Un reciente reporte de la Comisión de Defensa de la Cámara de los Comunes brindó un profundo análisis sobre la realidad de la Real Fuerza Aérea, concluyendo que la misma carece del tamaño y los medios necesarios para hacer frente a nuevas amenazas. La evaluación se da en el marco de un conflicto abierto en el continente Europeo, el cual ha encendido la alarma ante la posibilidad de tener que confrontar a un enemigo con capacidades similares o superiores.
El mencionado informe de la Cámara de los Comunes hace referencia directa a la actualización del Documento de Mando de Defensa de 2021, el cual fue puesto al día en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. En este documento se consideró que “la amenaza inmediata para la región euroatlántica, y para el Reino Unido ha aumentado bruscamente como consecuencia de las acciones de Rusia” , afirmando que la invasión rusa a gran escala “plantea el mayor desafío al orden internacional abierto en generaciones”.
Sin embargo, pese a que el Documento de Mando de Defensa comprendió la crítica situación de la seguridad mundial, reconociendo además que las carencias de capacidades de las FFAA británicas creaban un nivel de riesgo inaceptable, el cuerpo normativo no dio marcha atrás con ninguno de los recortes previstos en la edición original del 2021.
Los recortes en las cantidades de aeronaves establecidos en el Documento de Mando de la Defensa 2021 “…debilitaron la capacidad de poder aéreo del Reino Unido en un momento en el que las fuerzas armadas ya estaban sobrecargadas… La aceptación por parte del Ministerio de Defensa de las carencias de capacidades y sus recortes en la masa de combate en toda la flota han dejado al Reino Unido peligrosamente expuesto en un momento de creciente amenaza para la seguridad nacional, y corren el riesgo de disminuir nuestro papel dentro de la OTAN…” expresó el reporte del Comité de Defensa.
Vacíos de capacidad
El reporte pone en evidencia que el retiro anticipado de algunos sistemas, así como la decisión de reducir algunas adquisiciones, tendrán un impacto directo en las capacidades de la Real Fuerza Aérea, generando vacíos que podrían ser cubiertos por la OTAN, pero que a nivel país resultan inaceptables.
Bajo esta situación, algunos funcionarios del Reino Unido determinaron que es posible que la Real Fuerza Aérea deba recurrir a la OTAN para atender algunos de sus vacíos de capacidad, entre ellos la disponibilidad de medios de alerta temprana y control, aviación de combate y transporte.
Vale recordar que la Real Fuerza Aérea retiró su flota de E-3D Sentry antes de que pudiera disponerse de los E-7 Wedgetail como reemplazo, situación que dejó al Reino Unido sin un sistema de alerta temprana y control aéreo de ala fija con base en tierra. “…Los recortes en aviación de combate, mientras tanto, han reducido tanto la flota que existen serias dudas sobre si podría defender con éxito al Reino Unido en caso de conflicto…” advierte el documento realizado por la Cámara de los Comunes.
Recomendaciones
En relación a las capacidades más importantes de la Real Fuerza Aérea, el reporte del comité de defensa de la Cámara de los Comunes recomienda:
Aviación de combate: Una de las soluciones propuestas para incrementar la aviación de combate es adquirir lotes adicionales del caza norteamericano de 5ta generación, del cual hay una orden de compra por 74 unidades. Sin embargo, el reporte reconoce que “…El Ministerio de Defensa debe ser transparente y realista sobre el tamaño final de la flota de F-35…” atento los diversos problemas que aún se arrastran respecto a los costos de sostenimiento y disponibilidad de recursos para su mantenimiento. “…En la actualidad hay demasiadas cuestiones sin resolver sobre el desarrollo y el despliegue operativo de la flota…” afirma el documento.
En cuanto a los Tyhpoon, el reporte advierte que las actualizaciones de sensores y armamento previstas para la flota de 107 Tranche 2 y 3 deben entregarse a buen ritmo. Y también agrega que “…A la luz de la falta de reserva operativa de la Real Fuerza Aérea, el Ministerio de Defensa debería considerar seriamente la posibilidad de retirar los (30) Typhoons Tranche 1, que se darán de baja en 2025, en lugar de deshacerse de ellos…”.
Como complemento a los medios tripulados, también se propone que se avance rápidamente en el desarrollo y despliegue de vehículos aéreos no tripulados junto con la flota aérea de combate de la Rea Fuerza Aérea. “…La publicación de la estrategia sobre la plataforma autónoma de colaboración debe ir acompañada de plazos claros (y ambiciosos) y de un compromiso de financiación adecuado para un programa de capacidad UAS…”.
Alerta Temprana: “…De todos los recortes del Documento de Mando de Defensa, la decisión de reducir la flota británica de Wedgetail E-7 de cinco a tres aviones destaca como la más perversa, con la flota en un 40% para un ahorro de adquisición de sólo el 12%…” advierte sin miramientos el reporte. El caso es expuesto como otro de los fracasos del Ministerio de Defensa a la hora de adquirir material, destacando además que el conflicto en Ucrania demostró la necesidad de contar con capacidades industriales nacionales.
Movilidad aérea: El reporte también fustiga la decisión de retirar la flota de C-130J Hércules de la Real Fuerza Aérea, aeronaves que a lo largo de su vida operativa demostraron sus capacidades y flexibilidad para transporte, así como una plataforma ideal para el apoyo de las fuerzas de operaciones británicas.
Con la baja de los Hércules, la Real Fuerza Aérea dependerá exclusivamente de los A400M Atlas para movilidad aérea, aeronave que, “…por muy capaz que sea sobre el papel, tiene un pobre historial de fiabilidad. Tenemos la intención de examinar de cerca el rendimiento del A400M…”.
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