De acuerdo a lo comunicado recientemente por Rheinmetall, un importante envío de municiones recién fabricadas destinadas al vehículo antiaéreo Gepard se encuentran en camino hacia Ucrania. Como parte del acuerdo establecido, la compañía ha despachado un primer lote de municiones antiaéreas de calibre 35mm en apoyo a las Fuerzas Armadas Ucranianas. La meta final, es producir y suministrar 40,000 rondas adicionales antes de que finalice el año.
Por su parte, la llegada de estos envíos desde Alemania es esperada con gran interés en Ucrania, ya que los Gepard provistos por los aliados europeos, equipados con cañones gemelos de 35mm, se han convertido en un factor crucial en la lucha de Ucrania para defender su territorio, desempeñando un papel fundamental en el control de su espacio aéreo, ya que han demostrado ser altamente efectivos en la neutralización de municiones merodeadoras utilizadas por Rusia para atacar ciudades. Estos vehículos antiaéreos están prácticamente en constante operación, lo que ha aumentado significativamente el consumo de municiones.
Históricamente, Rheinmetall había producido gran parte de sus municiones para armas de calibre medio en Suiza. Sin embargo, en esta ocasión, se ha creado una nueva capacidad de producción en Alemania para abastecer los sistemas Gepard ucranianos, lo que involucró una inversión multimillonaria en instalaciones y equipos. En cuanto a esto último, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, anunció en febrero de 2023, durante una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, la creación de una capacidad de producción local, para fabricar municiones destinadas a los Gepard. Unos días antes de este anuncio, ya se había firmado un contrato para la entrega rápida de un total de 300,000 rondas de municiones. Debido a la urgencia y la alta relevancia política del proyecto, la presión para completar la nueva instalación fue significativa desde el primer día, lo que requirió un esfuerzo tecnológico y logístico de envergadura.
El gobierno alemán hizo todos los esfuerzos posibles para proporcionar a Ucrania nuevas municiones, incluso explorando opciones en el extranjero, aunque sin éxito. En Alemania, las existencias de municiones se habían agotado por completo, ya que los sistemas Gepard se habían retirado del servicio hace aproximadamente quince años. Otros países se negaron a compartir las existencias existentes de municiones, citando consideraciones políticas o restricciones legales.
El principal desafío radicaba en que las herramientas utilizadas previamente para producir las municiones originales ya no estaban disponibles. La solución, implicó una combinación de ingeniería inversa y desarrollo adaptativo, un enfoque único que implicaba la modificación de municiones de calibre 35 mm existentes de vehículos de combate de infantería para adaptarlas al Gepard. Garantizar que la unidad de control de fuego del Gepard pudiera reconocer y utilizar estas municiones de manera confiable representó un desafío particular.
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