El Consejo de Ministros de España autorizó en la jornada de ayer la celebración de un contrato para la adquisición e integración del misil aire-superficie AGM-114 Hellfire y su equipo asociado a los drones MQ-9 Predator B, vehículos aéreos no tripulados que son operados por el Ejército del Aire y del Espacio español.
Conforme a lo mencionado por la Referencia del Consejo de Ministros publicada ayer, la adquisición e integración de los misiles Hellfire en los drones Predator se realizará por un valor estimado de 13.395.015 euros. Una vez completado los trabajos e incorporado el material, el mismo habrá permitido “…actualizar y potenciar las capacidades de este sistema de armas, mejorando con ello las capacidades aire-superficie del Ejército de Aire y del Espacio para el cumplimiento de las misiones que tiene encomendadas, especialmente en lo relativo al apoyo y protección de las distintas Unidades de las Fuerzas Armadas y de su personal en el curso de las operaciones…”.
El Ejército del Aire y del Espacio español adquirió cuatro sistemas MQ-9 Predator B, los cuales fueron suministrados por la empresa norteamericana General Atomics por un costo total de USD 161 millones. Los primeros componentes de los drones arribaron a base aérea de Morón de la Frontera, Sevilla, a mediados de diciembre de 2019. La incorporación de los Predator B se completó a finales del mes de noviembre de 2020, fecha en la cual ya se encontraban en plena fase de pruebas y evaluaciones.
Los MQ-9 Predator B operan desde la base aérea de Talavera la Real,la cual fue designada oportunamente como Base de Operación Principal del sistema no tripulado. Los drones son operados por el 233 Escuadrón del Ala 23, unidad del Ejército del Aire especializada en tareas de inteligencias, vigilancia y reconocimiento.
La adquisición e integración de los misiles aire-superficie AGM-114 Hellfire permitirá a los Predator B operar en misiones ofensivas, capacidad que se esperaba completar en el mediano plazo una vez que se decidió la adquisición del sistema de armas. El MQ-9 Predator B fue desarrollado a principios de siglo, concebido como reemplazo del MQ-1 Predator. Su debut en misiones operacionales se dio en 2007, cuando fue desplegado en Irak por la Fuerza Aérea de los EE. UU. Desde entonces, el sistema ha evolucionado constantemente con la integración de armamento (misiles aire-superficie, bombas guiadas, misiles aire-aire, pods especializados) y con mejoras en su diseño, permitiendo a la plataforma operar en diversas asignaciones, tales como ISR, ataque, patrulla marítima, etc.
Los Predator B son considerados por el Ejército del Aire como una aeronave de reconocimiento estratégico, con una autonomía de más de 27 horas, pudiendo operar a más de 15 000 metros de altura. “…Su carga útil compuesta por un radar y cámaras infrarrojas supera los 1700 kilogramos. Tiene más de 20 metros de envergadura, capacidad de captar imágenes y vídeos y va a ser utilizado en misiones de inteligencia…” detalla la Fuerza.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: USAF – Airman 1st Class Victoria Nuzzi
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