Pese a que el conflicto de Ucrania se ha caracterizado por el uso de armamento de alta tecnología tales como misiles hipersónicos, complejos sistemas de defensa antiaérea y de artillería, ambos bandos siguen recurriendo a una de las herramientas más antiguas en el arte de la guerra: el velo y engaño.

Tanto Ucrania como Rusia han buscado en los últimos meses que el enemigo accione erróneamente a los fines de obtener algún tipo de ventaja, esfuerzos que están dirigidos a una mayor demanda de esfuerzos, con el consiguiente derroche y desgaste de recursos humanos y materiales. Así quedó demostrado con el creciente registro de señuelos de todo tipo, desde complejos diseños propios de un modelista, pasando por modelos inflables.

En relación a esto último, recientemente se viralizó un video captado desde un drone en el cual se aprecia lo que sería una sección de tanques T72/T80 convenientemente dispuestos de tal manera de no pasar desapercibidos. Pese a que los diseños podría engañar bajo ciertas condiciones de baja visibilidad o ángulos de visión, lo cierto es que la tecnología realiza un notable aporte al ofrecer cada vez mejores sistemas ópticos y los ya siempre presentes vehículos aéreos no tripulados. Este tipo de herramientas sin duda facilita la identificación temprana de señuelos, pero no sería siempre el caso.

Desde los primeros días del conflicto iniciado con la nueva invasión de Rusia a Ucrania, ambos bandos han utilizado señuelos con distinto grado de efectividad. Las fuerzas armadas ucranianas parecen haber tomado la delantera, con el registro de varios ataques rusos a maquetas debidamente emplazadas en zonas al alcance de la artillería o de municiones merodeadoras. Recientemente, diversos medios medios se hicieron eco de la iniciativa por construir réplicas de cañones, radares y morteros con un elevado grado de detalle.

Ucrania incluso ha recurrido a las capacidades instaladas de su industria a los fines de establecer líneas de producción para estos señuelos, entre ellos réplicas de piezas de artillería M777 y D-30, radares Sentinel y 35D6M, entre otros. Al igual que Rusia, también se han utilizado modelos inflables, pero los modernos sistemas de observación seguramente los delaten con mayor facilidad, tal como ha sido el caso reciente.

Al igual que toda operación en apoyo a acciones de combate, el despliegue de señuelos también requiere una elevada atención por los detalles, que no solo incluye la fidelidad de la réplica. Si se trata de una pieza de artillería, la misma debe ser emplazada en una posición que imite a las reales, con cajas de munición, redes miméticas, huellas de vehículos, etc. Lo mismos puede decirse de los radares o sistemas más complejos. Si el engaño es más elaborado, incluso se puede llegar a simular la firma térmica o electromagnética.

Con la introducción de modelos de señuelos cada vez más perfeccionados, no resultará llamativo que sigamos viendo imágenes de su eficacia en los campos de batalla ucranianos.

Tal vez te interese: Nuevo lote de obuses autopropulsados 2S19M2 Msta-S modernizados para las Fuerzas Terrestres rusas

Publicidad

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.