La importancia del marco teórico de la Defensa Nacional, así como su organización, van de la mano casi en su totalidad. Nuestra Ley de Defensa Nacional, 23.554, imparte que el deber ser de la Defensa Nacional mediante el empleo de las Fuerzas Armadas es “la integración y la acción coordinada de todas las fuerzas de la Nación para la solución de aquellos conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas, en forma disuasiva o efectiva, para enfrentar las agresiones de origen externo.”. Cierto es que, con la llegada de nuevas gestiones, la perspectiva gubernamental acerca del empleo de las Fuerzas Armadas en determinadas ocasiones, puede cambiar sustancial o parcialmente. ¿De qué manera se pensarán las Fuerzas Armadas los próximos cuatro años?
El único cambio que se planteó, de manera sustancial a la misma, que además fue objeto de polémica en medios de comunicación, es la posibilidad del empleo de las Fuerzas Armadas en la problemática del narcotráfico y el crimen organizado en Argentina. Sin embargo, tal y como menciona el Artículo 2 de la Ley de Defensa Nacional -citado previamente-, las Fuerzas Armadas no tendrían competencia en dicho conflicto, ya que no se concibe como amenaza externa, sino que es un caso de seguridad interior. En todo caso, se evalúa la colaboración de las FFAA con las Fuerzas de Seguridad en el empleo de materiales, medios o personal que pueda considerarse un aporte en el combate de la problemática. ¿Cuál será el rumbo a seguir para la planificación y el ordenamiento de las Fuerzas Armadas?
En el 2021, con el Decreto 457/21, se restauraron los decretos 1714/09, 1691/06, y 2645/14, que establecían el abandono de la hipótesis de conflicto como método de planeamiento de las Fuerzas Armadas, abrazando el planeamiento por capacidades “de manera estratégica y defensiva” y adoptando el concepto de una cooperación regional. ¿Cuál será el objetivo a largo plazo que plantee la gestión actual? Si hablamos de una cooperación regional en materia de Defensa, uno de los objetivos principales sería establecer la vuelta a la razón de ser de la Ley de Defensa Nacional. Para ser más específicos, si la Defensa Nacional será pensada de una manera actualizada, en pos de la defensa de la Nación, sus recursos y sus habitantes, tal como imparte la Ley, pero debiendo concebir a las “nuevas amenazas” y el método de acción ante las mismas.
Nuevas épocas conllevan a nuevos cambios. Tanto en el plano internacional como en la Defensa de la Nación. Pero esto no quiere decir que las Fuerzas Armadas deban abocarse a un área u otra de manera arbitraria; es decir, no debemos enfocar a la razón de ser de las FFAA únicamente en las nuevas amenazas o en el combate del narcotráfico/ciberdefensa; ya que eso sería limitarlas. ¿Tendremos una gestión que abarque todas las áreas críticas para la defensa de la Nación? Actualmente existen dos caminos: o definir el futuro de las Fuerzas Armadas con el objetivo central que plantea la Ley de la Defensa Nacional, actualizando sus bases, su concepción de amenaza, y preparar a las FFAA para un posicionamiento estratégico, autónomo, y capaz de disuadir o combatir de manera hecha y derecha a una Fuerza Armada externa; o si simplemente las prepararán para el combate de las nuevas amenazas mientras que la razón de ser de la Ley 23.554 se hace a un lado.
Sin ir más lejos, en numerosas ocasiones hemos escuchado por parte de autoridades ministeriales previas, que la ocupación del territorio malvinense por parte de los británicos es per se una situación amenazante, además de que Argentina continúa ratificando la legitimidad de su soberanía en las Islas. Sin embargo, a día de hoy se continuó ignorando la problemática de las capacidades, actualizando de manera conceptual a las Fuerzas Armadas en términos de amenazas, pero sin el equipamiento acorde al siglo 21 para el combate efectivo de una fuerza extranjera. Teniendo en cuenta que además de la situación Malvinas, Argentina cuenta con recursos naturales estratégicos o que fueron objeto de conflictos con países vecinos.
Entonces cabe preguntarnos ¿Cuál será la estrategia a abarcar en los próximos cuatro años de planeamiento militar? ¿Qué sucederá con la concepción de amenaza a únicamente factores externos al Estado? ¿Se optará por una convergencia entre las nuevas amenazas y la razón de ser de una Fuerza Armada combativa y disuasiva, garantizando los mismos recursos para todas las áreas de la Defensa? ¿O continuaremos limitados a dedicar recursos a una única área crítica?
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¿Qué les parece? El 8vo país más grande del mundo. Bicontinental. Amenazado por la OTAN y con Chile como su principal aliado carece de fuerzas armadas modernas y competentes. Desintegradas de la sociedad. Obsoletas y condicionadas. No hay un solo aspecto bueno y una sola política pública verdaderamente de peso específico que sirva para contrarrestar el descuido de todos estos años. También hay que destacar que los militares hasta hace pocos años siemore fueron factor de poder y condicionaron la política. Pero eso va de la mano de una buena educación y paradigmas relacionados con la defensa nacional y la reivindicación de la soberanía desde los institutos militares y las escuelas de oficiales. En vez de enseñae política deberían solamente enseñar doctrina y entrenamiento militar. Todavía suena el eco de las FFAA cuando se metian en cuestiones pura y exclusivamente políticas.
Vaya que tema !!! Es imposible concentrar en seis párrafos el desarrollo de un análisis tan complejo como es el de la Defensa Nacional, aunque la autora ha cumplido muy bien destacando los aspectos mas importantes y de actualidad en nuestro país.
Pero todo lo que se diga y discuta serán palabras huecas si es que la sociedad no termina de comprender que aunque las leyes internacionales de respeto a los países ha evolucionado positivamente en los últimos cien años, siempre necesitará un musculo fuerte de sus Fuerzas Armadas en defensa de sus intereses nacionales y recursos naturales, sea para prevenir como para ejercer la defensa efectiva.
Lamentablemente no es casual nuestro actual estado de indefensión, fruto de muchos años de políticas intencionales de desprestigio de nuestras Fuerzas Armadas.
Estimada autora, celebro que abordara el tema porque me da la oportucidad de hacer esta observación: ARG tiene un inequívoco AGRESOR, que además es una amenaza. O acaso el Reino Unido y su autoridad la Corona Británica no INVADIERON, OCUPARON ILEGALMENTE, SIGUEN OCUPANDO desde hace 191 años y USURPAN LOS RECURSOS NATURALES de 2.600.000 km2 arventinos?
Hubo y sigue una AGRESION del Reino Unido de acuerdo a la definición de la RESOLUCION 3314/74 de la ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU.
Complementariamente el REINO UNIDO es una amenaza porque con su capacidad política, militar, económica y social puede PERJUDICAR todos los intereses argentinos en ARG y el exterior.
Por último, esta amenaza genera un riesgo de alta probabilidad e impacto,porque las autoridades del Reino Unido no pueden permitir que ARG desarrolle PODER NACIONAL que perjudique o haga peligrar su presencia y siberanía sobre las islas y su mar, ni sobre los 5..500.000 km2 británicos antarticos que pretende en superposisión con los 4.500.000 km2 del Sector Antartico Argentino.
Creo firmemente que no se debe hablar de Defensa Nacional en Argentina sin hablar de la MISION PRINCIPAL de su “Sistema”, y sin contemplar las afectaciones del Reino Unido en su calidad de AGRESOR, más los riesgos generados por varias amenazas.