No es una novedad que las Fuerzas Armadas de Francia se encuentran a travesando un proceso importante de renovación y fortalecimiento de cara a la actual y futuras décadas. Dos de los elementos claves de estos esfuerzos son el desarrollo de un nuevo caza de sexta generación, como la introducción de la nueva versión del Dassault Rafale denominada F4. Así lo reflejan las partidas presupuestarias y créditos asignadas a ambos proyectos por parte del gobierno francés.
En primer lugar, el Sistema de Combate Aéreo del Futuro (SCAF), liderado por Francia y que involucra a Alemania y España, comienza a ocupar un lugar cada vez mayor dentro del presupuesto de defensa galo de cara al periodo 2023-2026 con un total de 1.360 millones de Euros asignados. Esta primera etapa de diseño y desarrollo del futuro caza incluye tanto a los aviones de combate, al igual que drones, armamento y tecnología de combate en la nube asociados. Además, ya se ha confirmado un refuerzo por 300 millones de Euros adicionales para este periodo.
Estos esfuerzos presupuestarios están englobados dentro de la Fase “1B” del SCAF, comprendiendo una inversión combinada entre los tres principales participantes del programa a lo largo de un periodo de 36 meses desde la firma del primer contrato del pasado mes de diciembre de 2022. El objetivo final será la concreción de las primeras demostraciones de las capacidades que incorporará el avión de sexta generación.
Sin embargo, y en paralelo, el gobierno y el Ejército del Aire francés continúan apostando con la nueva versión de caza Rafale en su estándar F4. Esto se debe a que el embrionario SCAF a punta a entrar en servicio durante la próxima década, alcanzando la madurez tecnológica para erigirse como el reemplazo del actual cazabombardero de primera linea francés en 2040. A tales fines, ya se ha confirmado las inversiones necesarias, las cuales alcanza otros 5360 millones de Euros. Alcanzando una inversión total de aproximadamente 11.000 millones de Euros, comprendiendo el desarrollo y puesta en servicio de la nueva versión, como la fabricación de nuevas aeronaves por parte de Dassault.
Recientemente, la factoría francesa concretó la entrega del Rafale número 150 a las Fuerzas Armadas galas, como parte de un contrato por 40 nuevas aeronaves que esta ejecutando el gobierno. Esta adquisición fue impulsada por el Armée de l’Air et de l’Espace con el objetivo de llegar al 2030 con una flota de 225 aviones de combate. Hace casi un año, la fuerza contaba con unos 195 cazabombarderos que se repartían en 99 Mirage 2000 en todas sus variantes y 96 Rafale.
De esta manera, si bien no se han brindado precisiones, medios franceses han dado cuenta que el gobierno francés planea dejar en firme otra orden por 42 Rafale adicionales al nuevo estándar F.4, teniendo en cuenta que durante los próximos años se avanzará con la baja definitiva los Mirage 2000 que aún opera el Ejército del Aire y Espacio.
Para los próximos meses, asegurando la linea de pagos a Dassault, en el marco de actual contrato por 40 ejemplares, se espera que las Fuerzas Armadas reciben entre 2023 y 2024 un total de 13 Rafale a definir cuanto serán destinados al Ejército del Aire y Marina Nacional.
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