Durante el curso de la semana pasada, el Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFSOC por sus siglas en inglés) ha decidido poner a parte de su flota de CV-22 Osprey en almacenamiento, utilizando para dicho fin la Base Aérea de Cannon, Nuevo México. La intención principal detrás de la decisión es realizar trabajos sobre los sistemas de propulsión de la aeronave y en sus líneas de transmisión, a la vez que se busca concentrar mas recursos logísticos para mejorar la disponibilidad de la flota en el futuro cercano.

Poniéndolo en cifras concretas, debe situarse en 15 unidades la cantidad de aeronaves que pasaron a ser almacenadas, recordando que la flota completa de CV-22 Osprey en el inventario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos asciende a 51 unidades. Cabe aclarar que el traslado de éstas aeronaves no implica de ningún modo su retiro definitivo, siendo que en caso de requerirse pueden ser traídas de vuelta al servicio activo.

La decisión llega poco tiempo después de haber sido informado el retorno al servicio de la flota de CV-22 Osprey, esto tras lo que había sido una inmovilización y posterior investigación exhaustiva sobre los sistemas de propulsión de las aeronaves, motivando a las mismas el accidente fatal que una de las aeronaves desplegadas en Japón tuvo en el mes noviembre de 2023. Tanto la Armada de EE.UU, como el Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea de EE.UU habían realizado trabajos conjuntos para garantizar su operabilidad, finalizando estos en marzo de este mismo año.

El trágico accidente había despertado alarmas no sólo dentro de la propia fuerza, en tanto no es el único de su tipo que la plataforma tiene en su haber. En el año 2000, un Osprey se estrelló durante la realización de ejercicios en el estado de Arizona, costándole la vida a 19 marines. Pasando al 2016, otra unidad sufrió un accidente similar en las cercanías de Okinawa, lo cual causó disturbios entre la población local por los problemas causados. Un nuevo accidente tuvo lugar durante 2017, esta vez frente a las costas de Australia y dejando un saldo de tres marines muertos, ocurriendo todo mientras se realizaba una maniobra de aterrizaje en un buque de transporte. El anteúltimo de ellos también ocurrió en 2023, particularmente en agosto, cuando otros tres marines fallecieron tras estrellarse en la isla de Melville, Australia.

Ello llevó a que miembros del poder legislativo estadounidense soliciten informes de los planes de la Fuerza Aérea con respecto a los CV-22 Osprey. El representante republicano por el estado de Texas, Ronny Jackson, pidió en este 2024 un reporte que aclare la postura de la fuerza respecto de cuestiones tales como: cuáles son los planes para sostener en el tiempo la flota de Ospreys, cuantos fondos se necesitan para realizar los trabajos propuestos, si se posee la mano de obra cualificada para llevarlos a cabo y si han existido desviaciones de fondos destinados al mantenimiento de las aeronaves, entre otras cuestiones críticas.

A modo de respuesta inicial, según recoge el medio especializado Air & Space Forces Magazine, una portavoz del AFSOC ha declarado: “Estamos obteniendo mayor confiabilidad sobre la efectividad de las mejoras de la estructura de la aeronave en la preparación de la flota (…) Creemos que tendremos datos suficientes a finales de 2025 para tomar una decisión sobre si devolver el avión de almacenamiento a los escuadrones operativos”.

*Imágenes utilizadas a modo ilustrativo

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