las unidades de superficie de la clase MEKO. El desarrollo del radar de pre-serie demandará una inversión de U$D 14.345.000 de dólares, prolongándose los trabajos por 40 meses.
Con estas opciones sobre la mesa, quedará por confirmar si la Armada Argentina apunta hacia una solución híbrida, a un paquete extranjero o si se inclinará por el desarrollo local. También queda por conocer los alcances de la modernización. Lo cierto es que, cualquiera sea la decisión, la misma tendrá que ser superadora a los fines de que se pueda disponer de buques con capacidades según los estándares actuales y con un horizonte de vida útil que justifique la inversión.
Imagen de portada: El ARA Sarandí durante su participación en el ejercicio Miaplácidus III. Créditos: Gaceta Marinera.
Tal vez te interese: La Armada Argentina busca el reemplazo de los destructores Tipo 42
Todo muy bien con la actualización de los radares y demás componentes electrónicos, pero no hacen mención al reemplazo del armamento SAM, SSM y ASW. ¿O quedarán igual que ahora, de obsoletos, no vaya a ser que se enojen los okupas de Malvinas.
Creo que darle lo necesario al proyecto local, redundara en mas de un beneficio.
Los resultados de la reingeniería en los sistemas, junto con el retiro de obsolescencias, será ejecutado por personal propio, no extranjero, con los beneficios de seguridad y conocimientos
Es un trabajo pasible de ser realizado en MEKO de otros países, y así conseguir algo de dinero para las modernizaciones tan esperadas a la Flota de Mar
El sistema modular Alemán es excelente y permite tener un buque casi nuevo, sin demasiada inversión, por mas que cualquier numero sea para nosotros, inalcanzable
Me parece perfecto lo de involucrar a la INVAP o a astilleros locales en la modernización de los buques, es una oportunidad perfecta para que se puedan lograr los tan necesarios avances tecnológicos en materia de defensa en nuestro país.
Pero esto no quita el problema de fondo que sigue siendo la desinversión constante, lo de modernizar me parece perfecto, pero todos sabemos tácitamente que esto significa que las MEKO 360 y 140 van a seguir en servicio por 15 o 20 años más sin reemplazo. Tenemos una de las ZEE más grandes del mundo y no tenemos una armada a la altura para custodiar dicha ZEE porque con un puñado de barcos, que si bien son de excelsa calidad, ya están demostrando su edad, no vamos a lograr nada.
Por lo menos compremos misiles modernos a las Meko 360 de largo alcance como tiene Chile.
Tenéis buques obsoletos, con sistemas de combate, CIC, comunicaciones, radares y un largo etc de sensores obsoletos, además, debéis hacer los estudios de ingeniería si hay capacidad de modificar el casco para recibir misiles, etc.
Intentar actualizar estos buques, es una inversión millonarias seguirán teniendo mas de 40 años.
Le mejor opción es un proyecto puente con buques de segunda mano que estén actualizados.
Esos buques quedaron muy anticuados y encima, con plantas propulsoras británicas, cuyos componentes, no solo que están vetados, sino que ya no se fabrican. Hasta Nigeria le dio de baja a su Meko 360…
Nigeria va a modernizar su Meko 360, no la dio de baja para nada y es su principal buque de combate. Hace bien la Armada en modernizar la flota de mar, es lo que tenemos y hay que ponerlo en condiciones
La actualización de los radares y los misiles son lo básicamente necesario de modernizar en forma inmediata.
El concepto de diseño MEKO permite el cambio de sensores y sistemas de armas por nuevos ‘Modulos’ de sistemas modernos. Si bien es cierto que desarrollar nuestros propios sensores es muy importante y permite desarrollo tecnológico y autonomía, dado la antigüedad de los cascos y de sus sistemas de propulsión creo que lo más conveniente en razón de tiempos de desarrollos y pruebas es adquirir módulos nuevos ya desarrollados e instalarlos rápidamente sin implicar todo el gasto de estudios de reingenieria, a pesar que la renovación los implicará de todas maneras. Es posible que a un costo moderado de entre 100 y 125 millones por unidad podría disponerse de un muy buen buque a nivel regional y de poder modernizarse los 4 MEKO 360 se lograría al costo de adquisición de una sola fragata nueva. Esto permitiría tener 4 buque operativos por 12 a 15 años hasta la entrada en servicio de su reemplazo. Por supuesto dependerá de la voluntad del político de turno que esperemos comprenda la importancia de la Defensa.