Luego de un mes intensas actividades en el Noroeste de China, finalizó la 10ª edición el Ejercicio Aéreo combinado Shaheen X entre la Fuerza Aérea de Pakistán (PAF) y la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF) del gigante asiático y con la participación estelar de los JF-17 Thunder , J-10C, J-11 y J-16.
El simulacro, que comenzó el 28 de agosto en Jiuquan en la provincia noroccidental china de Gansu, y Yinchuan, tuvo como objetivo la validación de la interoperabilidad entre ambos países frente a escenarios de combate aéreo. Vale recalcar que esta es la 10° edición de este ejercicio el cual dio sus primeros pasos en 2011, y desde entonces acogen ambos países de forma alternada. “El ejercicio Shaheen tiene por objeto mejorar las prácticas de combate aéreo, la preparación operativa, promover la interoperabilidad y crear sinergias entre los aliados estratégicos y de larga data que participan en la región”, dijo el comunicado de la Fuerza Aérea de Pakistán (PAF).
En ese marco, uno de los hechos que más llamó la atención fue la participación de las aeronaves pakistaníes JF-17 Thunder y, principalmente la de los cazabombarderos J-10C, los cuales fueron puestos en servicio en marzo del 2022. Por su parte, la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF) destinó a sus cazas Chengdu J-10C, Shenyang J-11 y Shenyang J-16 los cuales, como parte de las actividades, se desempeñaron en calidad de agresores a fin de enfrentarse en combates aéreos simulados con los cazas pakistaníes. De acuerdo con una declaración de la Fuerza Aérea de Pakistán (PAF) se recalcó que “La participación de estos cazas en el Ejercicio Shaheen-X marca un hito significativo en el camino de la PAF hacia una fuerza aérea tecnológicamente avanzada y formidable”.
Los dos países utilizan enfoques de entrenamiento diferentes, pero al mismo tiempo vuelan el mismo avión, el J-10C, por lo que ambas partes pueden aprender la una de la otra, explicó un experto al medio Global Times. Además de ello, en el ejercicio también quedo demostrado que pueden interconectarse con sus homólogos chinos a través del avión de alerta temprana KJ-500 de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China, y evidenciando de esta manera las capacidades que poseen ambos países.
Además de los cazas, también participaron en el simulacro otros tipos de aeronaves, como aviones de alerta temprana, y también sistemas de misiles tierra-aire, radares y unidades de comunicaciones, los cuales practicaron escenarios típicos de combate, como defensa aérea conjunta y contramedidas conjuntas.
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