Los desfiles militares realizados por el régimen de Kim Jong-un representan una oportunidad para apreciar las nuevas incorporaciones y desarrollos de las Fuerzas Armadas de Corea del Norte. La última parada militar, con motivo del 70° aniversario de la firma de armisticio entre los dos Coreas, que puso un alto fuego al conflicto que aún se mantiene, fue otra oportunidad donde se apreciaron misiles balísticos y nuevos vehículos aéreos y submarinos no tripulados. Este fue el caso del nuevo dron submarino develado por primera vez en el desfile realizado el 27 de julio y captado por la transmisión oficial de la televisión estatal norcoreana.
Si bien al día de la fecha no se posee más información, ni siquiera una designación oficial, el nuevo vehículo no tripulado submarino guarda similitudes con otros desarrollos apreciados en las Fuerzas Armadas de otras potencias. Más precisamente, con el dron submarino de propulsión nuclear Poseidon de la Armada Rusa. Esta última apreciación ha encendido la alarma en especialistas de Corea del Sur, indicando que, al igual que su variante rusa, esta versión norcoreana podría estar equipada con una cabeza de guerra nuclear que podría tener como objetivo la destrucción de puertos, dejando como efecto residual la contaminación radioactiva de la región atacada.
Por su parte, otros especialistas occidentales han mostrado una mayor cautela, indicando que posee grandes similitudes con el dron submarino Poseidon en lo referido a tamaño, siendo más cautelosos al indicar que no se aprecia que tenga un sistema de propulsión del tipo nuclear. Expresando que podría estar impulsado por sistema que tiene como principal fuente de energía baterías eléctricas presumiblemente de ion de litio.
Al día de la fecha, no se conocen mayores detalles, más allá de los anuncios de corte propagandístico realizados por el régimen norcoreano a través de sus medios oficiales. No obstante, durante el mes de abril, fue informado que otro dron submarino de esta clase cumplió con éxito diversas pruebas y evaluaciones.
Más precisamente, dichas pruebas habían tenido como protagonista al vehículo submarino autónomo designado como “Haeil-2”, el cual presenta un menor tamaño en comparación al develado durante el desfile del 27 de julio, con un sistema de propulsión diferente. En dicha ocasión, la televisión estatal de Corea del Norte anunció que el Haeil-2 realizó una navegación de 1.000 kilómetros, demostrando una autonomía de 71 horas, hasta que atacó con éxito un blanco simulado.
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