Los sistemas de protección activa (APS) mejorados, tanto el Trophy de la empresa israelí Rafael y el Iron Fist de Elbit Systems, han demostrado su capacidad para proteger tanques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) frente ataques verticales, como las ojivas lanzadas por drones. “La capacidad inicial ha sido comprobada, pero se continúa trabajando para aumentarla“, según una fuente de defensa.
La nueva amenaza se ha vuelto muy seria en la guerra de Ucrania y en el conflicto en curso entre Israel y los dos proxies iraníes en Gaza y Líbano. Para enfrentarla, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han equipado los tanques Merkava 4 con una “Cope Cage”, una red metálica que protege la parte superior del tanque. Este tanque está protegido por el Trophy, que funciona contra armas antitanque lanzadas horizontalmente.
Estados Unidos está utilizando el Iron Fist para proteger sus vehículos Bradley y recientemente decidió usar este sistema probado en combate para proteger el M2A4EI, la última versión del Bradley. El Iron Fist fue seleccionado para proteger el vehículo de combate blindado (AFV) Eitan, fabricado en Israel. El sistema lanza automáticamente una ojiva interceptora hacia un RPG si detecta uno.
El Iron Fist emplea escaneo por radar de radiofrecuencia (RF) junto con una variedad de técnicas de detección integradas, como cámaras térmicas E/O. La inteligencia artificial (IA) permite que la detección se logre en microsegundos, seguida de la selección del método de intercepción más eficiente.
Se emplea una táctica comparable contra las rondas de tanques, específicamente el tipo más letal conocido como ronda de energía cinética (KE). Este tipo de ronda dispara un penetrador de varilla larga a casi hipervelocidad, hecho de aleaciones pesadas como tungsteno o uranio empobrecido, y está diseñado para penetrar potentes esferas antipersonales y cualquier tanque. El interceptor Iron Fist reduce considerablemente la penetración nominal del penetrador KE a un nivel que puede ser absorbido al generar un ángulo de ataque.
La mejora de los dos APS desarrollados en Israel es parte de un esfuerzo generalizado para actualizar el sistema de defensa israelí ante nuevas amenazas, la mayoría de origen iraní. Estas armas han sido suministradas principalmente a Hezbollah en Líbano, pero también a menor escala a Hamas en Gaza.
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