La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) se encuentra actualmente trabajando en diversos programas de suma relevancia para el mantenimiento de sus ventajas tecnológicas en el dominio aeroespacial. Uno de ellos, quizá el más relevante, es el programa conocido como Next Generation Air Dominance (NGAD) que tiene por objetivo brindarle a la fuerza un moderno caza de sexta generación y drones de combate complementarios. En ese marco, una de las numerosas empresas que avanzan activamente del diseño de la futura aeronave es General Electric (GE), específicamente en lo que refiere a los trabajos relacionados a un nuevo sistema de motores de ciclo adaptativo que denomina “XA100”.

Se debe recordar que fue en el año 2022 cuando el Departameto de Defensa de EE.UU. publicó el contrato que había otorgado a la compañía norteamericana para que iniciara los trabajos de prueba e integración de los prototipos del nuevo motor, contrato que ascendía a un monto total de 975 millones de dólares, y que tenía una fecha estimada de finalización en el año 2032. La tarea habría de llevarse a cabo en el estado de Ohio, aprovechando la cercanía de la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson para aportar puntos de vista de los futuros usuarios desde el primer momento.

Como se ha mencionado, GE no es la única compañía embarcada en la empresa de dotar al NGAD con un avanzado sistema de propulsión. Pratt & Whitney es el otro gigante que se destaca en esa línea, siendo la que se alzó como ganadora en los concursos llevados a cabo para elegir el motor del cazabombardero F-35 Lightning II de quinta generación. La elección final de la Fuerza Aérea se espera dentro del curso de este año.

Cabe destacar que en principio los avances que se realicen en el desarrollo de los motores para la plataforma que reemplazará a los cazas F-22 tomarán los lineamientos del diseño de los actuales propulsores de los F-35. Este no es un dato en absoluto menor, dado que en el mes de marzo del año pasado, la propia Fuerza Aérea canceló el programa que buscaba mejorar las capacidades del motor F-135 de la aeronave mencionada. General Electric fue una férrea defensora de mantener vivo el proyecto, afirmando que podría brindarse una mayor autonomía y empuje al avión de quinta generación. Justamente es Pratt & Whitney la única que podrá seguir adaptando su producto para garantizar mejoras en el marco del programa denominado Engine Core Upgrade (ECU).

Regresando al desarrollo del nuevo motor a través del prototipo denominado como “XA100” por GE, la adjudicación de este contrato se produce semanas después de que la empresa reportara avances en el programa con la finalización de nuevas pruebas a fin de recabar mayores datos como fuente de analisis. Uno de los puntos clave de este nuevo motor de ciclo adaptativo es que, a diferencia de las actuales plantas propulsaras, brindará al NGAD un 30% más de rango operacional con una mejor administración térmica. También de cara a los próximos hitos, la empresa reportó que avanza en la fabricación del segundo motor prototipo denominado “XA102” el cual superó con éxito la más reciente revisión de diseño.

En relación con esta fase de desarrollo, desde GE expresaron que: “La prueba del motor proporciona una mayor comprensión de los componentes críticos que se pueden utilizar para mejorar los enfoques de diseño y fabricación para la futura producción de motores de ciclo adaptativo. Los datos de esta nueva ronda de pruebas, junto con los datos de rondas anteriores, informarán y beneficiarán directamente el esfuerzo de Propulsión Adaptativa de Nueva Generación (NGAP, por sus siglas en inglés) que está llevando a cabo la Fuerza Aérea de los Estados Unidos“.

*Imágenes conceptuales utilizadas a modo ilustrativo.

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