Hasta el golpe de estado llevado a cabo por militares rebeldes en julio del corriente año, y luego de la salida de las tropas francesas de la Operación Barkhane, Níger era el refugio y pivote de Estados Unidos para la lucha contra el yihadismo en la región del norte de África. En relación a esto, por el momento Washington ha logrado sostener su presencia en varios puntos del país, con un estimativo de 1.100 efectivos y tres bases militares. Gracias a esta infraestructura y programas de entrenamiento, EE.UU. dispone de las facilidades para contar con apoyo para sus operaciones y de la de sus aliados.

Las bases de EE.UU. en Níger son utilizadas para evacuación medica, soporte logístico, ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) y para alojar medios de reabastecimiento aéreo para sus aliados. Además, brindan apoyo para entrenar a las fuerzas militares locales. La base Air Base 101, emplazada en la capital nigeriana de Niamey, incluye un programa de formación y adiestramiento con los C-130 Hércules y con los Cessna 208. Ambas iniciativas proveen a la fuerza del país capacitación para misiones evacuación de víctimas e ISR, habiendo alcanzando las 15.000 horas de vuelo en seis años.

La segunda base, Airbase 201 ubicada cerca de Agadez, en el centro de Níger, funciona como centro de operaciones para drones MQ-9 Reaper, vehículos aéreos no tripulados que son utilizados esencialmente para recopilar inteligencia sobre los grupos militantes de la región. Esto último incluye células de al-Qaeda y los afiliados a ISIS como Jama’at Nusrat (JNIM).

A diferencia de Francia, Estados Unidos todavía no ha sido notificado para que inicie el retiro de sus tropas del país. Sin embargo, con el bloque regional de África Occidental ECOWAS amenazando con una intervención militar y el grupo ruso Wagner ofreciendo ayuda a los líderes golpistas, Washington se enfrenta a serios planteos de seguridad para el personal estadounidense.

Con una creciente presencia de movimientos fundamentalistas en la región, y con Rusia y China pujando por hacerse de mayores espacios, Washington considera clave sostener la presencia en Níger a los fines de sostener los trabajos realizados en la última década, los cuales han ganado mayor relevancia con el paulatino retroceso de Francia. De acuerdo con lo expresado por funcionarios norteamericanos a medios occidentales, la pérdida de la presencia en Níger sería un duro golpe para la estrategia de EE.UU. en África.

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3 COMENTARIOS

  1. la unión africana dio luz verde a la invasión para restaurar la democracia en Niger, lo que falta es ver que haces con los jihadistas que serían los grandes ganadores de este lio.

    esperemos que la restauración tarde poco y Mali y Burkina Faso no se autoinmolen al dope.

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