En base a los últimos avances en la materia, las Fuerzas Terrestres rusas están avanzando en el desarrollo de una nueva familia de municiones merodeadoras de pequeño tamaño. Así pudieron reportar fuentes de la industria militar rusa a la agencia de noticias TASS.
Denominada provisionalmente como “Vector-120”, se trataría de un vehículo aéreo no tripulado del tipo munición merodeadora (conocidas popularmente como “drones kamikazes“), presentando un menor tamaño en comparación a los UAV de esta clase empleadas actualmente por las Fuerzas Terrestres rusas como la Zala Lancet y KUB.
La fuente consultada por TASS expresó que: “Los esfuerzos de ingeniería y la producción piloto de unidades individuales de la munición merodeadora Vector-120 ya están en marcha“. Agregando que: “Planeamos ingresar a la fase de prueba de vuelo a partir de 2024. El dispositivo se lanzará desde un tubo de lanzamiento desechable en el equipo del militar“.
Entre las características señaladas por las mencionadas fuentes expresaron que lleva una carga explosiva de entre 220 y 250 gramos de explosivos, teniendo como función principal atacar vehículos blindados ligeros o trincheras enemigas. “Esto es suficiente para superar el efecto destructivo de las granadas RGD-5 o F-1 o competir con la ronda de lanzagranadas RPG-7“, indicaron desde Bureau de Diseño encargado del desarrollo de la Vector-120.
De tamaño más portátil que otros tipos de municiones merodeadoras rusas, como las señaladas Lancet y KUB, buscaría emular a otros UAV empleados por países occidentales en lo referido a su sistema de lanzamiento del tipo tubular y descartable. Más precisamente, a los observados en las Switchblade de la empresa estadounidense AeroVironment o las de la familia HERO de la firma israelí UVision.
No obstante, al día de la fecha no se han provistos mayores datos, ni imágenes conceptuales que puedan ejemplificar el diseño de la nueva munición merodeadora y el sistema de lanzamiento.
*Fotografías e imágenes empleadas a modo ilustrativo.
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Esto me huele a ingeniería inversa, seguramente aprendida de los chinos, campeones mundiales de la especialidad.
No es ninguna deshonra la ingeniería inversa, menos si es efectiva, se reducen los tiempos de desarrollo y obviamente los costos… Nosotros deberíamos hacer lo mismo, capaz que hacemos los cartuchos para los asientos eyectables que nos están haciendo falta…