Como todos los años, la Armada Argentina realiza con el rompehielos ARA Almirante Irízar una prueba de maquinas y de sistemas como etapa previa a la Campaña Antártica de Verano. En esta ocasión, Zona Militar tiene la oportunidad de acompañar nuevamente a la dotación del buque a lo largo de cinco días de navegación que están teniendo lugar en el litoral argentino.

Día 0: Embarque

Tal como estaba planificado, el viernes 3 de noviembre embarcamos a las 2200 en el ARA Almirante Irízar, con el rompehielos amarrado en la Dársena Norte. Una vez a bordo, nos acomodamos en los camarotes asignados para prensa, para posteriormente ir cumpliendo algunas de las formalidades cuando se trabaja en un buque de la Armada, entre ellas la entrega obligatoria de nuestro chaleco salvavidas, un elemento esencial que se convertirá en nuestro hijo por los próximos días junto con la bolsa de desembarco.

Habiéndose cumplido las 2300, nos reunimos para breve charlar introductoria en la cual se nos brindó un detalle general de las actividades previstas a realizarse por el rompehielos y su dotación. A las 2330, finalmente el ARA Almirante Irízar soltó amarras, dando inicio a la navegación que nos llevaría a hacer un ida y vuelta hasta la ciudad de Mar Del Plata, experiencia que también nos permitiría conocer de cerca a los hombres y mujeres del mar.

Tal como mencionamos, esta actividad es el paso previo a la Campaña Antártica de Verano, operación que se realiza en las aguas del continente blanco todos los años y que se extiende por aproximadamente cuatro meses para abastecer a las bases argentinas en la Antártida con diverso material, así como para el cambio de dotación.

En cuanto a la actividad de pruebas que se está realizando ahora, las evaluaciones de las máquinas suelen realizarse durante cinco días, para lo cual se efectúa una navegación a los fines de verificar el adiestramiento de su personal como así también para someter a pruebas sus sistemas, equipos y procedimientos. Durante todos los días se realizan adiestramientos y pruebas que van desde la preparación de la dotación ante un eventual incendio hasta la puesta a toda maquinas de los cuatro motores.

Los trabajos que se realizan a lo largo de estos cinco días le permiten tanto al comandante conocer el nivel de adiestramiento operativo con que su Plana Mayor y Dotación afrontarán los desafíos de implica una Campaña Antártica.

Día 1

Un detalle para mencionar es que en cada uno de los comedores del rompehielos Irízar se encuentra una pequeña planilla colocada en la pared, la cual permite conocer el cronograma de actividades del día, las comidas, efemérides navales, terminología marinera, pronósticos meteorológicos, y órdenes/consignas del día. Asimismo, algunos otros detalles que nos acompañarán durante todos los días son los comunicados y avisos por altoparlantes, así como también el llamado “Diana diana diana” a las 0700.

La primera actividad del día comenzó con la clase de abandono de la embarcación donde se nos explicó a los invitados y a un grupo de jóvenes liceistas los distintos tipos de abandonos (inminente, no inminente, etc), como deben estar conformadas las mochilas de desembarco y las ubicaciones en los 4 botes que posee una capacidad 85 personas.

Cerrando la primera jornada de la navegación, luego de la cena, tuvimos la oportunidad de participar de una actividad con bengalas para comprender cuales y cómo se utilizan ante una eventual emergencia. En esta ocasión tanto los cadetes del liceo, invitados y dotación tuvieron su oportunidad de tirar y experimentar la cualidades de este tipo de material.

DÍA 2: Crash stop

La segunda jornada a bordo del ARA Almirante Irízar incluyó la prueba del crash stop, una actividad que implica la aceleración al máximo de los cuatro motores en avance y retroceso, simulando las operaciones que se realizan cuando el rompehielos debe avanzar y posarse por encima de una capa gruesa de hielo para poder quebrarlo.

Aproximadamente a las 0900 se dio aviso a la dotación e invitados sobre las actividades de la jornada, con el comandante del buque junto con el jefe de maquinas ubicados en el puente de mando dando la luz verde para poner los cuatro motores en su funcionamiento máximo y revisar cualquier novedad.

Tal como supimos publicar hace casi un año, en el caso del Crash-Stop lo que se hace es ir con máquinas a máxima potencia hacia adelante y, eventualmente, parar máquinas e ir marcha atrás, “es decir, vamos con mucha fuerza hacia adelante y le exigimos de la nada ir para atrás, y vemos cómo reacciona la planta propulsora hasta que el motor baja la velocidad, queda parado, empieza a girar la línea de eje y empieza a ir para atrás.”

¿En qué eventualidad implementarían el Crash-Stop? en un caso real sería para evitar una colisión, que a día de hoy por suerte nunca se necesitó implementar. En maniobras generales y leves se direcciona al buque hacia adelante, hacia atrás, o se acomoda; pero en el Crash-Stop estamos hablando de un envión que toma la unidad con mucha inercia hacia adelante, con toda la planta propulsora en su máximo poder, y luego darle de repente con todo a máquinas hacia atrás.

Para los cálculos de probabilidades, el resultado de esta prueba nos otorga una noción de cuánto desplaza el buque, cuánto avanza hacia adelante, cuánto es la inercia o movimiento hacia adelante, y cuánto tarda en frenar completamente e ir hacia atrás. “Estamos hablando de minutos, en este tipo de buque por la planta propulsora que tiene y por la reacción que tiene, son minutos, hay pruebas de las que da un total de un minuto y 40 segundos, y ya el buque se direcciona hacia atrás; 2:30 y ya el buque esta propulsando fuerza hacia atrás también; son tiempos acotados”.

Sanidad

Posteriormente, tuvimos la posibilidad de conocer las instalaciones de sanidad y quirófano, conversar con el personal a bordo y entrevistar al Teniente de Navío Facundo Molina, bioquímico que ya tuvo la oportunidad de participar en la campaña antártica 2022-2023.

Durante el recorrido, el Teniente nos explicó las distintas unidades que posee en servicio. El piso 03 el Irízar posee una sala de terapia intensiva y cirugía para soporte básico vital con una sala de cirugía, siete camas, dos respiradores fijos, un respirador portátil, dos desfibriladores, electrobisturí, mesa de anestesia y telemedicina, entre otros elementos.

En el segundo piso el buque se aloja el odonto-laboratorio (radiografías, arreglos, y extracciones), consultorio médico, un sector de bioquímica médica, un odontólogo y un bioquímico. Este último, donde se realizan los análisis básicos para poder descartar o confirmar diagnósticos, consta con una sala de observación o de primeros auxilios que tiene una línea de oxígeno alimentada con una planta, un ecógrafo, un radiografío/rayos. De acuerdo con lo detallado, la mayoría de las consultas suelen ser de por índole metabólico o por traumato.

Para esta navegación embarcó un equipo de sanidad integrado por un médico, cirujano, bioquímico y odontólogo. Posteriormente, cuando ya se inician las actividades de la CAV, se solicita una dotación complementaria de enfermeros.

Al cierre de este primer reporte a bordo del Almirante Irízar también pudimos presenciar otros ejercicios, como la prueba de alarmas, luces, sistema de burbujeo, prueba de sistema de lucha contra incendio (espuma) y clase de rol de cubierta de vuelos y black out (apagado de toda la electricidad y encendido).

En la jornada de ayer, frente a la ciudad de Mar del Plata, también se realizaron operaciones con la Aviación Naval, particularmente con el UH-3H Sea King 241 y personal de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.

En los próximos días iremos actualizando las actividades realizadas a bordo del ARA Almirante Irízar.

Agradecimientos: Armada Argentina; Dotación del rompehielos ARA Almirante Irízar

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1 COMENTARIO

  1. Nave Heroica, condecorada por su desempeño durante la Batalla de 1982 por las islas y casi perdida por alguna mano negra que casi se queda con la suya.
    Gracias al Capitan Guillermo Tarapow, que en 2007 se puso al timón de la nave y supo salvarla del hundimiento seguro
    Fue un enorme acierto convertirla y modernizarla, mucho más que comprar un buque nuevo.
    Por su excelente diseño y su enorme simbolismo, dejando de lado postulas políticas
    Hermosa, Heroica e Inestimable Nave Rompehielos

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