Luego del cambio de gestión, la cuestión de los ascensos de oficiales superiores en el personal de las Fuerzas Armadas Argentinas se ha convertido en un tema recurrente y problemático debido a las dilaciones que se vienen sucediendo en la Cámara de Senadores del Congreso de la Nación. Esta situación, que se arrastra desde la gestión del expresidente Alberto Fernández, está afectando la carrera de numerosos altos mandos militares y amenaza con socavar la estructura de las propias Fuerzas.

De acuerdo con la Ley 19.101, que regula al personal militar, los ascensos del personal superior de las Fuerzas Armadas deben ser concedidos por el Poder Ejecutivo, previa aprobación del Senado. La norma establece que los ascensos deben producirse anualmente, con el objetivo de satisfacer las necesidades orgánicas de las instituciones castrenses. Sin embargo, en los últimos años, se ha evidenciado una tendencia a retrasar la elevación de las listas de recomendaciones y ascensos a la Comisión de Acuerdos del Senado, lo que ha provocado demoras que oscilan entre los tres y los ocho meses.

Esta situación se ha prolongado durante la actual gestión, a pesar de las declaraciones iniciales de buscar una normalización del proceso. Hasta el momento, no se han registrado avances significativos, si bien se tiene noción de que afines de abril se elevaron las listas correspondientes, no hubo movimientos con respecto a dicha problemática.

El problema se torna más preocupante debido a la existencia de ascensos bloqueados o frenados, correspondientes a las promociones de diciembre de 2022 y diciembre de 2023. Estos oficiales superiores han visto cómo se acumulan los aplazamientos en sus carreras profesionales, lo que podría tener consecuencias negativas no solo a nivel individual sino también para la propia estructura jerárquica de las Fuerzas Armadas.

A diferencia de las fuerzas de seguridad, donde los ascensos son gestionados directamente por el Ministerio de Seguridad, en el caso de las Fuerzas Armadas, el proceso requiere la intervención del Congreso Nacional. Si bien los ascensos que eventualmente sean aprobados por el Senado tendrán efectos retroactivos, garantizando los derechos de los oficiales afectados, la situación ha generado malestar y preocupación en los cuadros castrenses.

En este contexto, las miradas se centran en el Senado de la Nación, donde se espera que se destraben las demoras y se aprueben los ascensos pendientes, respetando los procedimientos establecidos por la normativa vigente. Solo así se podrá garantizar la continuidad de las carreras profesionales de los oficiales superiores y preservar la estructura jerárquica de las Fuerzas Armadas, pilar fundamental de su funcionamiento y operatividad.

*Fotografías empleadas a modo de ilustración.

Te puede interesar: Sin el apoyo del Ministerio de Economía, Argentina se perfila a un nuevo piso histórico en inversión para Defensa

Publicidad

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.