El inicio, esta semana, de la primera campaña 2024 de las Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS) en la selva nororiental peruana, plantea un escenario interesante para conocer cómo las Fuerzas Armadas de un país pueden participar en el desarrollo de su población.
Esta iniciativa liderada por la Marina de Guerra del Perú (MGP), tuvo su origen en un proyecto que data del año 2013, y que recoge y perfecciona la larga experiencia acumulada durante por lo menos tres décadas por la institución naval, a través de sus buques hospitales desplegados en zona de frontera.
Tales unidades fluviales, dependientes de la Comandancia General de Operaciones de la Amazonía (COMOPERAMA), recorrían -y aún recorren- los numerosos ríos de la cuenca amazónica para llevar atenciones en salud hasta poblados ubicados en los límites con Brasil y Colombia.
Hoy, este exitoso programa se ha fortalecido y desarrollado a un mayor nivel, como veremos a continuación, a partir de las PIAS que son más grandes y modernas embarcaciones fabricadas por el Servicio Industrial de la Marina (SIMA Perú) en sus astilleros de la ciudad de Iquitos (SIMAI).
La actual campaña 2024 es conducida por el Comandante General de Operaciones de la Amazonía, Vicealmirante Gian Marco Chiapperini Faverio, a partir de acciones que realizará la Marina en el marco de la Estrategia de Acción Social con Sostenibilidad del gobierno peruano.
Desarrollo industrial y local
Como generadora de empleo calificado, cada PIA significa unas 21.400 horas-hombres en su construcción, procesa 217 tonelada de acero y genera la participación -en bienes y servicios- de más de 20 empresas de la región amazónica relacionadas a la industria naval.
Las PIAS siguen figurando en los planes de modernización de la Armada, ya en marcha, con la construcción de dos más en el SIMAI, el astillero de mayor capacidad en la Amazonía peruana que cuenta con un área de 127, 000 m2, un dique flotante de 52, 80 metros, dos varaderos de 180 metros de largo, 16 metros de manga y una capacidad de 1,500 toneladas cada uno.
Este centro de producción posee mucha experiencia y alta especialización en fabricaciones navales, de sus talleres salieron innumerables embarcaciones de patrullaje y apoyo logístico, y las dos cañoneras fluviales BAP “Clavero” y BAP “Castilla”, cada una de 340 toneladas de desplazamiento, dotadas de los sistemas de armas por control de medios optrónicos de Escribano Mechanical & Engineering.
Las PIAS en acción
Como parte del proyecto de Inversión Pública denominada “Ampliación y Mejoramiento de los Servicios Públicos y Programas Sociales”, inicialmente se construyeron cinco PIAS, equipadas para brindar consulta médica, oftalmológica, vacunación -con cadena de frío-, sala de partos y atención al recién nacido, telemedicina, cirugía menor, laboratorio y farmacia, entre otros.
Adicionalmente, se les dotó de servicios del Estado, incluyendo el registro de identidad, pago de remuneraciones a los maestros y pensiones de los jubilados, banca automática, charlas y orientación en educación, cultura y protección de poblaciones vulnerables, entre otros.
Hoy la flota está compuesta por doce unidades, cada una de 42 metros de eslora, 250 toneladas de desplazamiento, 42 metros de eslora 8 metros de manga y una tripulación de 21 marinos.
Dos PIAS para operar en las cuencas alta y baja del río Putumayo, dos para el río Napo, dos en el Ucayali, una en el Yavarí, una en el río Marañón, una en el río Tigre, una en el Morona, una de reserva o mantenimiento en Iquitos, y la última en el lago Titicaca -el más alto del mundo, donde atiende también a ciudadanos bolivianos.
A esta componente se les sumarán las recién entregadas “Río Ucayali I” y “Río Ucayali II”, ambas de la clase “Río Yavarí” de mayor tamaño -48 metros de eslora, 10 metros de manga y 0.82 metros de calado-, operadas por 43 tripulantes, que recorrerán el río Ucayali junto a los veteranos Buque Tópico BAP Curaray y Buque Tópico-Hospital BAP Raumis.
Con esto, la Marina de Guerra del Perú reafirma su compromiso de brindar diferentes servicios y programas sociales del Estado, contribuyendo al desarrollo de las comunidades más vulnerables, en este caso, de las regiones Ucayali y Loreto.
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