En el transcurso de los últimos meses, las Fuerzas Armadas españolas estuvieron a la cabeza de las actividades militares que se desarrollaron en el marco de la Unión Europea. Una de las más relevantes fue el ejercicio de gestión de crisis MILEX 23, el cual fue ejecutado en la provincia de Cádiz, siendo el primer ejercicio con despliegue de fuerzas sobre el terreno (LIVEX) de la UE.
Conforme a lo informado por la cartera de defensa española, MILEX 23 constó de dos fases que se ejecutaron entre el 18 de septiembre al 6 de octubre, y entre el 16 al 22 de octubre, respectivamente. La primera etapa consistió en un ejercicio de puesto de mando, “…en el que se puso a prueba el proceso de planificación militar a nivel estratégico y operacional…”.
La segunda etapa contempló el despliegue en el terreno, actividad denominada LIVEX. Las operaciones contaron con una fuerza combinada de más 2.900 militares pertenecientes a 19 países de la Unión Europea. El despliegue se dio en el marco de un teatro de operaciones simulado, ejecutándose el plan operativo desarrollado en la fase de planificación.
Para LIVEX, las Fuerzas Armadas españolas desplegaron 1.200 efectivos así como una considerable cantidad de medios terrestres, navales y aéreos. La fuerza de la Unión Europea dispuso como núcleo un grupo de combate anfibio, el cual se sustentó sobre el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo de la Armada Española integrado por: el buque anfibio portaeronaves “Juan Carlos I” L-61, el buque de asalto anfibio “Castilla” L-52, la fragata de la clase Santa María “Numancia” F-83 , el Batallón de Desembarco I de Infantería de Marina, cazabombarderos AV-8B Harrier II Plus y helicópteros de la Flotilla de Aeronaves.
Por su parte, el Ejército de Tierra dispuso un grupo táctico de la Brigada “Canarias” XVI, fuerza que fue complementada por una sección de tiradores de infantería de Austria, una compañía de zapadores del Ejército de Tierra francés, equipos de desactivación de explosivos rumanos y húngaros, así como un equipo de control aerotáctico húngaro.
Las fuerzas navales españolas operaron combinadas con el buque de asalto anfibio “Tonnerre” de la Marine Nationale francesa, y con un subgrupo táctico; con una sección de la Brigada San Marco de Italia; con la fragata Francisco de Almeida y una sección de Fuzileiros de la Marinha de Portugal; y con un equipo médico de Malta. Al componente terrestre lo completó un elemento de Operaciones Especiales, mientras que el naval también dispuso la participación del cazaminas francés de la clase Tripartite “Croix du Sud” M646.
“…Además de liderar toda la fuerza, España, que aportó 1.200 militares, mandó los diferentes grupos navales, las fuerzas de desembarco, los batallones terrestres, las unidades de operaciones especiales y la fuerza aérea…” detalló el ministerio de defensa español.
A lo largo del desarrollo del ejercicio MILEX 23, las fuerzas participantes simularon el despliegue de un grupo operacional de Unión Europea bajo el paraguas de la ONU, tras la petición de ayuda de un país no europeo denominado Seglia. “…Su situación de seguridad está muy deteriorada por las acciones terroristas de un grupo con gran capacidad de acción, así como por la piratería en la mar, los ciberataques contra infraestructuras críticas y una fuerte campaña de desinformación. La UE responde a la solicitud actuando en un escenario donde entrena las capacidades por mar, aire, tierra y ciberespacio…”.
Parte de las actividades ejecutadas durante LIVEX fueron desarrolladas en las instalaciones de la base naval de Rota y en la playa del campo de adiestramiento de tiro Sierra de Retín, en Barbate. MILEX 23 demandó una planificación y preparación de catorce meses, proceso que ya está nuevamente en marcha para lo que será MILEX 24, futura edición que se realizará en Alemania.
Imagen de portada: EMAD
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