Rugen con más intensidad los dos motores turbohélice Rolls-Royce AE 2100-D2A haciendo girar todavía más rápido las hélices de seis palas Dowty R-391, y empieza la carrera del Leonardo C-27J Spartan sobre el asfalto del aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima, Perú. No necesita de mucho recorrido, en unos pocos segundos empieza a elevarse rumbo, esta vez, al aeropuerto de Jauja, ubicado a 3,363 metros sobre el nivel del mar sobre los Andes centrales.
Mientras los pilotos aseguran el rumbo y la altura, un suboficial de la Fuerza Aérea del Perú en la función de cargomaster echa una mirada a la bodega donde se halla su valiosa carga militar del momento: personal del Ejército y material clasificado.
Esta vez su destino es el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), de donde retornará por la tarde con soldados de descanso y equipos para recibir mantenimiento especializado.
La vez pasada sus pasajeros de regreso fueron varios heridos en un accidente de tránsito donde un autobús se salió de la carretera para caer a un abismo de 30 metros de profundidad.
También ha debido hacérselas de “bombero del aire”, llevando agua a través de un sistema a los incendios forestales que afectaron la sierra de la provincia de Quispicanchi, en el Cusco. Y hace un par de años le tocó concretar un puente aéreo para los pacientes al borde de la muerte a consecuencia de la pandemia por la COVID-19, en una operación que fue todo un desafío a la bioseguridad.
Las capacidades operacionales de los C-27J de la FAP han ido mejorando con, por ejemplo, el uso de visores nocturnos (NVG) que permite a sus tripulaciones realizar vuelos de noche.
Otra suficiencia adquirida es la de lucha contraincendios, mediante el sistema “Guardian” de Caylym Technologies International LLC, cuyos contenedores tienen una capacidad de 264 galones o 1,000 litros de agua.
Desempeño excepcional
A nueve años de su incorporación al servicio de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), hay expectativa sobre la viabilidad de incorporar por lo menos dos ejemplares más del sistema Leonardo C-27J Spartan. Los más entusiasmados son los integrantes del Grupo Aéreo No. 8, cuyo Escuadrón Aéreo No. 844 es el operador de este sistema que hasta la fecha sigue demostrando su excelencia y confiabilidad para las operaciones.
Se trata de un proyecto que se desarrolla dentro del plan de recuperación de la capacidad de carga de la FAP con aviones de mediana capacidad, y que fue anunciado hace casi un año. La inestabilidad política del país parece haber ralentizado esa adquisición, pero se sabe que continúan las tratativas para seguir sumando ejemplares, considerando las necesidades de un país geográficamente extenso y variado.
Las cifras lo revelan: en estos nueve años el sistema está superando las 12,300 horas de vuelo, llevando 7 millones de kilos de carga y a más de 190 mil pasajeros en misiones a nivel nacional e internacional.