Luego de dos semanas ha concluido el ejercicio Red Flag Alaska 23-3 que involucró a medios y personal de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Australia. El ejercicio que comenzó el 14 hasta el 25 de Agosto tuvo lugar en la Base de la Fuerza Aérea Eielson y la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, Alaska. El mismo se centró en la interoperabilidad y el uso de los aviones F-35 Lightning II de ambos países..
Red Flag estuvo enfocado especialmente en la interoperabilidad y el uso de las aviones de combate de quinta generación F-35 Lightning II entre los Estados Unidos y sus aliados. Los miembros de la Fuerza Aérea, la Marina, el Cuerpo de Infantería Marina de Estados Unidos y la Real Fuerza Aérea (RAAF) y Armada Australiana se unieron para mejorar la preparación para el combate y fortalecer las relaciones. La Real Fuerza Aérea Australiana participa regularmente en la serie de ejercicios de Red Flag de Alaska.
El RF-A le proporciona una oportunidad a las unidades para combatir amenazas tierra-aire y aire-aire a través de aviones agresores, mediante el empleo de tácticas enemigas durante el entrenamiento de combate aéreo. Además de centrarse en el combate aéreo a nivel táctico y operativo, el papel del Agresor amplía el entrenamiento para incluir la tierra, el espacio y el ciberespacio.
Según la página oficial del Comando Indo-Pacifico de EEUU cerca de 2.200 miembros de las Fuerzas Armadas participaron, mantuvieron y apoyaron a más de 115 aviones de 25 unidades durante esta tercera iteración del ejercicio dirigido por las Fuerzas Aéreas del Pacífico. El Joint Pacific Alaska Range Complex (JPARC) permitió a los miembros del servicio entrenar desde habilidades individuales hasta compromisos conjuntos complejos y a gran escala.
El Coronel Curtis Dougherty declaro que el ejercicio brinda una “oportunidad de probar tácticas, técnicas y procedimientos juntos para que en el caso de una coalición cuando nuestros socios aliados y conjuntos tengan que reunirse y ejecutar el llamado de nuestra nación, estemos listos el primer día”. El espacio aéreo de JPARC cubre más de 123 mil kilometros cuadradas y proporciona un entorno de entrenamiento realista a través de su vasto espacio aéreo, terreno variado y complejos de rango avanzado. “Esto es lo más cerca que podemos llegar a simular las condiciones del mundo real“, dijo Dougherty.
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