El 20 de noviembre, un avión de patrulla marítima de la Armada de EE.UU. P-8A Poseidon se salió de la pista y terminó en el mar frente a la isla de Oahu, ubicada en Hawái. Si bien el accidente provocó daños significativos para la aeronave, no causó lesiones a ninguno de los nueve miembros de la tripulación. Así lo informaron funcionarios militares estadounidenses.
Según los detalles que trascendieron en medios locales, el avión de patrulla marítima se salió de la pista de la base del Cuerpo de Marines de este país, incidente que finalizó con la caída de la aeronave en aguas próximas a la cabecera. Tal y como hemos mencionado, el accidente ocurrió frente a la isla de Oahu. Al respecto, la teniente Hailey Harms, actual portavoz del Cuerpo de Marines, aclaró que no hubo víctimas y que los nueve miembros de la tripulación que estaban a bordo consiguieron arribar a tierra sin ningún tipo de inconveniente.
Es importante destacar que en las imágenes mostradas sobre el accidente, puede verse al P-8A Poseidon en posición vertical. Además, sus alas se encontraban levemente por encima de la línea de flotación en la bahía de Kaneohe, la cual está ubicada frente a la Base del Cuerpo de Marines, en Oahu.
Teniendo en cuenta lo dicho en un comunicado de la Tercera Flota de la Armada de EE.UU., el P-8A Poseidon estaba realizando una misión en apoyo a operaciones de la Armada. No obstante, también se explicita que al momento de producirse el accidente, la visibilidad se había visto reducida en una milla aproximadamente. Y, a su vez, el Servicio de Meteorología nacional de Estados Unidos marcaba neblina y ráfagas con vientos de hasta veintiún millas por hora.
La flota de P-8A Poseidon es sumamente relevante para la Armada de EE.UU. sobre todo teniendo en cuenta sus capacidades ya que cuenta con la capacidad de “…transportar tanto torpedos como misiles de crucero, al tiempo que realiza misiones de guerra antisubmarina y antisuperficie, así como de recopilación de inteligencia”.
Cabe aclarar que Estados Unidos no es el único país que hace uso de este equipamiento militar sino que también es una herramienta fundamental para otras Fuerzas como la australiana, neozelandesa, británica, india y noruega.
Por último, es importante resaltar que si bien el accidente solo provocó daños para con el P-8A Poseidon, por su gravedad se estima que las potenciales reparaciones podrían demandar alrededor de 173 millones de dólares, cifra que pone en duda la viabilidad de recuperar la aeronave siniestrada.
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