El Canciller de Alemania Olaf Scholtz fue terminante respecto a la posibilidad de entregar misiles crucero Taurus KEPD 350 a la Fuerza Aérea de Ucrania. El funcionario alemán afirmó ayer en una conferencia ante la Aagencia DPA que Alemania no se convertirá en una parte beligerante del conflicto, en referencia a que la transferencia de los misiles demandaría la presencia de personal germano en Ucrania.
De esta manera, Berlín continúa diferenciándose de Francia y Reino Unido, países que han provisto a Ucrania con decenas de misiles crucero SCALP EG y Storm Shadow, respectivamente. Desde que el material se puso a disposición, la Fuerza Aérea Ucraniana trabajó con empresas europeas a los fines de integrar este armamento en sus cazabombarderos y aviones de ataque de origen soviético, tarea que demandó seis meses. Así lo confirmó oportunamente Eric Béranger, CEO de MBDA, al mencionar que la compañía pudo trabajar sin limitaciones, lo que permitió resultados en el muy corto plazo y que, en condiciones normales, hubiera demandado varios años.
Las declaraciones del Canciller alemán significarían un cierre a las negociaciones entre Berlín y Kyiv por los misiles crucero Taurus, decisión que va en detrimento de las intenciones ucranianas a la hora de expandir los medios disponibles para ejecutar ataques de precisión a grandes distancias. Pese a la negativa, Olaf no dejó pasar la ocasión para mencionar que Alemania seguirá siendo el principal aliado europeo de Ucrania en lo que refiere a presupuesto destinado para asistencia militar.
Vale recordar que el pasado 17 de enero, el Parlamento germano ya se había decidido por la negativa de enviar misiles crucero Taurus a Ucrania, denegando la petición elevada por el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. La moción fue presentada por los partidos de centro derecha alemanes luego de haber presionado a Berlín para la entrega de los misiles. Finalmente, la iniciativa no sería respaldad en el cuerpo legislativo, con 485 votos en contra y 178 a favor.
Pese a la resolución parlamentaria, la misma no resultaba vinculante, por lo que Ucrania aún mantenía esperanzas de que la decisión fuera tomada por el Canciller Scholtz, visto bueno que fue denegado nuevamente y que parece terminante.
La insistencia ucraniana por los misiles Taurus KEPD 350 está sin duda asociada a los buenos resultados obtenidos con los Storm Shadow británicos y los SCALP EG franceses, los cuales fueron empleados en los últimos meses para destruir o dañar seriamente objetivos críticos en la profundidad del dispositivo ruso. Esto incluye desde puestos comando, sistemas de defensa antiaérea, objetivos navales e infraestructura estratégica utilizada por las fuerzas rusas, principalmente en Crimea.
El Taurus ofrece capacidades similares a los misiles crucero franceses y británicos que ya opera la Fuerza Aérea Ucraniana desde sus Su-24M. Con un alcance que ronda los 500 kilómetros, el misil alemán puede desarrollar una velocidad máxima de Mach 0.95, mientras que su ojiva dual MEPHISTO de 480 kilogramos garantiza la destrucción de objetivos altamente fortificados.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Bundeswehr
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