Luego de su participación en el conflicto de Ucrania, el sistema de armas hipersónico 9-A-7760 Kinzhal ruso atrajo la atención de la comunidad especializada, abriéndose el debate sobre las capacidades del misil utilizado por las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia. Un reciente informe publicado por una revista digital china no solo aborda las últimas novedades sobre el sistema, sino que sus conclusiones son lapidarias al afirmar que el Kinzhal es obsoleto para los parámetros modernos de la tecnología hipersónica, y que el sistema sufre de serias deficiencias.
Desde su aparición, el sistema hipersónico 9-A-7760 Kinzhal ha sido presentada por Rusia como uno de sus sistemas que marcaría una considerable diferencia respecto a las capacidades de otros países, afirmando que el misil puede alcanzar objetivos a distancias de entre 2.000 a 3.000 kilómetros (dependiendo del sistema lanzador), desarrollando velocidades de entre mach 10 a 12. Al respecto, el presidente Vladimir Putin expresó oportunamente que el Kinzhal marcaba el liderazgo de Rusia en materia de capacidades de misiles hipersónicos, siendo difíciles de interceptar y de rastrear, dado que son capaces de cambiar su dirección en pleno vuelo.
Con la nueva invasión de Ucrania, las Fuerzas rusas no tardaron en poner a prueba al sistema hipersónico Kinzhal, el cual recibió su bautismo de fuego el marzo de 2022. El objetivo atacado en esa oportunidad fue un depósito de armamento ucraniano. Con el paso de los meses, Rusia continuaría utilizando el misil hipersónico ante la imposibilidad ucraniana de contrarrestar sus efectos, situación que cambiaría con la llegada de sistemas de defensa antiaérea tales como Patriot y SAMP-T/MAMBA.
Bajo este marco, una publicación especializada china realizó un detallado análisis de las últimas novedades apreciadas en torno al Kinzhal, particularmente los cambios en su plataforma de lanzamiento, la cual pasó del MiG-31 al Su-34. Esta variante no es considerada la ideal ya que los cazabombarderos Fullback presentan menores prestaciones que los MiG-31, siendo más lentos y menos maniobrables.
El autor también enumera múltiples deficiencias del sistema hipersónico Kinzhal, el cual es criticado por representar tecnología obsoleta de la Guerra Fría, que no resulta genuinamente hipersónico por naturaleza. “…Debido a las características del diseño del Kinzhal, su capacidad para realizar vuelos de larga distancia en la atmósfera es insuficiente. El grado en que puede cambiar su trayectoria balística no se puede comparar con el de un misil hipersónico real, y carece gravemente de capacidad de maniobra lateral…” afirma el análisis chino.
Estas deficiencias impactan directamente en la vulnerabilidad del Kinzhal, ya que “…la mayor parte de su trayectoria balística se detiene en la unión de la estratosfera y la mesosfera a 50 kilómetros. Por lo tanto, en teoría, todavía puede ser interceptado por los sistemas antimisiles avanzados actualmente en servicio…”, tal como habría sido el caso de los MIM-104 Patriot ucranianos en sus diferentes versiones.
Otro de los problemas que se mencionan están relacionado con el sistema de navegación del Kinzhal, ya que al ser del tipo aire-superficie, el mismo requiere “…de los sistemas de navegación por satélite para proporcionar continuamente coordenadas precisas a la computadora a bordo del misil, de modo que el sistema de guía pueda corregir las desviaciones de ruta en tiempo real…”. El autor determina que “…el sistema de navegación por satélite GLONASS ruso todavía está en un estado de limbo, y el número extremadamente insuficiente de satélites en órbita ha reducido aún más la precisión de la navegación, que para empezar no era muy alta…”. Estas deficiencias significan que la “…precisión [del Kinzhal] es insatisfactoria…”.
El análisis del medio especializado chino también resalta que el despliegue del sistema de armas hipersónico Kinzhal, tanto con MiG-31 como con Su-34, carece de la capacidad de asestar golpes sorpresivos. Esta situación se da por la importante cantidad de medios de vigilancia occidentales que operan a diario en torno a Ucrania y Rusia, así como por su notable superioridad tecnológica. Esta previsibilidad habría permitido a Ucrania gestionar de una manera eficiente sus sistemas de defensa antiaérea, principalmente los del tipo Tier-1 como son el Patriot y SAMP-T/ SAMP MAMBA.
Finalmente, otro de los problemas apreciados con el Kinzhal es su cantidad limitada, alto costo de producción y, por su naturaleza, solo pueden ser utilizados contra objetivos estratégicos. Sobre estos últimos, Ucrania ha logrado establecer diversas capas de protección antiaérea, reduciendo considerablemente los efectos del sistema hipersónico ruso en comparación a los primeros meses del conflicto.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: MinDef Rusia
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quien hubiera dicho que el misil balístico Iskander modificado que solo podia ser lanzado desde 10 MiG-31K no era un verdadero hipersonico, tenia muy poca disponibilidad como para ser útil y que no iba a ser muy efectivo contra SAMs con capacidades ABM (de paso esos 2000km de alcance son falsos ya que Rusia agrega el radio de combate de la aeronave, un khinzal una vez disparado tiene un alcance de 500-700km).