El acuerdo que acaban de suscribir el SEMAN Perú SAC con Korea Aerospace Industries (KAI), abre una serie de oportunidades para el impulso al desarrollo de la industria aeroespacial peruana. Y también despierta algunas interrogantes sobre cuál será el nuevo rumbo que podría tomar el programa de recuperación de capacidades de la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Más aún si consideramos que a la firma asistió la Presidenta de la República, Dina Boluarte; el Ministro de Defensa, general en retiro Walter Astudillo Chávez; y el Comandante General de la FAP, otorgándole el más alto nivel al evento.

Reafirmo nuestra decisión de promover la modernización de las instituciones armadas, tal como se viene dando con la Marina de Guerra y el Ejército. Y, próximamente, nuestro cielo, que es el cielo de Quiñones, tendrá mayor seguridad con la renovación de la flota aérea, porque seguros, firmes y unidos, seremos más fuertes”, destacó la primera mandataria peruana. Eso fue poco antes de recibir una réplica a escala reducida del avión de caza ligero KAI FA-50, luciendo la escarapela en colores rojo y blanco que caracterizan a la aviación militar del Perú, un lindo detalle.

Este acuerdo, precisamente, incorpora a la empresa estatal peruana a la cadena logística de KAI para que participe en la fabricación de alrededor de 250 partes estructurales para el “Golden Eagle”, una aeronave que ya opera en siete países. Sin embargo, la participación del SEMAN Perú SAC con su tercera unidad de negocios “Fabricación de Piezas y Partes Aeronáuticas”, no necesariamente significa que este sistema de armas sea el elegido para la FAP. Aunque tampoco se descarta, teniendo en cuenta que faltan muchas cosas por definir, y sobre todo acordar los recursos económicos necesarios para una inversión de tal envergadura.

Eso sí, se trata de otro paso en firme de Corea del Sur en su agresiva estrategia comercial para seguir posicionándose en el sector de la defensa peruana, donde ya tiene logros que mostrar con el KT-1P “Torito”. Y más que un guiño a su posible participación en el plan de modernización institucional que lidera el General del Aire, Carlos Enrique Chávez Cateriano, un experimentado piloto de caza con doctorado en Administración de Empresas que viene dándole especial impulso al proceso.

La realidad es que Perú carece de un vector en el segmento “entrenamiento avanzado”, que antes era cubierto por los ya desactivados Cessna A-37B y Aermacchi MB-339, como paso previo a aeronaves de mayor performance. Una necesidad que debe ser atendida si este país quiere mantenerse, siguiendo una larga tradición, como uno de los operadores de aviones de combate más modernos y capaces de América Latina.

*Fotografía de portada empleada a modo de ilustración.

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Lewis Mejia
Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú). Maestría en Relaciones Públicas en la Universidad San Martín de Porres. Graduado del Curso de Dirección Estratégica para la Defensa y Administración de Crisis (CEDEYAC) de la Marina de Guerra del Perú y el Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa William J. Perry de la Universidad de la Defensa de EE.UU.; del Programa de Gestión Estratégica del Poder Aeroespacial y Ciberespacio (PROGEPAC) de la Fuerza Aérea del Perú; y del diplomado en Gestión de Riesgo de Desastre, Escuela Superior de Guerra del Ejército del Perú. Corresponsal en Perú

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