Tras rebasar la marca de dos décadas en servicio, los cazas furtivos F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) alcanzan un nuevo e importante hito al superar las 500.000 horas de vuelo. Esto se ha logrado en medio de los planes delineados por la propia fuerza para comenzar con el retiro de las primeras aeronaves del Block 20, que reducirá la flota del primer caza furtivo de quinta generación del mundo de un total de 186 a un restante de 153.

Desde Lockheed Martin se hicieron declaraciones al respecto de este hito: “Mientras celebramos 500.000 horas de vuelo, miramos hacia la evolución continua no sólo del F-22 sino del combate aéreo en su totalidad (…) Los esfuerzos de modernización en curso y las actualizaciones estratégicas que se están realizando hoy en el F-22 mejorarán aún más sus capacidades, al tiempo que permitirán la próxima generación de dominio aéreo.”

El mencionado plan de retiro encuentra su argumento principal en los grandes costos que implicaría llevar a cabo las tareas de actualización de estas 33 aeronaves, las cuales actualmente tienen un rol limitado al entrenamiento de pilotos; entre otras cuestiones, ello se debe principalmente a que el Block 20 cuenta con capacidades limitadas para operaciones aire-tierra. Cabe mencionar que desde el Congreso de EE.UU. se ha intentado bloquear el avance de esta propuesta de la Fuerza Aérea, como así también aquella que busca luz verde para transitar un camino similar con los F-15E, denotándose ello en las National Defense Authorization Act (NDAA) del año fiscal 23 y en los lineamientos para el año fiscal 25.

Sin embargo, a partir de las declaraciones de la empresa mencionada, puede dilucidarse que aún se está lejos de discontinuar el programa F-22 Raptor en materia de actualizaciones. En términos concretos respecto de las futuras mejoras para la flota, resulta útil remitirse a la presentación realizada por el general Mark Kelly para la solicitud de presupuesto del Año Fiscal 2023, en las que se incluyo una ilustración artística de un caza F-22 que integraba nuevos tanques de combustible con características furtivas, un nuevo sistema búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST) similar al de los F-35 y un nuevo misil del que aún no se conocen detalles, entre otras novedades.

Esto resulta importante en tanto se conoce la estrecha vinculación existente entre los desarrollos mencionados y el futuro caza de sexta generación, programa que es conocido como Next Generation Air Dominance (NGAD). A modo de ejemplo ilustrativo, tómese el caso de la participación de aeronaves F-22 en los testeos del futuro casco de la plataforma antes mencionada, el cuál es denominado como Next Generation Fixed Wing Helmet (NGFWH) por la Fuerza Aérea estadounidense. Participaron de dichas pruebas un total de cinco de estos cazas furtivos, todos ellos pertenecientes al 301° Escuadrón de Cazas, cuyo asiento es la Base Aérea de Eglin.

*Imágenes utilizadas a modo ilsutrativo

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