Como parte de las actividades desarrolladas durante el ejercicio combinado Estrella Austral 23, tropas de operaciones especiales de EE.UU., España y Chile ejecutaron una serie de ejercicios a los fines de adiestrarse en misiones de apoyo aéreo cercano. Las maniobras, que tuvieron lugar en Antofagasta, contaron con el apoyo de un cañonero AC-130J Ghostrider perteneciente al 73rd Special Operations Squadron.

Los equipos JTAC (Joint Terminal Attack Controller) de Chile, España y EE.UU. tuvieron la oportunidad de poner en práctica tácticas, técnicas y procedimientos bajo las normativas de la OTAN a los fines de requerir fuego de apoyo aéreo cercano desde el cañonero norteamericano. “….Mantener un alto nivel de competencia en el adiestramiento permite a los países participantes emplear el poder aéreo de cada uno para apoyar las operaciones de combate, lo que nos consolida como una fuerza más letal….” explicó brevemente un integrante del 7º Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército de EE.UU.

“…A través de este ejercicio, todos hemos adquirido una mejor comprensión del proceso de 12 pasos en la plantilla de ejecución CAS (Close Air Support). Además, instruir a nuestros compañeros en la coordinación con el AC-130J no sólo fue un entrenamiento beneficioso para todos nosotros, sino que también nos lo pasamos muy bien….” agregó el instructor estadounidense

Estrella Austral 23 es un ejercicio de operaciones especiales, conjunto y de empleo combinado a gran escala, siendo coordinado por Chile. Las actividades que se vienen realizando hasta el momento han incluido particularmente entrenamiento en maniobras tácticas, colaboración y toma de decisiones durante escenarios de crisis. El despliegue casi 1.700 efectivos y diversos medios se ha realizado a lo largo de la geografía chilena, desde Antofagasta a Punta Arenas.

La operaciones de coordinación con medios aéreos también fue destacada por el Capitán Felipe Campos, jefe de equipo de la Unidad JTAC Foxtrot del 8º Escuadrón de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de Chile, el expresar que “…lo más valioso que obtuvimos a través de este ejercicio fueron las relaciones que ganamos y la confianza que construimos entre nosotros. Fue una gran experiencia compartir tácticas, técnicas y procedimientos para que todos podamos trabajar con el poder aéreo de los demás…También fue estupendo compartir y ensayar los procedimientos para solicitar apoyo aéreo cercano con tantos colegas que tienen experiencia. Incluso tuvimos la oportunidad de trabajar con aviones como el AC-130J por primera vez…”.

La participación española estuvo representada por un contingente del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) del Ejército de Aire y del Espacio, elemento especializado en llevar adelante Operaciones Aéreas Especiales.

Vale recordar que la Fuerza Aérea de EE.UU. desplegó al menos un cañonero AC-130J Ghostrider en la Base Aérea Cerro Moreno, Antofagasta. La variante de ataque del C-130J Hércules fue visitada por autoridades del Ejército de Chile y de la Fuerza Aérea de Chile a los fines de interiorizarse en las capacidades y características de la aeronave y sus sistemas, sirviendo como una de las principales plataformas de apoyo aéreo.

En las últimas semanas las tropas de operaciones especiales de EE.UU. han mantenido una considerable presencia en el continente sudamericano, habiendo participado del ejercicio Resolute Sentinel 23 en Perú, del ejercicio multinacional UNITAS LXIV realizado en Colombia y entrenamiento con unidades especiales de las FFAA uruguayas.

Imagen de portada: USAF Staff Sgt. Clayton Wear

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