El Ala 335 de la Fuerza Aérea de EE.UU. comenzó a retirar sus aviones de ataque A-10C Thunderbolt II tras casi 50 años de operar el modelo. La unidad, con asiento en la base aérea Davis-Monthan, transfirió el primer ejemplar al 309.º Grupo de Regeneración y Mantenimiento Aeroespacial (AMARG) para su disposición final.

El primer Warthog en pasar a retiro pertenecía al 354.º Escuadrón de Cazas, proceso que se replicará progresivamente con el remanente de la flota presente en Davis-Monthan. La baja del los míticos A-10 forma parte de la estrategia de la Fuerza Aérea de EE.UU. a los fines de liberar recursos para continuar incrementando su flota de F-35A Lightning II. Se espera que los Thunderbolt II finalicen su servicio en la USAF en los próximos 3 a 5 años.

El principio del fin para los A-10C Thunderbolt II se dio con el Acta de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2023, documento que autorizó oportunamente a la USAF iniciar el proceso de retiro con la baja de los primeros 21 Warthogs.

La luz verde se dio tras años de puja entre el Congreso y la Fuerza Aérea, ya que las voces en contra de esta decisión se sostenían en la experiencia obtenida en los conflictos de Iraq, Afganistán y Siria, donde los A-10C Thunderbolt II destacaron por su capacidad para proveer apoyo aéreo cercano . En centenares de ocasiones, los veteranos Warthog se convirtieron en verdaderos ángeles de la guarda para elementos de tropas especiales, así como tropas convencionales, siendo apreciados por su precisión, potencia de fuego, supervivencia, autonomía y capacidad de apoyo que otros cazabombarderos no pueden ofrecer.

Por su parte, la Fuerza Aérea de EE.UU. prmovió la reducción de la flota de los Thunderbolt II, justificando que el A-10 no solo había quedado desfasado respecto a las amenazas y conflictos actuales, sino que también implicaba para la Fuerza el desvío de recursos presupuestarios, materiales y humanos. La USAF insistió en vano por años, apuntando principalmente a consolidar la estructura de personal y material para sostener a la flota de F-35A Lightning II.

A fines de 2022, la Fuerza Aérea de EE.UU. contaba con unos 280 A-10C Thunderbolt II, cantidad que se fue reduciendo en los últimos años. En el caso del Ala 355, la unidad recibió su primer A-10A en la década de los setenta, como reemplazo de los Vought A-7D Corsair II. Actualmente cuenta con dos escuadrones que vuelan el Warthog.

El Coronel de la Fuerza Aérea de EE.UU. Scott Mills, comandante del Ala 355 y piloto del A-10 expresó que “…El A-10 ha sido el símbolo de la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan durante muchos años, y seguirá siendo un símbolo para los aviadores de Davis Monthan, un símbolo de su compromiso, excelencia y servicio…Por ahora, nos desharemos de un solo escuadrón durante el período verano-otoño de 2024…”.

En el corto plazo, la USAF tiene previsto que la base de Davis-Monthan incremente su capacidad de rescate lo que puede dar lugar a la llegada adicional de aviones HC-130J Combat King II y helicópteros HH-60W Jolly Green II. Se espera que también lleguen medios del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea, incluidos MC-130 Commando II y los nuevos aviones de reconocimiento OA-1K (Sky Warden).

Imagen de portada: USAF – Staff Sgt. Nicholas Ross

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