El Ministerio de Defensa informó a través de la Decisión Administrativa 442/2023 que la Fuerza Aérea Argentina ha tomado la decisión de ampliar el contrato con la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” que tiene como objeto la recuperación de capacidades operativas de diversos sistemas de la Fuerza.
Conforme a los datos que se desprende de lo publicado en el Boletín Oficial, la Jefatura de Gabinetes de Ministro dio la luz verde para que se amplíen las Órdenes de Compra Nros. 40/39-0400-OCA22 y 40/39-0401-OCA22 emitidas en el marco de la Contratación Directa Interadministrativa Nº 40/39-0190-CDI22 realizada a fines de junio de 2022. El incremento previsto asciende a la suma de $113.626.226,35 de pesos y USD 2.124.376,80 de dólares, respectivamente.
El contrato interadministrativo inicial rubricado entre FAdeA y la Fuerza Aérea, con fecha de finalización para el 31 de diciembre de 2023, tenía previsto los siguientes hitos:
- Recuperación de la Capacidad Operativa de Aeronaves de Transporte de FAA y sus componentes
- Recuperación de la Capacidad Operativa de Aeronaves Pampa de la FAA y sus componentes
- Recuperación de la Capacidad Operativa de Aeronaves de Combate/Entrenamiento y enlace de la FAA y sus componentes
- Recuperación de la Capacidad Operativa de Aeronaves de Ala Rotativa de la FAA y sus componentes
Para estos trabajos a ejecutarse por FAdeA se dispuso oportunamente de USD 6.069.648 millones de dólares en concepto de materiales y $ 324.646.361 millones de pesos en mano de obra.
En cuanto a la reciente ampliación, la misma se basó en los requerimientos de la Fuerza Aérea Argentina para “…optimizar la cantidad de aeronaves de la flota en servicio, cumplimentar requerimientos operativos, contar con el equipamiento que permita solucionar novedades sin demoras y completar aeronaves que han sido afectadas debido a la escasez de equipamiento…”. La decisión forma parte de las iniciativas que mantiene la FAA a los fines de recuperar las líneas logísticas de sus distintos sistemas de armas, los cuales han sufrido la falta de inversiones suficientes para garantizar su sostén y operación.
Con esta ampliación, FAdeA y la Fuerza Aérea renuevan los lazos de colaboración y trabajos conjuntos, a los cuales se les deben sumar los distintos proyectos en curso, tales como el mantenimiento de los C-130 Hércules, ensamblado de IA-63 Pampa III, la remotorización y estandarización de Pampa II, la modernización de los Pucará, así como otros servicios.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Nicolás Ramírez
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Bueno, al menos FAdeA se asegura por un tiempo trabajo que da ingresos a la fábrica. Esperemos ver pronto a los Malvina volando y también a los Fénix. Un comentario al margen, que buen camo tiene el Fénix. Ahora que será “espía”, esos tonos grises le sientan genial.
Difícil Inocencio, difícil. Parte del trabajo implica la compra de insumos pagaderos en dólares que difícilmente el Banco Central le entregue a FAdeA. Sin insumos el trabajo se suspende. Si el trabajo se suspende no se termina la ejecución conforme el plan fijado. Sin terminación del plan no se entrega el equipo terminado al usuario.
Conclusión: hasta el año que viene no habrá recuperación de capacidades operativas de diversos sistemas para nadie y FAdeA tendrá que buscar otras opciones si quiere mantener su planta trabajando.
A qué llaman “recuperación de capacidades operativas” específicamente?…No hemos adquirido ni un avión de combate que vuele en los últimos 20 años. Lo único que se hizo fué mejorar un poco las condiciones para que sigan volando los mismos aviones, como el F27 por ejemplo. Ni uno nuevo!
En los predios de Fadea hay tirados dos F28 y un F27
Creo que con FAdeA el Estado argentino podría encarar un proceso que le permita salir de esta situación que no le permite crecer.
La planta industrial de FAdeA, ubicada en una zona privilegiada de la ciudad de Córdoba, sector suroeste, entre la Avda. de Circunvalación y la Autopista a Villa Carlos Paz, ocupa una superficie aproximada de 220 Ha. Dentro del predio están construido unos diez enormes hangares de diferente antigüedad, otras construcciones menores y el edificio de la ANAC Córdoba. Obviamente dentro del predio existe innumerable cantidad de mobiliario, maquinarias e instrumentos, así como insumos y materiales que se fueron acumulando a través del tiempo y en función de los programas de producción encarados.
Posee también una pista de aterrizaje pavimentada con Torre de Control de unos 1.100 metros de extensión. La información catastral sobre el inmueble es confidencial, ya que la Oficina de Catastro y el Registro General, ambas dependencias de la provincia de Córdoba, no brindan información. pero es conocido que esos terrenos fueron privados y al momento de la fundación de la Fábrica de Aviones, sujetos a expropiación. Desconozco si el dominio de la superficie del inmueble obra actualmente a nombre del Estado, aunque hace algunos años dichos terrenos aún continuaban a nombre de los privados.
Un rápido análisis sobre el valor del inmueble e instalaciones que ocupa actualmente FAdeA permitiría afirmar que su valor, siendo mezquino, rondaría los 120 millones de dólares billete. Me atrevo a decir que estas instalaciones no figuran dentro del patrimonio en el balance de la sociedad anónima Fábrica Argentina de Aviones Brig. Juan Ignacio San Martin S.A. , porque no se integraron al momento de su constitución y estimo – es una simple presunción – que esta situación a la fecha no ha variado, supuestamente porque tampoco se habría regularizado el dominio sobre la superficie del inmueble. Esta última información puede ser errada.
Porqué este análisis? Porque creo que con estos elementos de valoración del capital real que utiliza la fábrica, podrían ser el punto de partida para el despegue de FAdeA.
Primero, integrando este patrimonio por parte del Estado Nacional al capital social de la sociedad anónima FAdea, que por supuesto el propietario de dichas acciones sería el Estado, pero no a través del Ministerio de Defensa sino de otro Ministerio, por ejemplo, el de Ciencia, Tecnología e Innovación. Esta integración de bienes reales le permitiría ser una empresa atrayente, institucionalmente privada, que le permitiría emprender el proceso de integración de nuevos accionistas de nivel nacional o internacional quienes por supuesto, deberán realizar nuevos aportes de capital.
No hablo aquí de privatización tipo desguace como se hizo con las empresas y entes públicos en la época de Menem y cuyo único objetivo era sacárselas de encima, sino todo lo contrario: la idea es jerarquizar esta estructura industrial aeronáutica, a través de la integración al capital accionario de su activo actual, designando un nuevo un Directorio profesional y en forma inmediata, planes racionales de generación de nuevos negocios con el objetivo de incorporación de nuevos asociados.
Este segundo paso de aumentar el capital a través de nuevos negocios o a través del ofrecimiento de emisión de acciones en el mercado bursátil, es lo que le permitiría salir de esta abulia operativa. Porque aumento de capital privado con nuevos negocios implica también incorporación de Directores que representarán al capital privado y por supuesto, personal gerencial capacitado.
Hoy FadeA es un inmenso elefante ineficiente, sin contratos de producción y los que posee, de dudoso cumplimiento, sin capital real, sometida a una estructura legal (su único accionista es el Estado) que le ata las manos a su Directorio y lo que es más grave de todo, como sus gastos operativos (sueldos, energía, servicios, etc.) se pagan del presupuesto nacional, simplemente la eficiencia no es palabra conocida en el diccionario de la empresa.
Y aquí viene la tercera y última etapa: el Estado otorgará un plazo perentorio – por ejemplo un año- a partir del cual eliminará todo subsidio, cualquiera fuera su naturaleza, momento en el cual FadeA deberá solventarse con sus propios recursos. Después, veremos.