Luego de una serie de agresiones contra bases y personal de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en Iraq y Siria, el Secretario de Defensa Lloyd J Austin III confirmó que fuerzas militares norteamericanas ejecutaron un ataque de autodefensa contra dos instalaciones en el este de Siria utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) y grupos afiliados.
En su comunicado difundido al cierre de la jornada de ayer, el Secretario de Defensa de EE.UU. detalló que “…estos ataques de autodefensa de precisión son una respuesta a una serie de ataques en curso, y en su mayoría infructuosos, contra el personal de EE.UU. en Irak y Siria por parte de grupos de milicianos respaldados por Irán, los cuales comenzaron el 17 de octubre…“.
Desde la cartera de defensa norteamericana se informó que los ataques contra posiciones de las Fuerzas Armadas de EE.UU ocasionaron el fallecimiento de un contratista y heridas leves en 21 militares. “…El Presidente no tiene mayor prioridad que la seguridad del personal estadounidense, y ha dirigido la acción de hoy para dejar claro que Estados Unidos no tolerará tales ataques y se defenderá a sí mismo, a su personal y sus intereses…”.
La constante tensión en la región fue quebrada por el masivo ataque perpetrado por Hamás contra civiles, fuerzas de seguridad y las Fuerzas de Defensa de Israel el pasado 7 de octubre, ofensiva que dejo centenares de muertos y que obligó a Tel Avivi a llevar adelante una contundente respuesta militar contra la organización alojada en Gaza.
Ante una probable escalada de violencia y la potencial participación de otros actores, EE.UU. viene reforzando su presencia militar en Medio Oriente con el despliegue de decenas de aviones de combate, personal e incluso dos Grupos de Ataques de Portaaviones, uno de los cuales (el del USS Gerald R. Ford) ya se encuentra operando en aguas del Mediterráneo Oriental.
En los últimos días, diversas bases de EE.UU. en Siria e Iraq han sido atacadas en contadas ocasiones por drones y municiones merodeadoras, por lo que la respuesta es considerada por Washington como una medida de auto-defensa. Es por esta razón que el comunicado del Secretario de Defensa Austin III aclara que “…Estos ataques en legítima defensa, de alcance limitado, tenían como único objetivo proteger y defender al personal estadounidense en Irak y Siria. Son independientes y distintos del conflicto en curso entre Israel y Hamás, y no constituyen un cambio en nuestro enfoque del conflicto entre Israel y Hamás…”.
El comunicado también menciona que “…Estados Unidos no busca el conflicto y no tiene intención ni deseo de participar en más hostilidades, pero estos ataques respaldados por Irán contra las fuerzas estadounidenses son inaceptables y deben cesar. Irán quiere ocultar su mano y negar su papel en estos ataques contra nuestras fuerzas. No se lo permitiremos. Si continúan los ataques de los apoderados de Irán contra las fuerzas estadounidenses, no dudaremos en tomar otras medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo…”, en lo que resulta una clara advertencia hacia Irán y sus proxies regionales.
Al cierre de esta edición, el Departamento de Defensa de EE.UU. no informó sobre los medios empleados para ejecutar estos ataques retaliatorios. En la región, las Fuerzas Armadas norteamericanas cuentan con vehículos aéreos no tripulados, así como una amplia gama de aeronaves tripuladas tales como A-10C Thunderbolt II, F-15E Strike Eagle, F-16C Fighting Falcon y F-35A Lighting II. En el caso del Grupo Aéreo Embarcado del portaaviones Ford, el mismo está compuesto por F/A-18E/F Super Hornet.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: USAF
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