Los titulares de la inteligencia militar de Noruega, del Servicio de Seguridad de la Policía y la Autoridad de Seguridad Nacional de Noruega (NSM) presentaron informes que señalan a las fuerzas armadas rusas como la principal amenaza contra el país. La inteligencia noruega advierte que “…este es un momento decisivo…”, ya que el país nórdico no se había enfrentado a desafíos contra su seguridad nacional desde hacía varias décadas.
A los fines de describir la situación por la cual atraviesa Noruega, el portal The Barents Obserber citó al ministro de Defensa, Bjørn Arild Gram, el cual afirmó que “…La actual situación de seguridad es grave. Hay una guerra de invasión a gran escala en curso en Europa. Estamos en una encrucijada…Los Estados pequeños como Noruega deben maniobrar con sabiduría y tener en cuenta los riesgos de la política de seguridad en las decisiones tomadas en todos los sectores…”, subrayó el funcionario.
La posición de Noruega respecto a Rusia gana relevancia ya que Oslo es uno de los principal aliados de Ucrania en lo que refiere a asistencia militar. El país nórdico lleva entregados más de USD 4.100 millones de dólares en armamento, equipamiento y material diverso para las Fuerzas Armadas ucranianas. Sus últimas iniciativas incluyen ampliar la cantidad de lanzadores y puestos de mando del sistema de defensa antiaérea NASAMS, así como la entrega de cazabombarderos F-16A/B MLU Fighting Falcon.
El reporte de inteligencia noruego FOKUS 2024 expresa con alarma que “…Las fuerzas militares rusas siguen siendo la dimensión principal de las amenazas militares contra la soberanía, el territorio, las instituciones de la sociedad central y la infraestructura de Noruega…“. Del informe anual del Servicio de Inteligencia Militar de Noruega, se desprende que infraestructura crítica son un objetivo clave para sabotajes provenientes Rusia. Esto incluye oleoductos y gasoductos submarinos y la infraestructura de Internet.
Para la inteligencia noruega, uno de los principales desafíos para la seguridad de su infraestructura energética y de comunicación es la Flota del Norte de Rusia, la cual dispone de capacidades para operar en aguas profundas. “…El programa ruso de inteligencia submarina tiene una capacidad significativa para amenazar los sectores energéticos y de infraestructura submarina críticos de Noruega y Occidente…”, detalla el reporte.
Desde la base en Olenya, a unos 100 kilómetros al este de la frontera con Noruega, opera frecuentemente una flota de nueve submarinos de propulsión nuclear y algunos buques de superficie en misiones especiales. Estos medios son complementados con buques civiles utilizados por los servicios de inteligencia rusos, los cuales son utilizados para mapear las capacidades militares, la infraestructura submarina y costera de Noruega y sus aliados.
La inteligencia noruega previene que la infraestructura relacionada con las exportaciones de gas natural son las más expuestas a operaciones de sabotaje. Cualquier daño de magnitud no solo podría tener como objetivo desencadenar una crisis energética en Europa, sino que también serviría para mermar la determinación del país de continuar con el apoyo militar a Ucrania.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Forsvarets
No hace falta ser un genio de la inteligencia noruega para darse cuenta lo que dice este titular. Digamos que si estás entregando armamento y munición a Ucrania, en miles de millones USD, esto está correlacionado con una potencial cantidad n de muertos rusos. Por un simple hecho de causa y efecto, esa cantidad n hace que aumente la amenaza para la infraestructura crítica de Noruega.