El Memorando de Entendimiento firmado entre la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” ( FAdeA ) y la compañía GAL AMMROC de Emiratos Árabes Unidos podría extender la cooperación entre ambas partes para atender los requerimientos y demanda de las líneas C-130 Hércules y Alpha Jet.

Durante el Dubai Airshow 2023, GAL AMMROC y FAdeA, rubricaron un plan para futuras cooperaciones en programas y proyectos relacionados con la fabricación, montaje, diseño, intercambio de mano de obra y servicios de ingeniería y reparación. Mahmood Alhay Alhameli, CEO de GAL AMMROC, mencionó oportunamente que “…Al colaborar con FAdeA, reafirmamos nuestro compromiso con la visión conjunta de avanzar en la oferta de MRO en los EAU buscando de elevar los estándares de diseño, fabricación y modernización de aeronaves militares a nivel local, regional y mundial…”.

Por su parte, el interés de FAdeA por consolidar un acuerdo con GAL AMMROC fue destacado por Franco Giuggioloni, vicepresidente y gerente general de FAdeA, el cual comentó que “…Este es un acuerdo especialmente importante para FAdeA, ya que ampliará nuestra visión de negocio en el ámbito militar a otras regiones. El objetivo de FAdeA de expansión global requiere un socio competente, confiable y con un historial probado de logros…”.

En una reciente entrevista a la Presidente de FAdeA, Dra Mirta Iriondo, Zona Militar pudo ahondar algunos detalles sobre el acuerdo con GAL AMMROC, pensando en los lazos de colaboración que se podrían establecer a futuro entre ambas partes. En el caso de FAdeA, la fábrica cordobesa puede poner a disposición su experiencia en el mantenimiento y modernización de la línea C-130 Hércules, la cual se plasmó con los trabajos en cuatro aviones de la Fuerza Aérea Argentina, y que se espera ampliar con el LC-100 TC-100 (por ser una versión civil no sería del mismo alcance) y con el C-130H Hércules TC-60 recientemente incorporado a la flota.

Otro de los puntos de interés para la compañía de Emiratos Árabes Unidos es la pericia que incorporó FAdeA con lo que fue el desarrollo del proyecto de reemplazo de obsolescencias del entrenador IA-63 Pampa. GAL AMMROC estaría buscando implementar un plan similar para la línea Alpha Jet, avión de entrenamiento y ataque ligero que aún se encuentra en servicio con algunas Fuerzas Aérea de Medio Oriente y África.

Vale recordar que durante el período 2018/2019, FAdeA logró certificar 17 componentes locales, en lo que fue un esfuerzo conjunto entre proveedores, la fábrica y la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DIGAMC). En los últimos años la iniciativa continuó ampliándose, trabajos que además contemplaron la fabricación de los pilones internos Alkan 6095 y de los Alkan 6096 externos, los cuales ya están siendo evaluados por el Centro de Ensayos en Vuelo.

El reemplazo de obsolescencias y nacionalización de componentes permitió volver a contar con algunos componentes críticos cuya producción había sido discontinuada o que su compra en el extranjero resultaba demasiado onerosa. Con sus altibajos propios de la realidad argentina, la iniciativa permitió plasmar una cooperación con proveedores locales, logrando atender los requerimientos para la línea Pampa.

El potencial de un trabajo conjunto con GAL AMMROC permitiría a FAdeA abrir una nueva línea de negocios, tanto por su valor técnico como por la posibilidad de generar ingresos por fuera del Estado Argentino.

Imagen de portada ilustrativa.

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7 COMENTARIOS

  1. Es triste pensar que en poco tiempo FAdeA puede terminar en manos extranjeras, lo que como ya vimos en los años 90s no es productivo para los intereses nacionales. Basta recordar la gestión de la Lockheed Martin, liquidó para siempre la posibilidad de construir nuevas versiones del Pucará, entre otras cosas. El tiempo dirá si este negocio beneficia al país o a intereses extranjeros.

  2. Soy bastante pesimista respecto al destino de las estructuras industriales para la Defensa en este país. En las actuales situaciones es muy difícil que el capital privado invierta en estas empresas si detrás de ello no existen contratos de diseño y/o construcción. De parte del Estado argentino no le veo proyecto alguno y de parte de empresas del exterior, a menos que la relación costo/beneficio sea muy interesante, es difícil pensar que inversionistas se arriesguen a realizara una inversión trayendo algún programa externo, precisamente por la inseguridad que ha vivido nuestro país en los últimos años.

    El caso de Lockheed Martin (luego Lockheed Martin Aircraft Argentina S. A. -LMAASA) fue el caso paradigmático del fracaso. Aunque las causas son complejas estoy convencido que el mayor peso recae en las autoridades argentinas. Cualquier empresa pretender ganar dinero y LMAASA no fue la excepción.

    En primer lugar esta empresa americana no adquirió el capital material de la ex F.M.A. sino que solo gerenció el complejo industrial. Fue un costo importante para el Tesoro nacional ya que nuestro país asumió las indemnizaciones por despido de todo el personal que se consideraba excedente y además formalizó el MinDef un compromiso de mantenimiento para la FAA., que incumplió en su mayoría, sea por morosidad o simplemente por falta de ejecución. El Pucará fue dejado de lado por su construcción artesanal y porque el nuevo armamento antiaéreo lo transformó en un blanco fácil de derribar y en el caso particular del avión Pampa, como avión entrenador, El Poder Ejecutivo Nacional no autorizó la exportación del mismo a Israel, cuando ya LMAASA había construido 18 cédulas, que son precisamente sobre las cuales está trabajando actualmente FAdeA. Esto fue la gota que faltaba para que los americanos se fueran del país, situación que es demasiado conocida.

    La conclusión que toda esta historia nos refleja es que Argentina, desde 1983, los sucesivos gobiernos no han tomado con seriedad el equipamiento de nuestras FFAA, lo que ha degenerado en la actual situación de indefensión del país, no solo en lo militar sino fundamentalmente en la protección de nuestros recursos naturales. No quiero ni pensar que sucederá el día que se libere el Continente Antártico. Esto es un dato objetivo.

    Pero siguiendo el presente thread, personalmente creo que FAdeA ha perdido muchos años confiando en la fidelidad de un Estado que le daría trabajo para sus Fuerzas Armadas y desoyó las sugerencias de encarar programas civiles que bien encarados, podrían sido el principio de solución para su auto financiamiento, logrando la incorporación de la inversión privada.

    La posibilidad que tuvo como empresa que tenía asegurado sus costos fijos, de personal, de mantenimiento de su infraestructura, etc, le hubiera permitido también formalizar con terceros contratos de diseño y/o producción, cualquiera fuera la naturaleza del bien, a costos competitivos (en realidad cada vez que cotizaban algo sus costos eran desorbitantes, precisamente por que son ineficientes) siempre y cuando por supuesto, hubieran cumplido con la regla de que su gerenciamiento (sociedad anónima en los papeles pero completamente estatal en su funcionamiento) hubiera sido realmente profesional, con personas capacitadas en cada uno de los rubros encarados, lo que le hubiera permitido utilizar las ventajas mencionadas. Además, nunca contó realmente con un Departamento Comercial que hubiera salido al mundo a ofrecer sus servicios.

    Finalmente estos últimos contratos son beneficiosos para el funcionamiento de FAdeA, siempre y cuando EFICIENTICEN su actividad. Suelen ser eficaces pero no eficientes, que por supuesto no es lo mismo.

    El gobierno actual dirá su última palabra.

  3. Matute, el tema es conocido. El Poder Ejecutivo nacional no autorizó su exportación temiendo represalias del extremismo islámico. La no autorización se fundamentó en función de lo establecido en la normativa vigente a ese momento. La exportación de mercaderías sensitivas y de material bélico”, necesitaba la autorización de la Comisión Nacional de Control de Exportaciones Sensitivas y Material Bélico y por supuesto, del Ministerio de Defensa. Luego intervenía Aduana y Ministerio de Economía.

    Las negociaciones entre los israelíes y LMAASA estaban muy avanzadas por lo que esta última realizó inversiones dentro del proceso constructivo confiando que nuestro país no obstaculizaría la exportación. Hasta es posible que haya existido algún visto bueno de algún funcionario, hasta que llegó a la Presidencia. La no autorización generó importantes pérdidas millonarias, que seguramente terminamos pagando nosotros.

    Algunos detractores del gerenciamiento de Lockheed Martin en la ex A.M.C. critican con variados fundamentos, entre los principales que fue un tapón para el desarrollo de nuestra industrial militar, que en realidad nunca existió dado que al no dársele importancia a la política de Defensa, tampoco se hicieron inversiones. En lo personal creo que si hubiera continuado gerenciando la planta industrial (obviamente porque hubo decisión del Estado de invertir), quizás hoy tendríamos F16 ensamblados en Argentina.

    Que vale llorar sobre la leche derramada. Debemos pensar en el futuro y al menos la política debería hacerlo en protección de nuestros recursos naturales.

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