Teniendo presente la amenaza que constituyen los drones en el campo de batalla, Rusia se encuentra aplicando y explorando nuevas soluciones para el desarrollo de sistemas de defensa antiaérea de corto alcance. Uno de los últimos exponentes que diversas fuentes han dado a conocer, se basa en la conjunción de diversos componentes empleados por los antiguos sistemas de defensa ZSU-23-4 Shilka y el chasis del vehículo de combate a ruedas 8×8 BTR-82.
En base a lo recogido por diversas fuentes rusas, empresas del complejo industrial militar del país se encuentra avanzando en el desarrollo de un nuevo sistema de defensa aérea basado alrededor del chasis del BTR-82, empleando diversos componentes presentes en los antiguos ZSU-23-4 Shilka. Más precisamente, de sus cañones antiaéreos 2A7 de 23mm.
Si bien durante los últimos meses fueron divulgadas imágenes, muchos de los datos y especificaciones del sistema no han sido informados de forma oficial por parte del Ministerio de Defensa, ni por las empresas involucradas. Las fuentes consultadas han expresado que la firma NTC Elins sería la encarga de proveer e integrar los sistemas de control de tiro. No obstante, es preciso indicar que esta empresa es una de las sancionadas por los Estados Unidos para la adquisición de diversos componentes de origen occidental.
Esta no es la primera oportunidad donde los chasis de los BTR-82 son empleados por Rusia para ser adaptados y reconvertidos en sistemas de defensa aérea. Uno de estos casos lo demuestra la integración de uno de estos vehículos 8×8 con el lanzador de misiles 9M337 Sosna-R; el cual también ha sido adaptado en el desarrollo denominado como Ptitselov, utilizando el chasis de un blindado BMD-4M.
No es un a novedad que la Federación Rusa mantiene importantes reservas de vehículos blindados almacenados provenientes de la época soviética, permitiendo contar con un importante caudal de componentes que pueden ser reutilizados. Lo cual también deja patente las dificultades para avanzar en nuevos y más sofisticados sistemas de defensa aérea para hacer frente a las más avanzadas generaciones de vehículos aéreos no tripulados y municiones merodeadoras, las cuales ya son parte del panorama del campo de batalla moderno.
Por citar un ejemplo, poco se ha dado de conocer del desarrollo del Derivaciya-PVO presentado hace más de seis años. El sistema, basado en el chasis BMP-3, fue adaptado en una plataforma antiaérea al ser integrada con una nueva torreta equipada con un cañón 2A90 de 57mm (siendo una versión modificada del S-60), el cual posee una cadencia de dispara de 120 rondas por minuto y rango de 6 kilómetros. Paradójicamente, en su presentación oficial fue dado a conocer como el reemplazo de los antiguos ZSU-23-4 Shilka.
Sin embargo, estas reservas de equipamiento no son infinitas, ni están disponibles de forma inmediata. Debiendo ser inspeccionadas para determinar si pueden, o no, volver al servicio operativo, como también determinar cuales de sus componentes son sensibles de ser reutilizados en otros proyectos. Como los señalados cañones 2A7 ZSU-23-4 Shilka.
Dependiendo de las fuentes abiertas de información que se consulten, antes de la invasión a Ucrania las Fuerzas Terrestres Rusas sostenían una flota de aproximadamente 1.000 VBCR 8×8 BTR-82 en diversos tipos y configuraciones, las cuales más de mitad podría haber perdido o dañado en operaciones de combate.
Desafortunadamente, no se cuenta con las mismas precisiones en lo referido a los ZSU-23-4 Shilka en servicio, teniendo presente que ya era un sistema antiaéreo que se encontraba siendo retirado para ser pasado a Reserva. No obstante, esto no impidió que diversas unidades fueran desplegadas en territorio ucraniano, informando la perdida o captura de por lo menos 8 blindados de este tipo.
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Y sí, hay que remendar ropa vieja. Los drones y UAV kamikaze son una amenaza para la que hay que encontrar soluciones. Destrozarlos a tiros es más barato que usar un misil para derribarlos. El cañón de 57 mm me ha parecido ideal para defender posiciones frente a camiones-bomba, ya que su poder puede destruir estos artefactos antes de que llegue demasiado cerca.
Siempre la pobreza agudiza la imaginación
Los rusos, llevan muchas décadas fabricando armas, y casi nunca han contado con “occidente” para ello, lo cual no ha impedido su avance en ese terreno, de una u otra forma, seguirán produciendo armamento, como siempre lo han hecho.
Quedó demostrado que tienen una fuerte dependencia de componentes occidentales para muchos de sus sistemas.