A través de una decisión del Consejo de Ministros, el Ministerio de Defensa de España fue autorizado para ordenar a Navantia la construcción de dos nuevos buques hidrográficos costeros (BHC) para la Armada Española. Las embarcaciones, que tendrán un coste de 158,6 millones de Euros, serán construidos en los astillero de San Fernando (Cádiz) y estarán listos para su entrega en el año 2026.
Esta iniciativa forma parte del nuevo ciclo de inversión del Ministerio de Defensa, destinado a actualizar las capacidades de las Fuerzas Armadas Españolas. Desde la cartera de Defensa explica que estos nuevos buques contribuirán a la modernización de la Flotilla Hidrográfica, encargada de producir la cartografía náutica oficial del país, tanto civil como militar. Dado que España cuenta con una línea costera de alrededor de 7.800 km, abarcando aproximadamente 1.330.000 km2 hasta los límites de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), junto con un total de 245 puertos marítimos.
Los nuevos buques, clasificados como BHC-70, contarán con una eslora de 47 metros, un desplazamiento de 900 toneladas y una autonomía de 20 días. Su principal misión será la recolección de datos, especialmente batimétricos, con el fin de elaborar la Cartografía Náutica Oficial de España. También llevarán a cabo relevamientos hidrográficos, investigaciones oceanográficas y exploraciones del relieve submarino. Además, se encargarán de actualizar derroteros, manuales de faro, y ayudas radioeléctricas, así como de instalar equipos para medir las mareas y mareógrafos para calcular los niveles hidrográficos. También llevarán a cabo tareas como la toma de fotografías costeras, la verificación de marcas de milla náutica y la recopilación de datos meteorológicos, entre otras misiones.
Este programa tiene como objetivo reemplazar los viejos buques del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), que han estado en servicio desde la década de 1970 y están llegando al final de su vida operativa. Estos buques incluyen el Malaspina (A-31), el Tofiño (A-32) y el Antares (A-23), siendo los dos primeros parte de la clase Malaspina, construida por la hoy conocida como Navantia en San Fernando, y entraron en servicio en 1975, operando desde el Arsenal de La Carraca.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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