Recientemente, la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) anunció que está planificando actualizar la Base Aérea Andersen (AFB), la cual está ubicada en Guam una isla estadounidense en el Pacífico Occidental, con el fin de instalar hasta 12 cazas F-15SG de la Fuerza Aérea de la República de Singapur (RSAF).
Según fuentes especializadas en defensa, las posibles mejoras forman parte de un acuerdo entre ambos países firmado en 2019 en el que deciden establecer un destacamento de entrenamiento permanente en la AFB dedicado específicamente a los F-15SG de la RSAF, los cuales son una versión avanzada del F-15E Strike Eagle de Boeing. Se prevé que las mejoras sean implementadas durante los próximos tres a siete años, contemplando la transformación de una cantidad aproximada de 209 acres que a su vez implica la creación de instalaciones desarrolladas y la mantención de los espacios verdes una vez realizadas las construcciones. En simultáneo, la idea es modernizar los pavimentos de la pista como así también la construcción de edificios de mantenimiento, cercas, carreteras, estacionamientos, sistemas de combustible y hasta un nuevo hangar.
Prosiguiendo con lo comunicado por estas fuentes, se informó que esta planificación ideada por la USAF conforma una nueva propuesta estratégica con aliados de la región del Indo-Pacífico como es el caso de Singapur. Y, siguiendo con esta línea, el especialista del Instituto Mitchell de Estudios Aeroespaciales, J. Michael Dahm, señaló la relevancia de la relación entre ambas naciones sobre todo para contrarrestar la influencia china en la mencionada región.
Asimismo, el comunicado oficial del Departamento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (DAF) destacó la importancia de que las nuevas instalaciones de la Base Aérea Andersen respalden el accionar actual y futuro de otro tipo de aeronaves o de otro tipo de misiones que lleve a cabo la fuerza. Mientras que por su parte, Dahm, agregó que en su opinión es indispensable implementar un entrenamiento de tipo bilateral con un nivel de interoperabilidad alto entre la RSAF y la USAF básicamente para aumentar la efectividad de su trabajo colaborativo.
Si bien la Fuerza Aérea de Singapur posee equipos modernos, la realidad es que carece de espacios terrestres para operar y, además, no tiene una flota equiparable con la de EE.UU. en términos de cantidad que le permita disponer de entrenamientos regulares. En consecuencia, la propuesta estratégica de la USAF en torno a las mejoras se basa también en que la RSAF cuente con acceso a equipamiento y tecnología occidental de igual manera que acceda a la oportunidad de entrenar junto a pilotos estadounidenses. Y que todas estas condiciones sean posibles en las cercanías a su territorio, tal como se lo permite Guam.
Al respecto, es importante mencionar que Guam no solo alberga la Base Aérea de Andersen, sino que también tiene una Base Naval, lo que la hace sumamente trascendentales en cuanto a la proyección de poder en la región, siendo la primera de ellas precisamente determinante al ser uno de los pocos lugares en el mundo desde el cual se pueden operar bombarderos B-1B, B-2 y B-52 como en los Estados Unidos.
Cabe aclarar por último que este acercamiento no es el primero entre EE.UU. y Singapur sino que, como hemos mencionado, estos países son evidentes aliados en la región del Indo-pacífico y por lo tanto, su relación es estrecha e íntima. En este sentido, interactúan de manera regular, llevando a cabo ejercicios militares. Lo que es más, están comprometidos a realizar un entrenamiento anual que involucra aviones cazas de ambos países; por ejemplo este año el mismo se ejecutó en el mes de noviembre. Con lo cual, la propuesta estratégica de la USAF es una muestra más de su intención de continuar profundizando los lazos con Singapur, haciéndolo en un territorio ubicado en el Sudeste asiático y con la inclusión de mejoras consideradas indispensables en la Base Aérea Andersen.
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