Al cierre de la jornada de ayer, el Ministerio de Defensa confirmó que la compañía Turkish Aerospace Industry (TAI) presentó ante las Fuerzas Armadas una propuesta concreta por el vehículo aéreo no tripulado ANKA. El ofrecimiento se dio en el marco de la reunión entre el titular de la cartera, Jorge Taiana, el embajador de Turquía, Süleyman Ömür Budak y representantes de TAI.
La reunión entre el ministro Taiana y el embajador Budak estableció los lineamiento que permitirán avanzar en un futuro Memorándum de Entendimiento que permitirá la cooperación industrial en el ámbito de la investigación y del desarrollo de materiales de defensa así como la gestión del riesgo de desastres naturales.
Ambos funcionarios también acordaron la firma de un documento de cooperación entre la industria de la Defensa argentina con la agencia de la Industria de Defensa de la República de Turquía, a los fines de incrementar los lazos de cooperación entre las partes para mejorar las capacidades de producción, adquisición, mantenimiento de bienes y servicios y el apoyo técnico y logístico pertinente.
La industria de la defensa de Turquía cuenta con una amplia variedad de productos y servicios que podrían ser de gran interés para re-equipar a las Fuerzas Armadas argentinas, tal como fue el caso de los radares Aselsan ACAR-K adquiridos por el Ejército Argentino.
Ante un contexto local por incorporar capacidades, no resulta llamativo la propuesta realizada por Turkish Aerospace Industry (Türk Havacılık ve Uzay Sanayi A.Ş., TUSAŞ) compañía que no solo apunta a posicionar sus productos sino que también estuvo observando de cerca las capacidades industriales locales. Vale recordar que una comitiva de TAI participó de la jornada “Nuevas cadenas de valor en la Industria Aeroespacial” realizada en FAdeA, visitando también a algunos de sus proveedores con la intención de desarrollar nuevos canales de negocios.
La larga marcha de los drones argentinos
Uno de los tantos aspectos que necesitan ser atendidos en las Fuerzas Armadas argentinas es la capacidad que ofrecen los vehículos aéreos no tripulados en todas sus categorías. Pese a algunas iniciativas por desarrollar diseños locales, los mismos no han pasado de la fase de estudio, prototipo o su producción (y capacidades) son mas bien limitadas.
Pese a haber sido uno de los países de la región pioneros del rubro, las distintas administraciones no solo fallaron una y otra vez a la hora de materializar proyectos locales, sino que tampoco recurrieron a compras en el extranjero, dejando una vez mas las Fuerzas Armadas sin una capacidad que hoy se considera elemental. Basta ver los medios operados por otros países de la región para apreciar el notable retraso local.
Ante este vacío, la propuesta de Turkish Aerospace Industry apunta a ocupar un nicho de vehículos aéreos no tripulados de media altitud y larga autonomía (MALE) con la familia ANKA.
Presentado en julio de 2010, el ANKA realizó su primer vuelo en diciembre del mismo año, para luego continuar evolucionando conforme a los requerimientos de las Fuerzas Armadas de Turquía. La versión inicial del ANKA fue sometida a una extensa fase de desarrollo de diversas capacidades, algunas de ellas de producción local. Bajo esta dinámica de trabajo, TAI produciría las versiones ANKA-B y ANKA-S.
De acuerdo con lo detallado por TAI, la familia de vehículos aéreos no tripulados ANKA es una plataforma probada en combate que se desempeña en ambientes operacionales donde el GNSS ha sido dengados, así como en otros entornos de guerra electrónica. “…ANKA ha acumulado más de 90.000 horas de vuelo (marzo de 2021) con una alta disponibilidad para la misión…”.
La familia ANKA se promociona como una plataforma flexible “…con las ventajas de la arquitectura segregada del sistema de misión y la integración de múltiples cargas útiles…”. Turkish Aerospace Industry menciona que el ANKA puede cumplir tareas de vigilancia y reconocimiento, guerra electrónica, según la suite de sistemas. Como vehículo aéreo de combate no tripulado puede ser armado con cohetes, bombas y misiles guiados de la compañía turca ROKETSAN
Entre las performances publicadas por TAI destacan una autonomía de 30 horas, techo máximo de 30.000 pies, 250km de alcance para su datalink y una carga útil de 350kg.
Imagen de portada: TAI
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Que vuele a 9 kilómetros de altura es una buena altura, pero tampoco es tan alto, es derribable también desde tierra.