La industria naval italiana, sumada a la presión política de la oposición gubernamental derivada del conflicto en Medio Oriente entre Israel y Hamas, han logrado imponerse y el gobierno italiano ha suspendido de forma repentina sus planes de compra de drones submarinos Blue Whale, fabricados por la empresa Elta Systems, subsidiaria electrónica de Israel Aerospace Industries (IAI).
La decisión se tomó en los comités de defensa del Parlamento de la República Italiana, en donde se evaluaba la propuesta por parte del Ministerio de Defensa para la adquisición de tres unidades del dron submarino en cuestión. La compra ya figuraba como parte del presupuesto de defensa italiano desde el año pasado, previéndose un gasto de 254 millones de euros para dicho fín, a lo que se suma la línea general de aprobar los proyectos del ministerio en los comités, para hacer de la decisión de suspender la compra un acto sumamente inesperado.
Los Blue Whale de orígen israelí iban a ser comprados para realizar tareas de recopilación de inteligencia, la guerra antisubmarina y las contramedidas contra minas. Para ello, el dron cuenta con un sonar remolcado y una torreta elevable conectada por satélite que ofrece capacidades de radar y electroópticas. El sistema a su vez tiene una longitud de 12 metros de largo y un peso de 5,5 toneladas, con forma similar a la de un torpedo, y la capacidad de mantenerse en misión por semanas a bajo costo.
Respecto de los motivos del retiro de la propuesta, las fuentes parecen coincidir principalmente en dos explicaciones. La primera de ellas es la suposición de que la industria naval italiana, principalmente mediante la empresa Fincantieri y su alianza junto a la firma energética Seipem, sería capaz de entregar un sistema de condiciones equivalentes pero de producción integramente nacional. En la propuesta de la cartera dirigida por Guido Crosetto para adquirir los drones submarinos israelíes se encontraban posibilidades de colaboración entre Elta Systems y empresas italianas, pero estas habrían sido consideradas como insuficientes.
Por otro lado, es de público conocimiento que sectores de la política en Italia han mantenido una postura crítica acerca de la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza en respuesta al ataque de Hamas el 7 de octubre del 2023, y que estos forman parte de los comités de defensa. La compra de armas a Israel, como así también la venta de estas desde Europa, han ganado rechazo de esos actores políticos, repitiendose esa tendencia en los EE.UU tras el ataque de Irán, la vecina Alemania y el Reino Unido lidian con un escenario similar.
Podría por tanto suponerse de forma razonable, mas allá del apoyo que la actual administración italiana ha dado a la respuesta israelí, que la suspensión del proyecto no solo responde a las intenciones de fomentar el desarrollo de la industria naval nacional, sino que también, a las posturas geopolíticas de los partidos políticos.
Créditos de las imagenes: Israel Aerospace Industries
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