Gracias a una publicación realizada por el 4º Grupo de Escolta de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón en sus redes sociales, podemos contar con una serie de imágenes que permiten apreciar al detalle las diversas modificaciones realizadas en el ahora portaeronaves Kaga, trabajos que fueron ejecutados para permitir al buque operar los cazas de 5ta generación F-35B Lightning II.
Concebido inicialmente como un portahelicópteros destructor, el Kaga recibió una serie de modificaciones a los fines de adaptarlo para operar cazas F-35B Lightning II. Los trabajos incluyen el cambio en la forma de la proa del buque, refuerzos estructurales así como la aplicación de un revestimiento resistente al calor en su cubierta de vuelo.
La modificaciones en los dos portahelicópteros de la clase Izumo forman parte de un requerimiento de larga data de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón para volver a contar con la capacidad que ofrecen los portaeronaves. Los trabajos previstos para el Izumo y para el Kaga demandaron varias fases, ya que comprendieron desde pruebas con F-35B Lightning II de los Marines de EE.UU. así como cambios estructurales y de configuración.
A los fines de operar la versión STOVL del F-35 Lightning II, los buques japoneses no solo recibieron las modificaciones mencionadas, sino que también debieron adaptar su sistema de iluminación de la cubierta de vuelo así como la instalación del Sistema Conjunto de Precisión de Aproximación y Aterrizaje (JPALS), el cual es compatible con los F-35B.
Las fotos recientemente publicadas permiten apreciar la zona de la cubierta de vuelo donde se aplicó el revestimiento resistente a altas temperaturas, así como las alteraciones realizadas en la proa del Kaga. Destacan sus nuevas líneas rectas, producto de haberse ampliado esa sección de la cubierta de vuelo para facilitar el despegue de los F-35B, incluida la reubicación del sistema de defensa de punto Phalanx.
El portahelicópteros destructor Kaga entró en servicio en marzo de 2017. Con una eslora de 248 metros y manga de 38 metros, es la segunda unidad de la clase Izumo, los buques de mayor desplazamiento de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa de Japón. Una de las razones esgrimidas por el gobierno nipón para la transformación del Izumo y del Kaga se debió a la necesidad de contar con plataformas aptas para operar con aeronaves de alas fijas y rotatorias.
Esta decisión también se debió al contexto de la región del Indo-Pacífico, con China expandiendo su esfera de influencia y operaciones gracias a una Armada cada vez más numerosa y potente. Ante esta situación, la conversión del Izumo y del Kaga a portaeronaves aportará una mayor flexibilidad y capacidad a la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón gracias al despliegue de un grupo aéreo embarcado que tendrá como punta de lanza al F-35B Lightning II.
Imagen de portada: 4º Grupo de Escolta de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón
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