Siguiendo una reciente publicación en redes sociales de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón (JMSDF), en el día de ayer se celebró la ceremonia de bautismo y botadura de la séptima fragata furtiva de misiles guiados de la clase Mogami construida por Mitsubishi Heavy Industries (MHI) en los astilleros de Nagasaki de la empresa.
La botadura realizada en el día de ayer tuvo como premisa la entrega de la séptima fragata de esta clase bautizada como JS Niyodo (FFM-7). En un principio, estos buques fueron financiados por el presupuesto de Defensa del año 2015 con el objetivo de construir un total de 22 unidades. Años más tarde, en agosto de 2017, MHI y Mitsui Engineering and Shipbuilding fueron elegidas para supervisar la construcción de los buques, destinados a sustituir a otros buques más antiguos como los destructores de la clase Asagiri. Tal es así que en 2018 comenzó la construcción de la primera, pero a mediados del presente año un imprevisto afectó el plan y ahora solo se espera construir 12 unidades de la clase.
La primera unidad que da nombre a la clase, el Mogami (FFM-1), fue botada en marzo de 2021 por MHI, entrando en servicio en abril del corriente año. Le siguieron la JS Kumano y JS Noshiro, las cuales entraron en servicio en 2022, y JS Mikuma y JS Yahagi en 2023. La sexta y última de las fragatas, JS Agano (FFM-6) espera entrar en servicio para el mes de marzo de 2024.
El buque nombrado como Niyodo es una fragata multipropósito de nueva generación diseñada para la JMSDF. La misma tiene un desplazamiento de unas 5.500 toneladas, con una eslora de 132,5 metros, una manga de 16,3 metros, y una velocidad máxima que supera los 30 nudos. En lo referido a su armamento principal cuentan con un cañón 127mm MK-45, complementado con la capacidad de lanzamiento de misiles antisuperficie Tipo 17; contando con lanzadores de misiles verticales MK-41 que empleando misiles Tipo 03, sumado a un sistema SeaRam.
Estas fragatas de fabricación japonesas pueden desplegarse para diversas misiones, como alerta y vigilancia, guerra antiaérea, anti-superficie, antisubmarina y operaciones de rastreo de minas. Sin embargo, la nueva clase está destinada a “impulsar las misiones de recopilación de información y vigilancia en tiempos de paz en medio de un aumento del volumen de actividades en torno a Japón”, declaró Kosuke Takahashi, experto en defensa en Tokio.
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