Cuatro días después de la ofensiva de Hamás contra Israel, la Fuerza Aérea Israelí estuvo a punto de ejecutar un ataque preventivo contra las fuerzas de Hezbolá en el Líbano. La intervención oportuna de Washington evitó que se llegara a una escalada mayor y que la situación fuera de mayor complejidad con un nuevo frente en el norte.
De acuerdo con lo informado por el Wall Street Journal, Tel Aviv comunicó a Washington que disponía de información sobre un ataque inminente por parte de Hezbolá, situación que no era compartida por la inteligencia de EE.UU. La Fuerza Aérea Israelí habría contado con varios aviones en el aire, listos para llevar a adelante un importante ataque preventivo, pero gracias al diálogo entre Joe Biden y el primer ministro Benjamin Netanyahu, el raid fue suspendido.
La posible escalada inició el 11 de octubre, cuando funcionarios israelíes se pusieron en contacto urgentemente con sus pares estadounidenses, informando que reportes de inteligencia locales alertaban sobre un inminente ataque transfronterizo de Hezbolá, similar al perpetrado por Hamás el 7 de octubre.
Con el paso de las horas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) pusieron en alerta a miles de tropas desplegadas en la frontera norte, instando a que se alistaran para un asalto múltiple de Hezbolá. Así lo hizo también la Fuerza Aérea, poniendo en el aire sus cazabombarderos a la espera de ejecutar un ataque preventivo.
Según lo reportado por el Wall Street Journal, la situación ganó tintes más dramáticos cuando los funcionarios israelís reconocieron a sus pares estadounidenses que las FDI no podrían llevar a cabo un ataque de tal envergadura contra Hezbolá por sí solas, por lo que Israel estaba pidiendo ayuda a los EE.UU.
Una vez puesto al tanto, el presidente Biden telefoneó a Netanyahu para transmitirle el escepticismo de Washington sobre la inteligencia israelí “…e instó al primer ministro durante los 45 minutos que duró la llamada a no seguir adelante con la estrategia…”. Pese a la presión interna, Israel puso en pausa sus acciones ofensivas contra Hezbolá, lo que podría haber resultado en un nuevo frente cuando las FDI ya estaban dispuestas para ingresar a la Franja de Gaza.
Pese a que no hubo mayores detalles, la Fuerza Aérea Israelí seguramente dispuso de sus medios aéreos más importantes para lo que sería el ataque a las fuerzas de Hezbolá, considerando que las capacidades de estas últimas son más desarrolladas y complejas que las de Hamás.
Desde que se inició la campaña contra Hamás, la Fuerza Aérea de Israel ha tenido una participación activa realizando misiones de apoyo aéreo, ataques de precisión y defensa aérea. En este último caso, cazas F-15C Baz interceptaron objetivos hostiles provenientes del Mar Rojo, posiblemente drones o misiles hutíes lanzados desde Yemen.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: IAF
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